De acuerdo con los pronósticos de las agencias internacionales y locales que vigilan el comportamiento del clima en el Caribe, este 2024 tendremos una temporada de huracanes muy activa.
Las previsiones meteorológicas no van acompañadas de acciones para disminuir daños y dejar de culpar al cambio climático y a otros fenómenos naturales. Señalamos lo anterior porque desde fuentes oficiales proyectan una intensa temporada ciclónica que debiera no solo dar vergüenza por haber pasado los años.
El creciente número de mujeres sometidas a violencia física y psicológica, incluyendo feminicidios al alza que por lo general quedan en total impunidad, de diversas edades y condición social, ha alcanzado cifras.
“Siempre hace calor, pero en las últimas semanas... ¡Dios mío!”, expresión realista de una mujer sampedrana, quien, en el lenguaje diario, sin metáforas ni figuras literarias, agregó: “El agua de mi pila está tibia, la ropa se seca muy rápido.
Nuestros compatriotas de la etnia negra conmemoran a lo largo de estos treinta días su herencia cultural, originada en el continente de sus ancestros, misma que, pese a la inicial actitud de las instituciones educativas nacionales.
Nada de sueño o ilusión, sino una realidad con los inicios de los estudios para la construcción del hospital de trauma en la Capital Industrial del país. Así expresó con optimismo el director del hospital Mario Rivas.
La tormenta diplomática desatada a raíz de los hechos acaecidos en la embajada de México en Quito ha dejado traslucir cómo cada uno de los gobiernos de la región reacciona de manera distinta de acuerdo con sus intereses.
La energía más cara es la que no se tiene, y no es un acertijo, sino la amarga experiencia de aquellos años de oscuridad y de estos días en que las previsiones resienten la carencia de licitaciones.
Las bellezas naturales de nuestro país, incluyendo playas, ruinas arqueológicas, parques nacionales, lagos y lagunas, pesca, además de su diversidad étnica y cultural, en un territorio pequeño, atraen al visitante tanto nacional.
No es nada del otro mundo, pero mejor hablarlo con claridad para evitar sorpresas y malos ratos, pues cuando se toca la bolsa sin que haya una compensación proporcional al trancazo duele más y profundiza mucho.