Inaudito y repudiable ejemplo

De continuar con los enfoques tradicionales, cada vez más las nuevas generaciones se encontrarán en creciente desventaja para poder dirigir y administrar su país de manera eficiente

  • Actualizado: 16 de diciembre de 2025 a las 23:40 -

El recién nombrado ministro de Educación, Jaime Rodríguez, quien asumió el cargo tras la destitución del titular de esa secretaría de Estado, Daniel Esponda, en vez de atender los múltiples problemas que aquejan al proceso de enseñanza -aprendizaje en el sector público y en sus distintos niveles, desde el preescolar hasta el de secundaria, ha encabezado protesta partidaria, bloqueos de la carretera CA-5 y quema de llantas.

La lección que está transmitiendo a la niñez y juventud no puede ser más nefasta: violando el derecho humano a la libre locomoción, contaminando el medio ambiente, incitando a la violencia. Tal parece su prioridad es congraciarse con la cúpula del partido aún en el poder, y del cual es miembro, antes que poner en orden todo aquello a él confiado en tan importante ministerio, a efecto de que su reemplazo a partir del 27 de enero tenga una visión detallada de la condición en que toma posesión de tal cargo.

Viene a la mente otro hecho repudiable realizado por su antecesor, cuando en un programa televisivo procedió a destruir un libro, cual nuevo inquisidor intolerante de criterios y puntos de vista distintos a los suyos, demostración de fanatismo y rechazo del pluralismo.

El acelerado colapso del sistema educativo estatal obliga a madres y padres de familia, si su situación económica lo permite, a trasladar a sus hijas e hijos a instituciones privadas, en procura de educación de calidad, sin interrupciones de clases, con infraestructura y recursos de aprendizaje que contribuyan a la debida preparación en contenidos y valores.

Obviamente, la gran mayoría de familias no cuenta con suficientes ingresos mensuales para tal opción, lo que pone en peligro la continuidad del proceso educativo, sea por deserción u otras causales.

Honduras requiere, lo reiteramos una vez más, de cambios significativos en los contenidos, para adaptarlos a los diversos requerimientos de la ciencia y la tecnología, a las demandas del mercado laboral; de igual manera, al reemplazo de metodologías obsoletas, propias de la época feudal, en que la memorización y la verdad revelada era propiedad exclusiva del maestro, sin la participación de los educandos, ayuna de interacción entre ambos, priorizando la ideologización, el conformismo y la rutina.

De continuar con los enfoques tradicionales, cada vez más las nuevas generaciones se encontrarán en creciente desventaja para poder dirigir y administrar su país de manera eficiente, innovadora, democrática, perpetuando paradigmas totalmente obsoletos e irrelevantes, descartados mundialmente.

El equipo de educadores que reemplace al actual debe coordinar esfuerzos y proyectos con la Universidad Pedagógica, que cuenta con investigaciones actualizadas que facilitarán emprender labores con enfoques y análisis actualizados, con las asociaciones de padres y madres de familia, con los distintos colegios magisteriales.

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