Cuando se avecinan las elecciones en todos los países libres y democráticos, por quién votar es un privilegio emocionante, especialmente para los que van por primera vez. Pero también puede ser un enorme desafío, al tener presente que nos jugamos el futuro de una nación.
Como parte previa a este proceso decisivo, las personas conscientes debemos actuar con diligencia y sabiduría para que no nos tomen por sorpresa o que pequemos de ignorantes ante las posiciones de los diferentes candidatos y partidos políticos.
La frase "cada pueblo tiene el gobierno que se merece" atribuida a Joseph de Maistre, un filósofo y político italiano del siglo XVII, invita a reflexionar sobre la responsabilidad colectiva de los ciudadanos en la elección de sus líderes y la calidad del gobierno que reciben. En su obra "Consideraciones sobre Francia", Maistre utilizó esta frase para criticar la Revolución Francesa y la idea del contrato social, sugiriendo que un gobierno refleja la moral y la voluntad del pueblo que lo sustenta siendo cómplice de su elección.
Al observar este asunto, vemos que en la actualidad la situación sigue siendo la misma, implica razonablemente que la calidad del gobierno está intrínsecamente vinculada a la cultura, educación, la moralidad y a la participación cívica de la sociedad que está siendo gobernada.
La frase "cada pueblo tiene el gobierno que se merece", promueve la idea de que un gobierno es un reflejo de la moral y los valores de su pueblo, y subraya la importancia de la participación de los electores, es decir, que si nosotros los que votamos tenemos bajos niveles morales, y escasez de valores, a tal grado de no saber discernir entre lo bueno y lo malo, entonces eso es lo que vamos a tener de gobernantes.
En Honduras, estamos en un punto de decisión en el que, si la apatía nos absorbe, podemos dejar que la minoría decida por nosotros, y es alli donde vamos con el análisis de reflexión.
De acuerdo con estudio realizado por CID Gallup, informe de 2022, menciona que en Honduras el 44% se identifica como cristianos protestantes y el 38% cristianos católicos. Con estos datos, y siguiendo los resultados del estudio, Honduras es el país con mayor porcentaje de protestantes de Latinoamérica.
Con estos datos, no en función de la cantidad (82%), sino en función de la calidad de cristianos y el valor moral bíblico que debería de haber en ellos, entonces el análisis que debemos de realizar en la encrucijada de las elecciones y decidir por quién votar, se vuelve más importante.
Partiremos del hecho que todos los candidatos son humanos imperfectos, malos por naturaleza y que buscan su propio beneficio generalmente, es decir que no hay buenas personas de acuerdo con la palabra de Dios, todos estamos en decadencia ética y moral.
¿Qué hacer en ese caso? Hay quienes alegan, explícita o implícitamente, que como “todos son iguales,” da lo mismo, delante de Dios, por quién vote. ¿Pero en verdad creemos que podemos presentar ésa como una excusa válida delante de Dios que conoce nuestro corazón? Necesariamente, al escoger un candidato, que en nuestro corazón delante de Dios sabemos que es inapropiado, estamos valorando algo en él que, a pesar de saber que no es apropiado, lo hace elegible para nosotros, algo que apela a nuestros intereses egoístas, pues ya no estamos pensando en la verdad de Dios, sino en nuestra conveniencia particular o simpatía social.
Otro alegato interno en este punto es la siguiente, muy parecido al revisado en el párrafo anterior: “Ningún partido político sigue los principios cristianos, así que, da igual por qué partido votemos”. Es un gran error pensar así, porque si bien es cierto quienes nos gobiernan son las personas que salen electas, debemos de tener en cuenta que se rigen por estatutos, reglamentos y normativas institucionales de los partidos políticos que representan, y eso se convierte en un elemento diferenciador que los electores tenemos, al leer y revisar esos estatutos para corroborar si el partido político defiende la vida, la familia, la fe y la libertad en todos los sentidos, los cuales son los elementos más importantes a la hora de decidir.
Por lo tanto, la mejor forma de saber lo que un candidato realmente piensa acerca de los deberes con valores morales y lo que hará como gobernante, es revisar conscientemente sus declaraciones públicas estatutarias y su forma de actuar con respecto a temas cruciales como la protección legal a la vida humana prenatalmente hablando, libertad de conciencia y culto que incluye la libertad para educar a nuestros hijos con nuestros valores.
Es decir que los ciudadanos del país, en la que la enorme mayoría se dicen llamar cristianos deben de observar conscientemente cual es la posición de los candidatos y los partidos políticos hacia el adoctrinamiento escolar en la justicia social, apoyo a la agenda woke y lgtb, y la promoción de ideologías dañinas a la moral como el socialismo extremo y arbitrario.
Desde un sentido más amplio, debemos observar con mucho discernimiento, si esas propuestas de los candidatos violan los mandamientos bíblicos para la vida, la familia, el matrimonio, o la fe cristiana.
Con esas aclaraciones y elementos de análisis, podemos estar seguros que, si a la hora de la declaración de ganador en el día de la elección gana un mal gobernante, tendremos la tranquilidad de limpia conciencia de que nosotros no fuimos cómplices en la elección de ese mal gobernante.
En la escasez de candidatos buenos y correctos, hay algunos que se diferencian de otros en cuanto a la moralidad y a respetar las escrituras con estos principios básicos para la sociedad cristiana, lo demuestran los estatutos y lo promueven públicamente, entonces el voto será para ellos, porque son los menos dañinos a la sociedad, si protegen a la vida y promueven fortalecer a la familia, es a ellos a quienes debemos apoyar.
¿Aunque sé que todos los candidatos son malos por naturaleza, reconozco cual es la agenda moral detrás de cada candidato y sus partidos políticos?
En las sagradas escrituras La Biblia, en Romanos 1:32 nos indica: “quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”.
Que gran consejo revelado y confirmado desde la eternidad, en el que se refleja el sabio consejo a los que vamos a votar en las elecciones, que al elegir a las personas que nos van a gobernar somos cómplices de la maldad si sabiendo que ellos promueven caminos perversos de inmoralidad en todo sentido.
Recuerda: “Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela” – Salmos 34:14
Salud y éxitos en la vida.
