La Policía Nacional ha identificado una nueva modalidad de secuestro, conocida como “secuestro virtual”, dirigida principalmente contra empresas de servicios.
En esta práctica, los delincuentes actúan mediante llamadas telefónicas, generando pánico en sus víctimas a través de amenazas psicológicas para exigir el pago de rescates.
La Unidad Nacional Antisecuestros (Unas), adscrita a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), ya investiga al menos dos casos recientes registrados en zonas rurales de los municipios de Santa Ana, Sabanagrande y Ojojona, en el departamento de Francisco Morazán.
Uno de los casos ocurrió el viernes 2 de mayo de 2025, cuando empleados de una empresa de energía renovable fueron víctimas de este tipo de secuestro mientras instalaban paneles solares. El otro hecho afectó a una compañía dedicada a la instalación de aires acondicionados.
En los dos secuestros, agentes de la Unas rescataron a las víctimas que eran empleados de las empresas. En uno de los casos pagaron rescate y en el otro no.
Según las investigaciones, los delincuentes contactan a las empresas solicitando servicios en zonas apartadas. Una vez que los técnicos llegan al lugar, reciben llamadas en las que se les asegura que han ingresado a territorio controlado por maras o pandillas, y que serán asesinados si intentan moverse.
Se contactan simultáneamente con las víctimas y sus jefes
En el caso más reciente, los secuestradores utilizaron videollamadas para intimidar a los empleados, ordenándoles que se recostaran en los asientos del vehículo y advirtiendo que estaban rodeados y apuntados con armas desde la maleza.
Simultáneamente, contactaron al gerente de la empresa, asegurando tener a sus trabajadores como rehenes y exigiendo un rescate. Los empleados entraron en pánico y los tenían controlados. De esa manera lograron el objetivo de tenerlos cautivos con amenazas sin tener contacto físico con ellos.
Los delincuentes le escribieron al patrón y le dijeron: "Mire, le secuestramos a sus empleados y si no pagan tanto se los vamos a matar".
Para validar la amenaza, los secuestradores unieron por videollamada a los empleados con su jefe, simulando estar físicamente con ellos. En este caso no pagaron el rescate porque los agentes antisecuestros rescataron a los dos empleados, pues interpusieron la denuncia a tiempo.

En el caso anterior, aunque también se logró el rescate, el empresario ya había depositado el dinero exigido en una cuenta bancaria nacional. Posteriormente, intentaron congelar la transacción, pero los fondos ya habían sido retirados.
Los policías al hacer una requisa en los lugares donde se dieron ambos casos constataron que no había indicios de que en el sitio hayan estado los secuestradores.
Cómo evitar ser víctima de un secuestro virtual
Las averiguaciones de la Unas indican que una estructura criminal es la que está cometiendo los secuestros virtuales.
Las empresas tienen que identificar bien al cliente o a la persona que les solicita el servicio. Pedirle que les mande copia del Documento Nacional de Identificación (DNI) y el número de teléfono.
No solo porque simplemente llame la persona deben mandar los trabajadores al lugar que les solicitan. Los trabajadores no se deben dejar amedrentar solo por una llamada y evitar caer en el juego psicológico de los delincuentes.
Cuando los trabajadores empiezan a recibir amenazas a través del teléfono, deben regresarse a la empresa y no caer en la trampa de las amenazas.
Las autoridades de la Unas le recomiendan a las empresas no hacer ningún depósito de dinero por ningún motivo.
Las empresas pueden hacer sus denuncias o pedir asesoramiento a las autoridades de la Unidad Nacional Antisecuestros llamando al teléfono celular 9462 8612.