En el año que recién terminó, 17 personas fueron víctimas de secuestro en Honduras y tres de ellas perdieron la vida a manos de sus captores.
Los 12 casos de ese delito que se dieron el año pasado están resueltos, según las estadísticas que maneja la Policía. En 2024 se registró un secuestro menos en comparación con 2023, que hubo una incidencia de 13 casos.
En diez de los 12 casos, secuestraron a 14 personas, las que fueron rescatadas, sanas y salvas por las autoridades de la Unidad Nacional Antisecuestros (Unas).
En los otros dos secuestros, las bandas de plagiarios mataron a los ganaderos Eliberto Salatiel Salinas Martínez y José Arnulfo Martínez Santos y a Roberto Lenín Meza, quien era un ejecutivo de una empresa que opera en Choloma.
Los ganaderos fueron secuestrados el 12 de marzo de 2024 en el municipio de Lamaní, Comayagua, por individuos desconocidos que se los llevaron privados de su libertad en su propio vehículo.
Seguidamente, los secuestradores se comunicaron con los familiares de las víctimas para exigirles la cantidad de seis millones de lempiras a cambio de su liberación.
Los agentes de la Unas identificaron el lugar donde las víctimas estaban siendo retenidas, pero desafortunadamente fueron encontrados sin vida el 17 de marzo en una alcantarilla en el kilómetro 22 del sector de Zambrano, en Francisco Morazán, en la carretera CA-5.
El caso de Salinas Martínez y Martínez Santos fue resuelto por las autoridades de la Unas al capturar a los integrantes de la banda que los privó de su libertad, incluyendo al jefe y autor intelectual del secuestro, un electricista identificado como Felipe Arnaldo Pérez.
Junto a Felipe Arnaldo Pérez también capturaron a Carlos Antonio García, quien, según las averiguaciones de la Policía, cuidó las víctimas durante el secuestro y fue quien les dio muerte, según su propia versión.
Descenso del 87% en los secuestros
En el caso del ejecutivo Roberto Lenín Meza, este fue secuestrado en Choloma el 17 de mayo de 2024 y el 26 ese mismo mes fue encontrado ultimado en un sector montañoso de ese municipio, a pesar de que su familia pagó el rescate exigido. El vehículo en el que viajaba Meza fue robado por sus captores.
La Unas estableció que el secuestro y asesinato de Meza lo perpetraron miembros de la Pandilla 18 aglutinados en una banda identificada por la Policía como la Célula de El Kilómetro de esa organización criminal que opera en Choloma.
En sus averiguaciones, los agentes antisecuestros establecieron que quien ordenó desde la cárcel el secuestro de Meza y de otras víctimas en Choloma fue José Ángel Interiano, alias El Conejo, que se encuentra preso por una serie de delitos por los cuales fue capturado en 2023.
La Unas además identificó a otros supuestos miembros de esa célula de la Pandilla 18 entre los cuales individualizó a uno de ellos como alias Terror, quien según las indagaciones de esa unidad antisecuestros anda prófugo y es quien lleva a cabo los secuestros y al igual que El Conejo es líder de la Pandilla 18.
Las estadísticas de la Unas indican que en 2012 el secuestro alcanzó el pico más alto con 92 casos y desde ese año se vino registrando una baja hasta el 2016 que se dio la más significativa reducción en ese delito, llegando a 22 plagios.
El 2017 se registró un repunte en los secuestros al darse 28 casos y desde ese año registró un nuevo descenso en ese delito hasta llegar a 12 casos en 2024. Esas estadísticas reflejan que de 2012 al 2024 la incidencia de ese ilícito refleja una reducción del 87%.
Las cifras de la Unas establecen que en 2024 condenaron a 26 secuestradores y en ese año capturaron a 48 plagiarios y se evitó que se pagaran 69,011,354.00 de lempiras en rescates.
En las estadísticas de la Unidad Nacional Antisecuestros también se establece que en 2024 se dieron cinco autosecuestros y todos fueron judicializados mediante la conducta delictiva establecida en el artículo 529 del Código Penal como simulación de infracción inexistente.
