La ayuda del Gobierno Central parece no llegar a los municipios afectados por las fuertes lluvias de junio, que causaron severos daños en infraestructura vial, sistemas de agua potable y viviendas.
Las lluvias impactaron con fuerza a municipios como Ocotepeque, Dolores Merendón y Sinuapa, en el departamento de Ocotepeque; Marcovia, en Choluteca; y Piraera, en Lempira. Las intensas precipitaciones provocaron inundaciones, derrumbes y dejaron muchas zonas incomunicadas. A pesar de los esfuerzos de las alcaldías, aún no se ha logrado restablecer la normalidad.
El llamado constante de los pobladores no ha sido escuchado por las autoridades. Varias semanas después del desastre, el Gobierno Central aún no ha enviado equipo de apoyo. La maquinaria municipal no es suficiente para remover escombros y limpiar caminos. Al día de hoy, muchas comunidades continúan incomunicadas.
En Ocotepeque, colapsaron vías de acceso, se dañaron puentes y se registraron numerosos deslizamientos. Los municipios más afectados son Sinuapa, Ocotepeque, Dolores, San Jorge, Fraternidad y Concepción. En todos se trabaja en la rehabilitación de caminos y sistemas de agua.
Los alcaldes de Sinuapa y Ocotepeque viajaron a Tegucigalpa para reunirse con representantes de diferentes organizaciones, en busca de apoyo para reconstruir la represa de agua "La Laborcita", destruida por las lluvias.
Pobladores de Ocotepeque y Sinuapa esperan la construcción de la represa
Un equipo de Copeco y del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) realizó esta semana un levantamiento de los daños para elaborar un estudio de preinversión. "Ya hicieron el reconocimiento, harán las valoraciones de dónde se puede construir la nueva represa. Ahorita quien tiene los fondos es el FHIS, pero existe la posibilidad de financiamiento por parte del BID. Todo depende de decisiones presidenciales o ministeriales", explicó César Agustín, alcalde de Sinuapa.
La represa "La Laborcita", situada entre Sinuapa y Ocotepeque, abastecía de agua potable a unas 25,000 personas mediante sus líneas de conducción. Quedó completamente destruida. De acuerdo con estimaciones, su reconstrucción podría superar los tres millones de lempiras. "Si se construye la represa, es una oportunidad para mejorar la cobertura, las líneas de conducción y la potabilización", agregó Agustín.

Mientras tanto, las alcaldías han improvisado una conexión desde una quebrada de afluencia invernal hacia el tanque de abastecimiento. "El problema es que deje de llover, porque es corriente de invierno; si deja de llover, se seca", advirtió el edil.
Se han realizado reparaciones temporales en las comunidades de Palmarcito, La Laborcita y El Barcal, pero se requiere apoyo del Gobierno Central para soluciones definitivas. Las alcaldías no cuentan con fondos suficientes para proyectos de esta magnitud.
Sin apoyo Dolores Merendón
En Dolores Merendón, uno de los municipios más golpeados, persisten los problemas tras derrumbes, caída de árboles y muros, casas semienterradas y caminos intransitables. La municipalidad trabaja con recursos limitados, pese a la evidencia fotográfica y audiovisual del desastre. Las ayudas no llegan. En las aldeas San Jerónimo y Las Toreras, los pobladores han expresado la necesidad urgente de rehabilitar vías, sistemas de agua y reconstruir viviendas. Más de 60 familias perdieron sus hogares.
En Piraera, Lempira, donde residen unos 20,000 habitantes, aún falta habilitar al menos 40 aldeas y caseríos de los 109 que conforman el municipio.
Trasladan comida en caballos en Piraera, 40 aldeas siguen incomunicadas
Deydin Mendoza, alcalde de Piraera, afirmó que, aunque no es tarea fácil, están trabajando con determinación para resolver el problema lo antes posible. Con la maquinaria disponible han despejado algunos caminos, pero en zonas aún incomunicadas, los pobladores deben usar caballos para transportar alimentos. "Todas las aldeas que están en la frontera con El Salvador nos faltan. Los proveedores solo llegan hasta cierto punto y la gente se las ingenia para buscar los productos. Les pedimos paciencia", expresó.
La alcaldía alquiló tres máquinas adicionales para avanzar en los trabajos. Algunas viviendas están en riesgo por deslizamientos. "El Gobierno no nos ha ayudado en nada. Yo espero que para la próxima semana ya tengamos resuelto esto", enfatizó Mendoza.
Desde la tormenta Sara, que azotó Honduras en noviembre de 2024, el municipio de Marcovia, en Choluteca, sufrió daños severos en su infraestructura vial. Las autoridades locales solicitaron apoyo a la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) para ejecutar obras de mitigación durante el verano, pero aún no reciben respuesta.
Por falta de respuestas advierten sobre protestas en Choluteca
Nahún Cálix, alcalde de Marcovia, advirtió que están a punto de perder la carretera principal que conecta Santa Elena con Cedeño, vital para el 80% del municipio. "Hemos enviado notas a la Secretaría de Infraestructura, pero no hemos tenido respuesta", aseveró.
Cálix anunció que esta semana realizarán una protesta en la carretera que conecta Marcovia con Choluteca, y de no ser escuchados, trasladarán la manifestación a la vía hacia Tegucigalpa.

La obra de protección requerida es de un kilómetro, para evitar que el río Choluteca siga erosionando la vía por donde circulan más de 3,000 vehículos diarios. La inversión estimada, entre instalación de tubería y pavimentación, supera los 270,000 lempiras. En Marcovia habitan cerca de 48,000 personas.