La relación entre nietos y abuelos es una conexión maravillosa que permite tener una familia más fuerte y unida. Sobre todo, cuando el amor y el respeto es el centro de ese vínculo creado a partir de la convivencia y la genética.
En este aspecto, incluso, hay muchos abuelos que aseguran amar más a sus nietos de lo que amaron a sus hijos cuando eran niños, situación que puede tener varias perspectivas.
La psicóloga Marely Pérez, explica que este pensamiento no es del todo cierto, ya que, según la ciencia, lo que ocurre es que surge un amor diferente, lo que puede hacer que parezca más intenso, más visible o más fácil de expresar.
La razón por la que muchos abuelos, sin importar su edad, son mucho más consentidores y permisivos con sus nietos, tiene diversas causas emocionales, psicológicas y sociales que la experta detalla a continuación.
1- Ya no es la misma responsabilidad. Cuando criaban a sus hijos, los abuelos eran los encargados de establecer normas, educar y disciplinar. Con los nietos, esa responsabilidad desaparece porque pasa a ser de sus hijos.
Esto les da libertad para enfocarse en lo divertido y afectivo, sin la presión de “formar” a alguien. Además, en el aspecto económico, ya no es su obligación resolver todo, por lo que se sienten más tranquilos.
2- Necesidad de compensación. Muchos abuelos sienten que, por trabajo, estrés u otras dificultades no pudieron disfrutar completamente la crianza de sus hijos. Por lo tanto, al tener nietos, ven la oportunidad de “hacerlo mejor” o de dar el cariño que creen que les faltó antes.
3- una nueva experiencia. Los adultos mayores ya pasaron por la etapa difícil de criar, así que ahora pueden ver la infancia desde otro ángulo: menos prisa, más ternura y mayor paciencia.
4- El amor se multiplica. El amor de abuelo no reemplaza al amor por los hijos, sino que lo amplía. “Los nietos son como una extensión de los hijos, ven sus genes en otra persona, y esto crea un vínculo más profundo, ya que ahora tienen más tiempo para dedicarles a sus nietos y resulta más fácil desarrollar ese apego que hace querer consentir, apapachar y hacer más de lo que pudieron hacer por sus hijos”, explica Pérez.
5- Complicidad. Los abuelos a menudo se convierten en “cómplices” de los nietos, dándoles pequeños permisos o gustos que los padres tal vez no conceden, lo que genera un vínculo especial basado en la confianza y el afecto.
Por otro lado, esto puede ocasionar discordias en la familia, ya que los abuelos se oponen a los regaños o castigos que imponen los padres y a veces esto genera confusión en los niños en cuanto a la obediencia.
¿Cómo poner límites en la crianza?
Siguiendo el punto anterior, la experta en salud mental recomienda que debe haber un diálogo entre padres y abuelos, sobre todo si viven bajo el mismo techo, para establecer límites en la forma de educar a los niños.
Es muy común que los abuelos quieran interferir en el estilo de crianza, ya que ellos se vuelven menos estrictos y conceden caprichos, sin darse cuenta de que están afectando el desarrollo emocional de sus nietos.
Por esta razón, entre adultos deben llegar a un acuerdo, “si el niño ve que los padres dicen una cosa, pero los abuelos dicen otra, entonces no sabrá a quién hacerle caso, o puede ser que busque el refugio de uno cuando el otro quiera disciplinarlo; para el niño será muy difícil saber quién tiene la razón. Entonces lo principal es que haya una comunicación, establecer reglas y límites.
Los abuelos, por mucho que amen a sus nietos, deben respetar el rol de los padres, porque ellos ya cumplieron su función como padres. Deben comprender que pueden sugerir, pero no tomarse la atribución que les corresponde a sus hijos con sus propios hijos, porque al final los afectados son los niños”, aconseja.
¿Existen los nietos favoritos?
Esta pregunta puede desatar opiniones divididas en la familia, hasta celos. Pero la verdad es que sí. La psicóloga indica que esto ocurre porque los abuelos tienden a fortalecer más el vínculo con algunos nietos que con otros por cuestión de personalidad, convivencia y otros factores.
“Supongamos que el abuelo ya es de la tercera edad, y si un nieto en específico es más cariñoso, comunicativo, cercano y le da esa parte afectuosa que necesita, entonces será algo mutuo, no es que no quieran a los demás nietos, pero siempre hay uno con quien tiene más apego”, indica.
De estrictos a alcahuetes
Los abuelos consienten más a los nietos porque tienen la libertad emocional y el deseo profundo de disfrutar plenamente ese rol, sin las cargas ni el estrés que implica ser padre o madre.
Es una forma de amor más relajada que busca crear recuerdos especiales en sus nietos: a través de detalles, juegos o momentos que se convierten en símbolos del amor.
