En el marco de la conferencia “Estamos Solos: La realidad de la ciberseguridad en Honduras”, expertos alertaron sobre el aumento de los riesgos digitales en el país, un fenómeno que impacta tanto a ciudadanos como a empresas y entidades gubernamentales.
Marlon Molina, director del Laboratorio de Ciberseguridad, Madrid Capital Fintech, manifestó que las cifras recientes muestran que los ciberataques y estafas no sólo son más frecuentes, sino también más sofisticados, impulsados por el uso de inteligencia artificial, ransomware, deepfakes y campañas de phishing cada vez mejor diseñadas.
Durante el año 2023, se reportaron aproximadamente 1.8 millones de incidentes cibernéticos dirigidos a sistemas de empresas e instituciones estatales de Honduras.
En el primer semestre de 2025, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) solo en San Pedro Sula, recibió entre 5 y 7 denuncias diarias sobre fraudes digitales, que incluyen robos de cuentas de WhatsApp, suplantación de identidad, y robo de datos bancarios.
En cuanto a localización, los departamentos de Francisco Morazán y Cortés concentran más del 50% de los casos reportados de estafa, siendo Cortés el departamento donde se ubica San Pedro Sula.
Las pérdidas económicas causadas por ataques tipo ransomware (bloquea o cifra los archivos del sistema) y malware (programa o código diseñado para dañar, alterar o acceder sin permiso a un sistema informático), son millonarias, aunque no existe aún un ente oficial que cuantifique con exactitud el total de daños en el sector privado y gubernamental.
Modus operandi de los ciberestafadores
Los especialistas señalan que los ataques no sólo vienen de dentro del país, sino desde el extranjero, y se adaptan al perfil de la víctima:
• Uso de phishing muy personalizado: correos, mensajes de texto o redes sociales en que se imita a bancos, servicios públicos o familiares para engañar y que la víctima revele datos o realice transferencias.
• Estafas por medio de WhatsApp y Facebook, que representan cerca del 65 % de los delitos digitales denunciados.
• Cualquier persona conectada a internet: no sólo quienes tienen computadoras, sino usuarios de móviles, redes sociales, correo, apps de mensajería.
• Personas con familiares en el extranjero, quienes comunican por WhatsApp constantemente, son más susceptibles, porque los atacantes explotan esa necesidad de comunicación.
• Empresas de todos los tamaños, pero especialmente las que todavía no han adoptado medidas de seguridad robustas como cifrado de datos, backups, protección en los dispositivos móviles, seguros contra ciberataques. Situación institucional y normativa
Recomendaciones clave
1. “Pausa de cinco segundos”: antes de hacer clic, abrir correos, mensajes, enlaces o aceptar solicitudes, pensar si lo que uno está por hacer tiene sentido, si proviene de fuentes confiables.
2. Verificar identidades de quienes contactan, especialmente si dicen ser del banco, empresa, pariente; en caso de duda, colgar o contactar por canales oficiales propios.
3. No compartir datos sensibles en redes sociales ni manifestaciones que permitan a otros conocer rutinas, relaciones o vulnerabilidades.
4. Mantener actualizados los dispositivos, usar antivirus, respaldos, protección de cuentas con autenticación fuerte.
5. Que las empresas inviertan en capacitación, detección de riesgos, herramientas de prevención como cifrado, copias de seguridad externas, monitoreo constante.
