Honduras se convirtió este lunes en el epicentro del diálogo sobre el papel de las mujeres en la cadena de valor del café, en el marco de la 140.ª Asamblea del Consejo Internacional del Café.
Durante el panel “Mujeres en la cadena de valor del café”, productoras, cooperativistas, líderes institucionales y representantes de organismos internacionales coincidieron en que, aunque las hondureñas han ganado espacio en el sector, aún enfrentan barreras estructurales para acceder a financiamiento, tierras y formación técnica.
La directora ejecutiva de la Organización Internacional del Café (OIC), Vanusia Nogueira, destacó que cada vez más mujeres asumen nuevos roles de liderazgo. “Somos detallistas, innovadoras, y eso se refleja en la calidad de los cafés y en los procesos sostenibles que impulsamos”, afirmó.
Nogueira subrayó que este encuentro en Honduras es histórico, ya que es la primera vez que se realiza tan cerca de los productores, lo que abre la puerta al intercambio de conocimientos, alianzas y proyectos de cooperación.
Por su parte, Viviana Casco, representante del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), recordó que las mujeres constituyen el 20% de los productores registrados en Honduras, aunque su participación sigue siendo limitada.“Enfrentan barreras persistentes como el acceso desigual a recursos productivos, financiamiento y espacios de decisión. Este panel busca visibilizar esas brechas, pero también el liderazgo y la capacidad transformadora de las mujeres caficultoras”, apuntó.
Casco informó que el CAF impulsa una estrategia para movilizar más de 8,500 millones de dólares al 2030, con el fin de transformar el campo en un motor de inclusión y resiliencia. “No hay desarrollo sostenible sin igualdad de género”, reiteró.
falta de acceso a financiamiento
La voz de las caficultoras estuvo representada por Breztny Alvarenga, joven productora, catadora y directora de la finca Madre Linda, en Santa Bárbara, quien compartió su vínculo con el campo. Alvarenga señaló que entre los mayores retos se encuentran la falta de acceso a financiamiento y conocimiento técnico. “La desigualdad nos afecta directamente. No tenemos acceso equitativo al conocimiento técnico, y eso se refleja en bajos rendimientos. La capacitación debe llegar a todas las mujeres en el campo”, expresó.
También destacó que las caficultoras juegan un papel importante en la innovación y la sostenibilidad, al impulsar procesos como el descafeinado natural y la caficultura regenerativa, que promueven la producción sin químicos y con bajo consumo de agua.
En tanto, Nickolle Sánchez, productora y representante de la cooperativa Comicaol, resaltó el potencial del modelo cooperativo para fortalecer el liderazgo femenino y la necesidad de diversificar los cultivos ante los efectos del cambio climático.
Innovación tecnológica y liderazgo
Liliana Iglesias, directora de Swisscontact Honduras, subrayó que la formación técnica y empresarial es clave para que las mujeres pasen de la producción a la negociación. "El crecimiento del sector depende de combinar innovación tecnológica con habilidades blandas, liderazgo y comunicación asertiva. Necesitamos mujeres que hablen con seguridad, que negocien, que defiendan su producto con conocimiento y profesionalismo”, afirmó.
Por su parte, Ana María Baiardi, gerente de género del CAF, expresó que uno de los mayores desafíos es la exclusión financiera.“A las mujeres se les ofrecen créditos con tasas más altas y plazos más cortos, y además enfrentan un miedo cultural a endeudarse. Sin acceso a financiamiento no hay posibilidad de invertir ni de escalar en la cadena de valor”, advirtió.
Baiardi indicó que la falta de reconocimiento del trabajo femenino en la caficultura invisibiliza su aporte. “Las mujeres son esenciales en la producción y el sostenimiento de las fincas, pero su labor no se refleja en la propiedad ni en los ingresos”, señaló.
Crean mesa de mujeres rurales
Al cierre del panel, Laura Suazo, secretaria de Agricultura y Ganadería (SAG), reconoció que las mujeres aún enfrentan múltiples desafíos, pero hoy representan el futuro del campo, con un papel clave en la seguridad alimentaria y la transmisión de conocimientos. Suazo informó que la SAG trabaja en la consolidación de una mesa de mujeres rurales, una plataforma destinada a canalizar financiamiento y formación.
El evento concluyó con un mensaje claro: la equidad en la caficultura no solo es una meta de justicia social, sino un factor indispensable para la sostenibilidad del sector, donde las nuevas generaciones demuestran que la innovación, la calidad y la resiliencia también tienen rostro femenino.