Son múltiples los proyectos legislativos en los que he participado en mi condición de congresista, pero los que más satisfacción me han dado son aquellos que sirven para ayudar a las personas cuando más lo necesitan.
La frase es de Alberto Chedrani, un hombre multifacético nacido en las entrañas de los campos bananeros de La Lima. Chedrani es un exjugador de fútbol. Militó en los equipos Real España, Victoria y Chiquimula de Guatemala, entre otros.
“De esa etapa lo que más recuerdo son mis goles en los clásicos, principalmente dos que le anoté a Marathón en un derbi que le ganamos 2-0”, señala.
Luego del retiro de los campos de juego, se graduó como entrenador de fútbol en Madrid, España, y ya de regreso en el país dirigió a Marathón, también al Platense, al que salvó del descenso, y a una selección de segunda división que se consagró campeona centroamericana.
Posteriormente, se alejó como protagonista de las canchas y se convirtió en empresario al fundar un restaurante en el que genera decenas de empleos y gracias al cual “le he ayudado a miles de personas sin importar su filiación política”.
¿Cuál de los proyectos de decreto que ha introducido al Congreso y han sido aprobados le ha dado más satisfacción?
Han sido muchos, pero quiero destacar uno aprobado en 2021 por 52 millones de lempiras para la compra de equipo a favor de la Liga contra el Cáncer.
Esta es una institución que realiza una gran labor; ha salvado miles de vidas en sus más de 50 años de historia; entonces, haber contribuido con la adquisición de equipo de última tecnología para el tratamiento de pacientes oncológicos es algo que me emociona.
En aquella oportunidad, con esos fondos se compraron un acelerador lineal, que es una máquina ultramoderna para radioterapia, la cual reemplazó a la anticuada bomba de cobalto, un equipo de braquiterapia y un tomógrafo para detectar con precisión las lesiones cancerígenas más pequeñas.
Ese proyecto que gestioné con todas las bancadas me dio mucha felicidad porque la Liga contra el Cáncer es una institución emblemática que salva cada año a miles de pacientes que sufren esa mortal enfermedad y que llegan provenientes de toda la zona noroccidental del país.
Y en lo relacionado a obras de infraestructura, ¿cuál de los proyectos que ha impulsado le ha generado más satisfacción?
Bueno, la pavimentación de 10 kilómetros en el cono sur del departamento de Cortés. Ese proyecto, valorado en 10 millones de lempiras, le dio gran impulso turístico a la zona; además, sirvió para trasladar por una carretera de primer nivel los productos que se cultivan en la zona ubicada entre El Caracol y Río Lindo, en San Francisco de Yojoa, y que conecta también con las cataratas de Pulhapanzak.
Sobre proyectos que usted introdujo a la cámara destinados a favorecer a algunos grupos, ¿destaca alguno en especial?
Sí, por ejemplo, la exoneración del pago por reconexión de energía eléctrica a los usuarios de la Enee que se les haya suspendido el servicio y que su factura sea de hasta 1,500 lempiras. También fui artífice de proyectos legislativos sobre aeronáutica civil, liberar de algunas cargas impositivas a la población y de respaldo a las labores agrícolas y de emprendedurismo. Además, logré que el Congreso Nacional aprobara que el garífuna sea una lengua de obligatorio aprendizaje en escuelas y colegios en zonas donde resida dicha comunidad para que no se pierda su uso, así como ocurrió con la lengua lenca.
¿Con la carretera a Jucutuma qué pasó?
Mire, ese es un proyecto que no han querido aprobar, lo he introducido tres veces, pero seguiré luchando por él.
¿Algún sueño que le reste cumplir como congresista?
Sí, he integrado muchas comisiones para dictaminar la construcción de la represa El Tablón. Mi sueño es proteger el valle de Sula de las inundaciones y lucharé por la hidroeléctrica, porque ese sufrimiento de los damnificados por los embates de los ríos Ulúa y Chamelecón debe desaparecer.
¿En su propuesta para continuar como diputado qué planes de ayuda tiene para la tercera edad?
Muchos. Mire, las personas de la tercera edad merecen mejorar su calidad de vida, se trata de retribuirles algo, ellas han trabajado mucho, han sacado adelante a sus hijos y el país está en deuda con ellas, así que debemos responderles. Además, aunque no me gusta decirlo, todos los días brindamos ayudas sociales a personas que se les ha fallecido algún pariente, que tienen enfermos a familiares o tienen dificultades con deudas que no pueden cubrir. Varias veces cada año desde hace muchos años llevo comida a la zona de los bordos en San Pedro Sula, he colaborado con decenas de centros educativos con reparación de aulas u otra estructura dañada, he colaborado con cientos de atletas en su preparación o para viajes cuando van a competir y en todos los municipios de Cortés he construido canchas de fútbol y las he electrificado. Pero aún queda mucho por hacer y lo haremos dictaminando proyectos de ley o gestionando obras. Como lo he dicho ya en esta entrevista, ayudar a los que más necesitan es mi felicidad.