Máxima prudencia y cautela

Otros vividores ofrecen terrenos de los que no son propietarios, pero que manipulando a pobladores y campesinos invaden fundos de propiedad privada.

Por desgracia, existen personas dedicadas a explotar para beneficio propio la ingenuidad de sus semejantes, ofreciendo diversos métodos para hacer caer a los incautos con promesas de enriquecimiento instantáneo y elevada rentabilidad en las sumas entregadas sin requerir de mayores esfuerzos por parte de quienes confían en supuestos “inversionistas”, expertos en el engaño y el fraude, al por mayor.

Pese a los repetidos ejemplos de estafa masiva, al parecer no somos capaces de aprender y derivar enseñanzas de miles de hombres y mujeres que han perdido de la noche a la mañana sus ahorros acumulados a lo largo de años de trabajo y austeridad.

Casos de personas y familias que han quedado en la ruina económica, con impacto en su salud física y emocional son cada vez más numerosos.

Los malvivientes y parásitos dedicados a tiempo completo al engaño se encuentran por doquier, en sectas religiosas, en el comercio, las finanzas, utilizando redes sociales y plataformas digitales para ofrecer sus “servicios”, “asesorías” y “experiencias” para el enriquecimiento ilícito a expensas de la buena fe de otros que se ganan el pan de cada día de manera honesta y transparente, que han logrado superarse económicamente merced a la constancia laboral y la frugalidad en sus estilos de vida.

Otros vividores ofrecen terrenos de los que no son propietarios, pero que manipulando a pobladores y campesinos invaden fundos de propiedad privada hasta que la autoridad los desaloja, para reiniciar en otro sitio, urbano o rural, su quehacer delictivo. Es su “modus vivendi” cimentado en el engaño y la especulación.

En ocasiones se alían con políticos inescrupulosos para presentar una fachada de falsa legitimidad. Los unos y los otros le “entienden al trámite” y obtienen beneficios materiales de corto y mediano plazo que los consolidan como potentados.

La labor investigativa de Diario LA PRENSA y su unidad Premium ha permitido que tanto la Comisión Nacional de Banca y Seguros (CNBS) como el Ministerio Público inicien acciones tanto informativas como legales para proteger a miles de ciudadanos, hoy en situación de alto e inminente riesgo en sus haberes.

El sentido común, la prudencia y cautela, sin bajar la guardia ante las campañas persuasivas de los vividores, permiten el no tragar los anzuelos de los indeseables, que no solo deben ser rechazados, igualmente denunciados ante las autoridades competentes para la correspondiente sanción y castigo ejemplar.

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