Actitud Positiva y “Ganadora”

La actitud positiva es una forma de enfrentar la vida con optimismo y resiliencia, lo que contribuye a un bienestar emocional y físico significativo

Un aspecto importante en el ámbito personal como parte de los fundamentos individuales para los profesionales hoy en día, es que sean fuertes en su autoestima y desarrollen una actitud tanto positiva como ganadora.

La actitud positiva es una forma de enfrentar la vida con optimismo y resiliencia, lo que contribuye a un bienestar emocional y físico significativo.

En la actualidad, lo que impera es una cultura y disposición a la queja, el malestar con los demás, hacia el sistema y echarle la culpa a otros de lo que pasa en la vida, y por lo tanto la mayoría de personas ven una situación difícil como un problema y no como una oportunidad.

Por definición, nos encontramos con que la actitud positiva se refiere a un enfoque mental y emocional que nos permite enfrentar los desafíos de la vida con optimismo, resiliencia y gratitud. Se caracteriza por una mentalidad abierta y la disposición para encontrar soluciones y aprender de las experiencias.

Ante esto, el famoso escritor Napoleón Hill, en su libro “La actitud mental positiva”, nos comenta que «Una actitud mentalmente positiva está compuesta por características simbolizadas por palabras tales como fe, integridad, esperanza, optimismo, valentía, iniciativa, integridad, generosidad, tolerancia, tacto, amabilidad y sentido común». Observamos en estas definiciones que la actitud se refleja en el comportamiento de las personas, situación que permite hacer la diferencia entre los individuos a la hora de ejecutar sus proyectos.

Podemos ver también que cuando desarrollamos esta actitud, es como que hayamos recorrido gran parte del camino en la solución de los problemas a los que nos enfrentamos las personas en la vida diaria.

Desplegar una actitud positiva en todo momento y lugar tiene numerosos beneficios. Siendo positivos, demostrando buena voluntad y contagiando alegría se contribuye a un clima familiar y laboral ameno, por otro lado, se logra reforzar el sistema inmunológico, cada jornada se vuelve más llevadera, hay un crecimiento personal óptimo y se alcanzan vínculos positivos dentro y fuera de los ambientes en que estemos.

Cuando las personas vivimos con optimismo y energía, se goza de tranquilidad mental, uno está más relajado, se experimenta una gran vitalidad, hay motivación para cumplir objetivos, se dominan mejor las emociones y se mejoran las relaciones interpersonales.

En el plano profesional y empresarial, puedo comentar que la actitud positiva de alguien impacta positivamente, porque propicia la productividad y contagia a los demás, a desarrollar el potencial de servicio, trabajo en equipo y hacer un trabajo o tarea con la máxima calidad posible, todo esto en los diferentes ámbitos de acción en que estemos.

En mi libro “Creando Empresas de Valor”, el cual se los recomiendo, abordo el tema desde una óptica empresarial y para emprendedores. En ese sentido, en la página 55, resalto lo siguiente: “La actitud que tengamos ante la vida, será la que defina en gran medida el éxito que logremos en la realización de nuestros propósitos. En otras palabras, la actitud correcta nos lleva al éxito, la actitud incorrecta nos lleva al fracaso y la actitud promedio, nos lleva a un estado de mediocridad”.

En las sagradas escrituras La Biblia, en Romanos 5:4 nos indica: “Y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza”.

Que gran consejo revelado y confirmado desde la eternidad, en el que nos anima a la aplicación en la actualidad, que debemos de desarrollar habilidades que permitan desarrollar la paciencia, y con la paciencia viene la actitud positiva hacia todo en la vida, especialmente en los entornos laborales que son tan afanosos y desesperantes.

Podemos hacernos las preguntas: ¿Cómo puedo mejorar mis habilidades y tener una actitud positiva y ganadora? ¿Qué debo de cambiar en mi rutina diaria?

En conclusión, si algo nos enseña la vida es que jamás se termina de aprender y siempre hay una oportunidad de mejorar ante Dios y con nuestro prójimo, por lo tanto, si desarrollamos la habilidad que permitan tener una actitud positiva hacia la vida, podemos mejorar nuestra capacidad para ser mejores ciudadanos para el bienestar propio, de nuestra familia y de la sociedad en general.

Recuerda: “Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela” – Salmos 34:14

Salud y éxitos en la vida.

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