San Pedro Sula
Daniel W. Bloemers, jefe de la Sección Económica y Comercial para Centroamérica de la Unión Europea, considera que Honduras ha dado pasos significativos para enviar productos agrícolas a ese continente de cara a la puesta en vigencia del Reglamento sobre Deforestación.
La Unión Europea exigirá el cumplimiento de este reglamento a las grandes compañías a partir del 30 de diciembre de 2025, y, a partir del 30 de junio de 2026, a las micro y pequeñas empresas que importen productos agrícolas de terceros países, como Honduras.
Bloemers dice que datos de georreferenciación de las parcelas agrícolas en Centroamérica, que serán comparados con la información del sistema satelital europeo Copérnico, permitirán verificar si esas plantaciones se encuentran o no en lugares donde antes hubo bosque.
Diario La Prensa entrevistó a Bloemers durante una visita que realiza a Honduras para dar seguimiento al desarrollo del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica.
¿Cuál es el motivo de su visita a Honduras, específicamente a San Pedro Sula?
Esta semana estamos visitando Honduras como parte de la Sección Económica y Comercial de la Unión Europea para Centroamérica, con el fin de dar seguimiento a nuestro trabajo conjunto en el marco del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y los seis países centroamericanos. Damos seguimiento a varios elementos del ámbito económico y comercial, especialmente a la implementación de los compromisos en materia de libre comercio entre Honduras, los demás países centroamericanos y la Unión Europea.
A lo largo de la implementación del pilar comercial del Acuerdo, hemos observado grandes avances. Por ejemplo, el volumen del comercio entre Honduras y la Unión Europea ha crecido en un 95 %, lo cual es un porcentaje bastante impresionante. Sin embargo, somos conscientes de que existe potencial para mucho más. Al mismo tiempo, reconocemos los retos que enfrentan tanto empresas europeas como hondureñas en el país en relación con las condiciones de inversión y varios aspectos regulatorios.
Un motivo clave para estar hoy en San Pedro Sula es el diálogo con el sector privado. Para nosotros, la implementación del Acuerdo de Asociación no se limita al diálogo intergubernamental. Si bien la dimensión institucional con las autoridades hondureñas y centroamericanas es de suma relevancia, también consideramos esencial al sector privado. Son los empresarios quienes dan vida y espiritú a la implementación diaria del Acuerdo. Estamos aquí para escuchar, para aprender de las perspectivas del sector empresarial en San Pedro Sula, en Cortés, respecto a las oportunidades que ofrece el Acuerdo, así como los retos y barreras que enfrentan, y explorar juntos los pasos hacia un futuro compartido.
Además de abrir los mercados y aumentar el volumen comercial, ¿cuáles son las virtudes o ventajas que ofrece este acuerdo, a diferencia de otros que Honduras y Centroamérica han firmado con otros países?
El Acuerdo de Asociación con la Unión Europea tiene tres pilares. Nosotros nos enfocamos en la implementación del pilar comercial, pero este no puede verse de forma aislada. También está el pilar de cooperación, del cual surge un amplio portafolio de proyectos de inversión, especialmente en el marco de la agenda de inversiones Global Gateway. Además, está el componente de diálogo político, que se centra en los valores compartidos entre los países centroamericanos y la Unión Europea.
Este enfoque multidimensional, holístico, es una ventaja clave. No nos limitamos a lo técnico y comercial, sino que intentamos enlazar diversos ámbitos para aprovechar oportunidades que beneficien a nuestras sociedades. Además, según los tratados de la Unión Europea, siempre nos basamos en reglas claras de participación de la sociedad civil y del sector privado, lo cual genera un entorno de certeza y confianza que las empresas hondureñas pueden aprovechar en su día a día en el comercio con la Unión Europea.
Honduras se caracteriza por producir materias primas: exporta café, banano y otros productos. ¿Este acuerdo podría incidir o transformar la matriz productiva para diversificarla en los próximos diez años?
Ciertamente, la canasta de exportaciones hondureñas hacia la Unión Europea aún tiene un peso considerable de productos agrícolas, en particular el café, que representa casi el 60% del volumen total. Sin embargo, ya estamos observando un proceso gradual de diversificación, lo cual es muy positivo.
Nos parece importante estar en contacto, como lo estamos haciendo hoy en San Pedro Sula, con diferentes sectores productivos, como el industrial, de componentes automotrices y otros nichos que pueden desempeñar un papel clave en las cadenas de valor internacionales entre Centroamérica y la Unión Europea.
El Acuerdo de Asociación ha eliminado aranceles históricos para la importación de productos centroamericanos a la Unión Europea. Actualmente, casi el 99 % de las líneas arancelarias industriales están libres de aranceles, lo cual ofrece oportunidades muy atractivas para las empresas hondureñas, más allá del sector agrícola.
¿Qué servicios podría ofrecer Honduras a la Unión Europea? ¿Qué podría hacer la Unión Europea, Centroamérica y Honduras específicamente para que desde acá se pueda exportar servicios aprovechando las nuevas tecnologías?
Las nuevas tecnologías ofrecen un enorme potencial para la prestación de servicios transfronterizos a través de plataformas digitales. No quiero hacer propuestas al sector productivo hondureño, pero los datos comerciales de los últimos doce años en la región, no solo en Honduras, muestran un fuerte crecimiento en el comercio de servicios. En este ámbito también están abiertas las puertas de la Unión Europea, tanto para el comercio de bienes como de servicios.
¿Qué observan en Honduras, específicamente, sobre la adaptación del sector productivo agrícola para el cumplimiento del Reglamento sobre Deforestación?
Hemos observado avances importantes en los últimos años. Hemos mantenido un diálogo estrecho con todos los stakeholders relevantes del sistema hondureño: productores de mercancías cubiertas por el reglamento, cooperativas, instituciones como el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) y autoridades del gobierno nacional. Gracias a una serie de proyectos de capacitación y asistencia técnica financiados por la Unión Europea, como el Programa de Alcance Regional Café y Bosques, y el Programa Cinco Grandes Bosques de Mesoamérica para la gestión y aprovechamiento sostenible del recurso forestal, se han realizado adaptaciones puntuales que atienden las necesidades específicas de pequeños productores y autoridades. Honduras ha avanzado significativamente. Estamos a pocos meses de la entrada en vigor del Reglamento, y si se continúan los esfuerzos conjuntos que hemos visto hasta ahora, estoy convencido de que este reglamento puede convertirse en una oportunidad importante para que los productores hondureños se posicionen con un enfoque basado en la sostenibilidad.
¿Cómo hará la Unión Europea para constatar que las plantaciones agrícolas no están en zonas donde había bosque? ¿Qué mecanismos utilizará: certificaciones, alguna entidad de vigilancia o será responsabilidad del gobierno de cada país?
La responsabilidad de demostrar que las mercancías cubiertas por el reglamento no provienen de áreas deforestadas después del año 2020 recae en el operador, es decir, el importador europeo de las mercancías provenientes de terceros países. Si tomamos el ejemplo de una exportación de café hondureño libre de deforestación hacia la Unión Europea, la responsabilidad final será del importador del café en Europa. Pero ese importador estará dependiendo de información fiable a lo largo de su cadena de suministro y por eso hay contribuciones muy importantes de productores, intermediarios y también autoridades del país. ¿Cómo se puede comprobar que una mercancía no provenga de un área recientemente deforestada, deforestada después del año 2020? Se ha establecido un sistema de georreferenciación. Cada parcela deberá contar con una ubicación exacta por medio GPS. La Unión Europea ha proporcionado un mapa base, de acceso libre y gratuito, que se basa en los datos del sistema satelital europeo Copérnico, en cooperación con institutos especializados en gestión forestal. Sabemos que en muchos países de la región, incluido Honduras, se están llevando a cabo esfuerzos de mapeo y triangulación de mapas para identificar con precisión un punto georreferenciado en un mapa histórico de 2020 y compararlo con la situación actual. Es un trabajo que requiere un alto nivel de detalle (...).