Aunque últimamente Vittoria Ceretti acapara los focos mediáticos por su relación con Leonardo DiCaprio, lo cierto es que la modelo italiana atesora en su trayectoria desfiles y portadas que la posicionan como la supermodelo de esta era. Una carrera que la maniquí se ha labrado desde cero y recorriendo cada calendario de la moda.
No solo es musa de diseñadores y protagonista de campañas de prestigio, sino que su presencia se extiende más allá de la pasarela, siendo una habitual en eventos sociales de alto perfil. Su evolución profesional, su estética refinada y su actitud serena han hecho de ella una figura clave para entender el momento actual de la moda.
Vittoria Ceretti nació en Brescia, en la región italiana de Lombardía, el 7 de junio de 1998. Hija de Giuseppe Ceretti y Francesca Lazzari, creció en un entorno alejado de la exposición mediática. Su incursión en el mundo del modelaje se produjo casi por azar, cuando a los 14 años fue finalista del certamen Elite Model Look Italia en 2012. Aquel primer reconocimiento fue suficiente para abrirle las puertas de las pasarelas locales, donde pronto empezó a desfilar para jóvenes diseñadores con un salto internacional que llegó poco después.
Su elegancia innata, su físico armónico y una mirada entre enigmática y serena captaron la atención de las grandes casas de moda. En 2014 fue fichada por Dolce & Gabbana para protagonizar sus campañas de otoño-invierno, tanto de moda como de cosmética. A partir de ahí, su carrera despegó de forma vertiginosa hasta convertirse, a día de hoy, en la imagen de su emblemático perfume de verano ‘Light blue’.
En la segunda mitad de la década de 2010, Ceretti se convirtió en una de las modelos más demandadas por las firmas de lujo. Armani, Alexander McQueen, Valentino, Chanel, Dior, Louis Vuitton o Fendi. Junto a las hermanas Hadid, formó parte de una nueva generación de modelos que conjugaban herencia clásica y presencia digital.
A diferencia de otras compañeras de pasarela, su ascenso no vino acompañado de una exposición excesiva en redes sociales ni de escándalos mediáticos. Su estilo discreto y su perfil profesional la posicionaron como un referente de elegancia contenida.
Las revistas más influyentes del sector la eligieron en repetidas ocasiones para sus portadas. En su historial figuran ediciones internacionales de Vogue —Italia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Japón—, así como Harper’s Bazaar, Elle y Glamour. Según Models.com, uno de los portales de referencia en el sector, Ceretti forma parte de la categoría “Icon”, reservada para modelos con una trayectoria consolidada y una influencia sostenida en el tiempo.
En 2024, Emilio Pucci la eligió como musa para su nueva etapa creativa. La elección no fue casual: el relanzamiento de la casa italiana buscaba reconectar con su herencia mediterránea y su refinamiento sesentero. Ceretti encarnaba ese espíritu: italiana, sofisticada, con una estética depurada y una presencia elegante, sin estridencias.
Su carrera no se ha limitado a la pasarela. En 2021 participó como copresentadora en la tercera noche del Festival de San Remo, uno de los eventos musicales más seguidos de Italia. Aquel gesto fue interpretado como un guiño a sus raíces y un modo de acercarse al público más allá de las revistas de moda.
Más recientemente, en junio de 2025, su nombre volvió a resonar con fuerza en los medios internacionales con motivo de la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez en Venecia. Ceretti acudió como invitada junto a Leonardo DiCaprio, con quien mantiene una relación desde mediados de 2023. Para la fiesta de bienvenida, eligió un vestido de archivo de Dolce & Gabbana de 2004, con lazo lateral y estampado floral. En el coctel previo a la ceremonia, lució un conjunto floral en tonos claros con bailarinas blancas y bolso Alaïa, mientras que para el enlace vistió un elegante vestido negro con escote, acompañado de un collar de diamantes.
Su aparición más comentada llegó en la fiesta temática “Dolce notte”, donde optó por un vestido vintage de la misma firma que había sido llevado por Gisele Bündchen en 2003. Durante la velada, sufrió un pequeño percance: el vestido se desgarró. Lejos de dramatizar la situación, Ceretti compartió el incidente con humor en redes sociales.
Vittoria Ceretti ha mantenido siempre una actitud reservada respecto a su vida personal. En 2020 contrajo matrimonio con el DJ Matteo Milleri, una relación que terminó en 2023. A partir de entonces, se la ha vinculado con Leonardo DiCaprio, una relación que ha generado atención global debido al perfil del actor y a las constantes especulaciones. Sin embargo, Ceretti ha sabido mantener el foco en su carrera, sin dejar que la exposición afecte su imagen profesional.
En diversas entrevistas, ha subrayado la importancia de los rituales de cuidado personal como forma de equilibrio. En sus declaraciones públicas defiende una idea de belleza ligada al bienestar y no solo a la imagen exterior. Este enfoque coincide con una corriente creciente dentro del sector, que busca desligarse de los antiguos cánones rígidos y promueve la diversidad, la salud. El rostro de una nueva generación.
Vittoria Ceretti encarna muchas de las transformaciones que ha experimentado la industria de la moda en los últimos años. Su imagen se aleja del estereotipo de supermodelo de los noventa —asociada al exceso y la exuberancia— y responde a una nueva sensibilidad más ligada a la autenticidad y la sobriedad.
Su trayectoria es una combinación de talento, constancia y adaptabilidad. Ha sabido abrirse paso en un mercado competitivo, adaptarse a los cambios estéticos y tecnológicos del sector, y mantener una imagen coherente y respetada. Más allá de su relación con una estrella de Hollywood o de su paso por eventos de alto perfil, su peso en la industria se mide por su capacidad de influir en diseñadores, fotógrafos y marcas, por su versatilidad frente a la cámara y por su conexión con una idea de feminidad elegante, natural y atemporal.
Con más de diez años de carrera a sus espaldas, Ceretti sigue en la primera línea de la moda internacional. Su incorporación a nuevos proyectos creativos, como el relanzamiento de Pucci, o su permanencia como rostro de casas históricas como Chanel, indican que su influencia no ha hecho más que crecer.
En una industria en la que las carreras pueden ser fugaces, su presencia constante demuestra una cualidad cada vez más valorada: la capacidad de evolucionar sin perder autenticidad.
En un momento en el que la moda busca referentes que conjuguen estética, conciencia y presencia global, Vittoria Ceretti se impone como una figura esencial. Más que una modelo de pasarela, es un símbolo de una nueva generación que entiende el glamur como una actitud que nace del equilibrio interior, la constancia y la autenticidad.
