Un cilindro o chimbo de gas LPG (Gas Licuado de Petróleo) es un recipiente diseñado para almacenar y distribuir gas en estado líquido, utilizado comúnmente en hogares y restaurantes para cocinar. Este tipo de gas es altamente inflamable, por lo que su manipulación y mantenimiento requieren alto cuidado.
Una de las causas más frecuentes de explosión es la fuga de gas, esta puede producirse por conexiones mal ajustadas, válvulas dañadas o reguladores que han superado su vida útil. Incluso una pequeña fisura en la manguera puede permitir que el gas escape lentamente y se acumule en espacios cerrados. Usted debe asegurarse de revisar estos elementos con regularidad.
Cuando el gas LPG se filtra al ambiente y se mezcla con el aire, se forma una combinación altamente explosiva. Si esta mezcla entra en contacto con una fuente de ignición —como una chispa eléctrica, una llama o incluso una superficie caliente—, puede producirse una explosión. Este fenómeno ocurre de forma súbita y con gran fuerza destructiva.
El mal uso del cilindro, como colocarlo cerca de fuentes de calor o bajo exposición directa al sol, también aumenta el riesgo. Los cambios de temperatura pueden incrementar presión interna del cilindro y provocar fallas en el sistema de seguridad. Usted debe mantener el cilindro en lugares ventilados.
Otro factor que no debe ignorarse es el estado del cilindro. Los cilindros viejos, oxidados o golpeados pueden presentar fisuras que pasan desapercibidas, pero que representan un gran peligro. Es recomendable verificar periódicamente la fecha de fabricación y asegurarse de que esté debidamente certificado.
Por supuesto, la prevención es la mejor protección. Usted puede evitar accidentes graves siguiendo buenas prácticas: no dejar el gas abierto sin supervisión, apagar el regulador al salir de casa y revisar el equipo al menos una vez al año. Un cilindro de gas bien cuidado es seguro y confiable para usted y su familia.