El 11 de diciembre de 2024, el Juzgado de Letras Penal con Competencia Nacional en Materia de Criminalidad Organizada dejó presos a nueve implicados en el crimen de José Octavio Sosa Méndez y sus once escoltas y desde esa fecha el proceso está parado en la Corte de Apelaciones Penal con Jurisdicción Nacional.
Tras conocer la resolución del juez, que dictó auto de formal procesamiento con prisión preventiva, los apoderados de los acusados apelaron la decisión. Argumentan que el Ministerio Público (MP) no presentó indicios suficientes para demostrar que sus representados cometieron el delito de asociación para delinquir, afectando otros derechos fundamentales.
El juez, en su resolución, argumenta que existen elementos que respaldan la supuesta implicación de los acusados en el delito que se les imputa, por lo que ordenó su prisión.
En el requerimiento presentado contra Noé Guevara Castellanos, Marvin Javier Banegas Jaén, Gamael Odil Rodríguez Solórzano, Ángel Miguel Inestroza Coleman, Víctor Manuel Márquez Lizama, Juan Ángel Chicas García, Luis Edgardo Martínez Lezama, Jorge Ezequiel Meza Díaz y Sindy Maesy Martínez Ortez el Ministerio Público establece que cada uno tuvo un rol en el secuestro y desaparición de Sosa Méndez y sus guardaespaldas.
José Octavio Sosa Méndez, hermano del extraditado José Rafael Sosa Méndez, fue secuestrado el 12 de junio de 2024 en los bajos de Baracoa, Cortés, mientras inspeccionaba unas tierras en ese sector con sus once guardaespaldas. Según las indagaciones de la Policía, los doce fueron asesinados, pero hasta la fecha no han encontrado sus cuerpos que se supone fueron tirados al río Ulúa.
La acusación sostiene que las pruebas técnico-científicas y testimoniales recabadas por la Unidad Nacional Antisecuestros (Unas) indican que algunos de los detenidos proporcionaron armas y apoyo logístico. Otros actuaron como ‘banderas’, transmitiendo información sobre los movimientos de Sosa y sus guardaespaldas, mientras que el resto participó directamente en el crimen múltiple.
Las capturas de los nueve imputados las ejecutaron luego de que fiscales del MP ampliaran a 20 el número de imputados por el múltiple secuestro.
En primera instancia, al ser judicializado el caso en julio de 2024 fue ordenada la captura de José Bernabé Acevedo, alias Berna, jefe de la banda, que, según las indagaciones, mató a Sosa Méndez y su escolta, y del exoficial de policía Carlos Miguel Núñez, alias Caluy, que también lideraba la organización criminal y quien anda prófugo.
El 28 de enero de 2005, agentes de la Unas capturaron en el aeropuerto Ramón Villeda Morales a Olga Leticia Álvarez bajo los cargos de asociación para delinquir y vinculada a la desaparición de Sosa Méndez y sus guardaespaldas, su caso también está en apelación.
Disputa entre carteles generó la estela de crímenes
Berna fue asesinado el 10 de octubre de 2024 en la aldea Tegucigalpita, del municipio de Victoria, Yoro, junto con otros dos hombres, identificados como Junior Iván Mejía Hernández y Kevin Alexander Castro Rodríguez, quienes también era parte de la banda delictiva de Berna, y sobre ellos también pendía orden de captura.
Las autoridades policiales indicaron que hay diez órdenes de captura pendientes de ejecutar, incluyendo la del exoficial de policía Carlos Miguel Núñez, alias Caluy.
Como parte de la segunda etapa de la investigación, las autoridades de la Unidad Nacional Antisecuestros informaron que ya tienen listos los expedientes investigativos de siete implicados más, contra los cuales el Ministerio Público solicitará la orden de captura.
Los 17 miembros de la Banda de Berna implicados en el múltiple secuestro y asesinato figuran como los secuestradores más buscados por las autoridades de la Unas.
Según las investigaciones policiales, el asesinato de José Octavio Sosa Méndez y su escolta fue ordenado por el narcotraficante hondureño Byron Ricardo Ruiz Ruiz, quien operaba en Guatemala y fue asesinado el 12 de febrero de 2025. Su muerte, presuntamente, está vinculada al caso del hermano del extraditado y sus guardaespaldas.
Ruiz mantenía una violenta disputa con José Rafael Sosa Méndez por el control del tráfico de drogas, lo que habría sido el origen del conflicto entre ambos y desencadenado los crímenes.
Las investigaciones policiales señalan que parte del enfrentamiento entre las estructuras criminales de Sosa Méndez y Ruiz está relacionado con las tierras de Magdaleno Meza en Baracoa, consideradas estratégicas para el trasiego de droga.
Byron Ruiz tenía como socio en Baracoa a José Bernabe Acevedo, alias Berna, a quien ordenó asesinar a Sosa Méndez y sus escoltas.
