Casi dos meses después de un trágico accidente de tránsito ocurrido el 7 de septiembre a la altura de la colonia Lempira, en Cofradía, la Policía Nacional informó que el joven Diego Enamorado, quien conducía un bus "rapidito" de la empresa Etica al momento del siniestro, se entregó cuatro días después a las autoridades.
El jovencito se presentó voluntariamente a las oficinas policiales para rendir su declaración sobre lo ocurrido. La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) realizó el proceso correspondiente y coordinó con la Fiscalía del Ministerio Público para la remisión del caso.
De acuerdo con la información brindada por fuentes oficiales, el conductor quedó en libertad y al tratarse de un accidente de tránsito, implica un tratamiento diferente. Al no existir de momento una orden de captura en su contra, Enamorado permanece bajo investigación, ya que el caso continúa abierto mientras la Fiscalía determina si hubo o no responsabilidad penal.
Según detalles brindados, el joven no contaba con licencia de conducir vigente y, abandonó el lugar del accidente inmediatamente después del siniestro, lo que agravó su condición legal.
En el trágico accidente murieron Sujaily Rocío Enamorado Euceda, de 23 años, y José Javier Mendoza Cortez, de 20. Ambos fallecieron calcinados dentro del vehículo tras un fuerte impacto que provocó que la unidad se incendiara por completo.
En el mismo accidente sobrevivió el pequeño hijo de Sujaily, quien fue rescatado con heridas leves gracias al heroico acto de su madre, que logró sacarlo del automóvil antes de morir atrapada entre las llamas.
El accidente ocurrió cerca del río Chamelecón, en el trayecto que conduce de Cofradía hacia San Pedro Sula. Según los informes, el vehículo cayó en una hondonada y se incendió tras el choque.
Testigos indicaron que el motorista se desplazaba a exceso de velocidad, lo que habría provocado la pérdida de control. En el percance también resultaron heridas varias personas que fueron trasladadas a centros asistenciales de la zona.