Con evidente temor, pero impulsados por la necesidad de llevar el sustento a sus hogares, los conductores de la ruta 10 que cubre el trayecto Ticamaya–San Pedro Sula reanudaron este día sus labores, luego de permanecer paralizados por la inseguridad que enfrenta el sector transporte en la zona norte del país.
Aunque las unidades volvieron a circular, los motoristas aseguran que el miedo persiste y solicitan la presencia permanente de las autoridades policiales para garantizar su integridad y la de los pasajeros.
“Tenemos que trabajar porque nuestros hijos necesitan sus alimentos, la situación es difícil porque nos da temor; nosotros no somos dueños de los buses, solo somos personas honradas que con sacrificio nos ganamos el pan de cada día”, expresó uno de los conductores de la ruta 10, quien pidió mantener el anonimato por seguridad.
El rubro del transporte es uno de los más golpeados por las estructuras criminales que operan en el norte del país. Los transportistas denuncian el pago de elevadas sumas de dinero por concepto de extorsión, además de constantes asaltos tanto a empleados como a usuarios del servicio.
De acuerdo con datos del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), en la zona norte del país hay más de 1,600 autobuses registrados; sin embargo, en las inspecciones diarias solo se observa la circulación de entre 800 y 1,000 unidades, reflejo del impacto que la inseguridad ha tenido en el sector.
El temor no solo afecta a los conductores, sino también a los pasajeros. “Es un riesgo cada vez que nos subimos a los buses; no sabemos si las personas que van a nuestro lado son decentes o delincuentes, he sido víctima de asaltos y abordamos los buses por necesidad”, relató la sampedrana Rosa María Toledo.
Ante esta problemática, la Policía Nacional, a través de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO) y la División de Seguridad del Transporte Urbano de San Pedro Sula (DSTU-SPS), ejecutó una serie de operativos preventivos y de presencia policial en distintos puntos estratégicos de la ciudad.
Alejandro Valladares, portavoz de la Policía Nacional, informó que desde tempranas horas, agentes de la DSTU realizan patrullajes y saturación policial en motocicleta en sectores como Maheco y zonas comerciales de la ciudad, manteniendo presencia activa en áreas de alta afluencia poblacional para prevenir hechos delictivos y brindar seguridad a comerciantes, transportistas y usuarios.
Posteriormente, se desarrolló un operativo fijo en la avenida Junior, 12 calle del barrio Barandillas, donde el personal policial efectuó labores de control, prevención y disuasión del delito, reforzando la vigilancia en uno de los corredores viales con mayor circulación vehicular.
Asimismo, unidades motorizadas brindaron seguridad especial durante el recorrido de los buses del transporte público de las diferentes rutas urbanas, con patrullajes constantes para resguardar la integridad de conductores, ayudantes y pasajeros, y detectar cualquier actividad ilícita que atente contra el servicio.
Las acciones policiales están orientadas a prevenir y reducir el delito de extorsión, identificar y neutralizar a miembros de estructuras criminales, verificar la documentación personal y vehicular, y ofrecer atención oportuna a la población ante cualquier situación de riesgo.
Autoridades de la DSTU aseguran que continuarán fortaleciendo la seguridad ciudadana mediante operativos constantes y coordinados, con el objetivo de garantizar la tranquilidad y el libre tránsito de la población sampedrana y devolver la confianza al sector transporte.