Según datos proporcionados por la Secretaría de Educación, la matrícula escolar en San Pedro Sula durante el presente año es de 147,261 estudiantes, lo que representa una disminución de más de 1,500 alumnos en comparación con el año anterior, cuando se reportaron 148,838 matriculados.
Aunque aún hay menores en proceso de inscripción, la meta establecida para el municipio es alcanzar 150,000 estudiantes, cifra que por ahora no ha sido posible lograr según datos de la SACE (Sistema de Administración de Centros Educativos)
Las autoridades educativas señalaron que el proceso de matrícula consolidada aún está en curso, ya que muchos estudiantes continúan en trámite debido a diversos factores.
Entre ellos destacan la migración interna, especialmente de niños originarios de La Mosquitia, y la falta de inscripción en el Registro Nacional de las Personas (RNP), lo que impide su ingreso formal al sistema educativo.
Susibel Palacios, directora municipal de Educación, manifestó que en todos los centros escolares de la ciudad se reporta una remanencia de estudiantes no matriculados, y se estima que aún faltan alrededor de 700 alumnos por ser registrados oficialmente en la plataforma del sistema.
Deserción escolar en San Pedro Sula
Otro tema que genera preocupación es la deserción escolar. “En San Pedro Sula se tiene un registro preliminar de al menos 200 estudiantes que han abandonado sus estudios, se está utilizando la herramienta del Sistema de Alerta y Respuesta Temprana (SART) para identificar señales de riesgo en los estudiantes, como inasistencias recurrentes”, explicó la docente.
Dicha plataforma proporciona recomendaciones específicas para que docentes y directores tomen acciones correctivas que permitan reincorporar a los alumnos en riesgo de abandonar la escuela.
Palacios explicó que, la investigación sobre los casos de deserción continúa en proceso, para confirmar estos reportes, se está realizando una verificación minuciosa con el personal docente de cada centro educativo, a fin de esclarecer las causas reales del abandono.
Uno de los factores que ha contribuido a esta situación es la desaparición de los centros conocidos como Cepres, pequeñas iniciativas comunitarias donde vecinos ofrecían clases informales o contrataban docentes con pagos simbólicos para atender a niños en edad preescolar.
En sectores como Los Cármenes, muchos de estos centros han cerrado debido a la baja matrícula, algunos con menos de 10 o incluso 5 estudiantes. Además, la migración continúa afectando directamente la estabilidad del sistema educativo, tanto por desplazamientos hacia otros países como por movimientos internos dentro de Honduras.
"Esto dificulta la inscripción oportuna de niños en centros educativos, especialmente cuando las familias se trasladan de forma inesperada de un lugar a otro”, agregó la funcionaria.
A estos desafíos se suma la falta de una distribución eficiente del personal docente. Existen zonas urbanas donde algunos centros educativos tienen exceso de maestros con grupos pequeños de estudiantes entre 15 y 20.
La la normativa establece que cada docente debe atender entre 25 y 30 alumnos como mínimo. Sin embargo, muchos maestros rechazan nuevas asignaciones en zonas con mayor necesidad.
Las áreas donde se registra mayor resistencia por parte de los maestros para aceptar asignaciones incluyen El Merendón, Cofradía, Los Cármenes y Rivera Hernández. Entre las razones citadas están la lejanía geográfica, la inseguridad y la falta de servicios básicos como energía eléctrica y agua potable.
Inconformidad en padres de familia
La problemática también afecta directamente a los padres de familia. Pamela Orellana, madre de un alumno de la escuela Luis García Bustamante, ubicada en la colonia Pradera, denunció que han enfrentado constantes luchas por la falta de docentes.
La comunidad escolar ha realizado protestas para exigir la asignación de maestros, así como la designación urgente de un director o directora titular, ya que actualmente el centro solo cuenta con una subdirectora, lo que ha limitado la gestión administrativa y académica del plantel.
El sistema educativo de San Pedro Sula enfrenta múltiples desafíos estructurales que requieren atención urgente como la disminución de la matrícula, deserción escolar, migración, falta de inscripción legal de menores, deficiencias en la asignación de docentes y abandono de centros comunitarios.
Las autoridades han reconocido la necesidad de fortalecer la planificación, mejorar la cobertura y garantizar condiciones dignas tanto para estudiantes como para el personal educativo.