Héctor “Tito” Guillén fue alcalde de San Pedro Sula en el período 1990-1994. Hoy, 31 años después, conversa con LA PRENSA y analiza la situación de la ciudad, sus logros y retos.
¿Cómo ve la ciudad en estos momentos?
San Pedro Sula está recibiendo una transformación urbana extraordinaria. Es increíble la cantidad de edificios residenciales y comerciales, tanto de oficinas como de apartamentos. Hay un crecimiento vertical muy fuerte, sumado al desarrollo de la economía en la ciudad y la zona metropolitana, lo que consolida un crecimiento positivo con la visión de convertirse en la metrópolis más importante de Centroamérica.
La ciudad tiene un plan maestro de desarrollo. ¿A qué se le debe dar seguimiento?
El plan tiene ocho componentes y actualmente se implementa con fuerza el componente número dos, que es la ordenanza de zonificación urbana, con 17 reglamentos distintos que regulan el crecimiento ordenado y buscan una planificación a largo plazo. El plan maestro abarca de 2018 a 2045 y debe orientarse a una planificación para obras que deben trazarse, definirse y reservarse el derecho de vía, de manera que en el futuro la ciudad pueda moverse de forma más ágil. Actualmente, la ciudad se está embotellando; hay altos niveles de congestionamiento en el sur, norte, este y centro.
¿Qué se debe hacer?
El sistema de semáforos necesita una modernización, un plan verdadero y técnicamente administrado. Se hicieron inversiones importantes en la administración anterior y ahora se está ejecutando otra etapa, pero requiere mayor tecnificación porque la movilidad ha crecido día a día. Tenemos un transporte público deficiente y obsoleto. Más de 1,500 buses distribuidos en 49 rutas cruzan y entran a la ciudad, además de las rutas interurbanas que no deberían hacerlo y circulan como si no existiera una ordenanza que las obligue a llegar hasta la terminal. La ciudad necesita una modernización en la planificación de la movilidad urbana.

¿Cuáles serían los cinco proyectos que la ciudad necesita en este momento?
En infraestructura vial, el nuevo bulevar del sur debería partir desde el estadio Olímpico hacia Dos Caminos, Villanueva, porque el bulevar actual está colapsado. Cuando hay un accidente con un bus, rastra o vehículo, el caos es impresionante. Otro proyecto es la famosa ruta 4, que inicia desde la intersección del segundo anillo con el intercambiador del norte, cruza hacia El Zapotal y se une con la colonia Los Álamos. Desde allí se debe buscar cómo pasar al Barrial para conectar con el bulevar de Casa Maya y la Intersindical.
¿Qué otras obras considera prioritarias?
La circunvalación oeste, continuación del bulevar Jaraguá, debe seguir hacia El Zapotal, El Retiro y conectar con la salida norte o con Puerto Cortés, creando una nueva entrada a San Pedro Sula. También es urgente pavimentar la red vial urbana y ejecutar obras complementarias para unir los bordos de los ríos, ya que cada vez que se pavimenta uno se genera una solución vial significativa. Sin duda, el libramiento de la ciudad, que sería un proyecto del gobierno central, es clave para desviar las más de 10 mil rastras que diariamente cruzan San Pedro Sula con destino a Puerto Cortés o viceversa.
¿Las plantas de tratamiento y el plan de alcantarillado sanitario siguen siendo una urgencia?
Es la necesidad más importante en el sistema ambiental. Desgraciadamente, hubo desfases por no haber entregado las tierras en debida forma a Aguas de San Pedro. Ya se perdieron algunas y están a punto de perderse las demás. No podemos aspirar a ser una ciudad del siglo XXI si seguimos descargando aguas residuales en los ríos.
¿Considera que se deben reactivar los peajes en la ciudad para ejecutar obras?
Los peajes generaban a la ciudad más de 300 millones de lempiras anuales y, sin duda, ayudaron a que durante la administración de Roberto Larios se colocara el peaje en el bulevar del este. Él planificó un proyecto de concesionamiento de vías que hoy prácticamente es lo que ejecuta Siglo 21. Los peajes serían de enorme beneficio para los ingresos municipales y deberían seguir funcionando. Ya la ciudad no debería tener calles sin pavimentar en ningún barrio ni colonia.
¿Cuál es el mayor reto para el alcalde que asuma el próximo período?
Uno de los aspectos más importantes en la planificación a largo plazo es retomar el plan maestro municipal, que tiene ocho componentes. Para mí, el más importante es la protección ambiental de la zona de reserva de El Merendón y los acuíferos de la ciudad. Ese plan pasó de ser una dirección a convertirse en un departamento dentro de una gerencia, y ha perdido completamente su importancia. La recomendación es que el próximo alcalde eleve el plan maestro a una gerencia y que verdaderamente se empiece a planificar el futuro de la ciudad hacia 2045.
Este artículo fue revisado y aprobado por un editor con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial.