Dos ciudadanos hondureños que fueron deportados recientemente desde Estados Unidos denunciaron la pérdida de pertenencias personales tras su llegada al Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), ubicado en San Pedro Sula.
Los afectados aseguran que objetos de alto valor no les fueron entregados al momento de su salida de las instalaciones. Belkys Caballero, una hondureña deportada, manifestó que entre sus pertenencias extraviadas se encuentran un teléfono celular valorado en 1,300 dólares y una cadena de oro de aproximadamente 2,000 dólares.
“Aquí se me perdió mi celular y una cadena de oro, ellos dicen que los nortemaricanos no les entregaron las cosas, pero yo tengo las pruebas de que mi celular pasó por las manos de ellos, incluso la ubicación me aparece en el municipio de Choloma”, declaró la mujer visiblemente afectada.
Otro hondureño, también retornado, afirmó haber perdido dos anillos valorados en 2,000 dólares y una cadena de oro con un costo aproximado de 3,700 dólares.
“Desde que me detuvieron los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), me dieron un papel y me dijeron que no lo botara, porque las pertenencias las entregarían en Honduras. Ahora me dicen que no las encuentran, que las andan buscando”, relató el hombre.
Equipos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), ante las denuncias presentadas por los hondureños deportados, se desplazaron al lugar para realizar las investigaciones correspondientes.
Ante las denuncias, la hermana Idalina Bordignon, directora del CAMR, negó cualquier responsabilidad del centro en la pérdida de los objetos y afirmó que los paquetes con pertenencias personales llegan sellados directamente desde Estados Unidos.
“Nosotros no estamos aquí para robar, estamos para ayudar. Cada persona recibe un paquete sellado que viene desde Estados Unidos. Este tipo de quejas ocurre con frecuencia, ya que algunos objetos vienen mezclados en empaques de otros retornados. Hay personas honradas que los devuelven, pero no siempre sucede”, explicó Bordignon.
La directora señaló que el CAMR ha solicitado la intervención de la Cancillería de Honduras para que dialogue con las autoridades estadounidenses a fin de esclarecer el origen de los extravíos.
“Cada paquete viene identificado con el nombre asignado por las autoridades de Estados Unidos. Hemos hecho el llamado para que se revise el proceso, ya que los problemas suelen originarse antes de que los migrantes lleguen al país”, añadió.
En lo que va de la semana, más de 900 hondureños han sido deportados desde Estados Unidos, según datos del CAMR. Las deportaciones han aumentado en los últimos meses, con vuelos de retorno que llegan prácticamente a diario.