Los programas quirúrgicos del hospital Ruth Paz se han convertido en un referente de atención médica accesible y especializada en Honduras.
A través del talento nacional y la colaboración con instituciones extranjeras, la fundación ha logrado ampliar el acceso a cirugías complejas y contribuir a reducir la mora quirúrgica.
Entre sus áreas más destacadas se encuentra Ortopedia y Traumatología, dirigido por el doctor Tomás Minueza, quien encabeza un equipo de especialistas en cirugía de columna, reemplazo articular y ortopedia pediátrica.
Minueza compartió que el programa comenzó enfocado en la atención de niños con escoliosis, pero la demanda los llevó a ampliar los servicios a adultos.
Actualmente, el hospital ofrece unas 5,000 consultas en esta especialidad. Las fracturas, cirugías de rodilla, cadera y columna son los procedimientos más frecuentes, con costos por debajo que los del sector privado.
Minueza compartió que una cirugía de escoliosis puede tener un costo de L1.5 millones, pero en el hospital Ruth Paz la familia del paciente solo tiene que cubrir unos L25,000, y en algunos casos son exonerados.
También indicó que en muchos casos los pacientes reciben los implantes ortopédicos de forma gratuita, gracias al programa internacional SIGN, que facilita materiales quirúrgicos para fracturas de fémur, tibia o húmero.
Además, el área de ortopedia cuenta con el apoyo constante de brigadas internacionales que fortalecen la atención y comparten conocimientos con el personal local.
“Las brigadas nos permiten ampliar el alcance y mantener un estándar de atención de nivel internacional. Nuestro objetivo es que cada paciente reciba el mejor tratamiento posible, sin importar su condición económica”, dijo Minueza.
Uno de los casos que refleja el impacto de este programa es el de Imer, quien fue diagnosticado a los dos años con escoliosis, una curvatura anormal de la columna vertebral, por lo que fue sometido a unas ocho cirugías a lo largo de más de una década bajo el cuidado del equipo que dirige Minueza.
Gracias al apoyo de la fundación y las brigadas internacionales, pudo acceder a procedimientos que en un hospital privado habrían sido inalcanzables para su familia.
Hoy, Imer es un adolescente funcional, que asiste al colegio, comparte con sus amigos y se ha convertido en un ejemplo. Durante sus estancias en el hospital, acompañó y animó a otros niños que esperaban cirugía, transmitiéndolas esperanza.
Otro de los servicios emblemáticos del hospital es la cirugía colorrectal pediátrica, dirigido por el doctor Juan Craniotis, cirujano pediatra y director médico de la institución.
Este programa inició en 2013 con el objetivo de atender malformaciones anorrectales en niños, una condición que requiere alta especialización y seguimiento integral.
Desde entonces, más de 600 pacientes pediátricos han sido beneficiados con este tipo de cirugías, logrando reducir el rango de edad de los pacientes intervenidos.
“Al principio atendiamos adolescentes que habían vivido años con colostomías por falta de recursos. Hoy realizamos las cirugías antes del primer año de vida, lo que permite que los niños crezcan con normalidad y se integren plenamente a la sociedad”, explicó Craniotis.
El hospital también realiza procedimientos complejos como la corrección de cloaca y cirugías por enfermedad de Hirschsprung, contando con un equipo multidisciplinario que incluye pediatras, nutricionistas, psicólogos y patólogos especializados.
El impacto de este programa ha contribuido directamente a disminuir la mora quirúrgica en pediatría a nivel nacional. Además, el hospital Ruth Paz ha prestado sus quirófanos en varias ocasiones a centros públicos como el hospital Mario Catarino Rivas.
Craniotis destacó que este es el único centro en Honduras que realiza cirugías de escoliosis con neuromonitoreo intraoperatorio, una técnica avanzada que garantiza mayor precisión y seguridad durante las intervenciones quirúrgicas.
El modelo de atención del hospital se basa en tres pilares: calidad médica, accesibilidad y solidaridad. Los pacientes pagan una cuota de recuperación simbólica que cubre los gastos operativos, mientras que el resto se financia con donaciones, alianzas internacionales y programas humanitarios.
Ambos profesionales expresaron su agradecimiento con los colaboradores, donantes y profesionales que llegan cada año desde el extranjero para que los pacientes tengan una mejor calidad de vida.
Cabe destacar que, desde su apertura en 2011, el hospital ha brindado más de 290,000 atenciones médicas y recibido 370 brigadas internacionales, que han hecho posible más de 1,600 cirugías.
