En el Mario Rivas, a diario se consumen en promedio 70 a 80 unidades o pintas de sangre de todo tipo, y no se diga de plaquetas, que con el dengue y otras epidemias y brotes, eleva la demanda de componentes sanguíneos.
“Esta es una manifestación de los médicos, ellos ya no pueden seguir porque hay seis quirófanos sin utilizar, la central de equipo necesita remodelación y las condiciones actuales no son las adecuadas”, reveló.