Miles de personas murieron en el sismo que devastó Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985 pero muchos héroes surgieron de la tragedia: bebés que sobrevivieron milagrosamente, un cirujano que perdió cuatro dedos y aún trabaja, y 'topos' que rescatan gente alrededor del mundo.
Estas son las historias de algunos de los sobrevivientes y rescatistas del terremoto de magnitud 8,1 cuyo 30 aniversario se recuerda este sábado:
Los bebés de los escombros
Jesús Francisco Rodríguez Santamaría tenía cuatro días de nacido cuándo el sismo demolió el hospital donde se encontraba. Una varilla se clavó en su pequeño pecho. 'Me rescataron con un hilito de vida... esa varilla hacía que llorara y así me escucharon', dice este hombre cuya madre murió en el terremoto.
El presidente de entonces, Miguel de la Madrid, bautizó a los bebés rescatados del Hospital Juárez, 14 en total, como 'Hijos de la Nación'.
Jesús Francisco, que cumplió 30 años el 15 de septiembre, reclama que se les prometió que nada les faltaría, incluso que 'no íbamos a pagar nunca el metro' (subterráneo), pero un fondo especial se acabó justo cuando los chicos estaban por entrar a la universidad.
 Un antes y después del potente terremoto que estremció la capital mexicana dejando miles de muertos.
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Además de la varilla en el pecho, Jesús Francisco, que recientemente ingresó a la carrera de Derecho, sufrió una infección en el fémur, entre otras laceraciones. Él atribuye la fuerza que ganó al amor de sus tíos que lo adoptaron y a la medalla de una virgen que le encontraron en una de sus manitas apretadas cuando lo rescataron. Aún nadie sabe quién se la colocó.
El 'niño terremoto' es otro de los símbolos de aquella gran tragedia que unió al pueblo mexicano. Su historia ha trascendido por las circunstancias en las que nació en aquel fatídico 19 de septiembre de 1985.
Jesús Francisco Flores, de 30 años, confiesa que gracias a su abuela que 'me sacó del vientre del cadáver de mi madre, estoy con vida'. El joven relata que su abuela salió del edificio a comprar leche momentos antes de que la tierra se estremeciera. Al regresar, encontró el inmueble destruído, fallecieron 24 de sus familiares, entre ellos su hija de 17 años que se encontraba embarazada.
'Mi abuela no se movió del lugar hasta encontrar el cuerpo de su hija. Al descubrirlo entre los escombros, vio que tenía los brazos y manos cubriéndose el vientre, dentro del que yo me movía. Mi abuela me contó que con una navaja de rasurar cortó su vientre y me sacó', relató Flores al diario mexicano El Universal.
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Flores se dedica a la política, donde se desenvuelve como diputado suplente. Aseguró que ayudar a la gente es una forma de agradecer el 'haber emergido de los escombros'.
