Con el propósito de reducir la incidencia criminal en las comunidades, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro lanzó hace unas semanas las mesas de seguridad ciudadana, con las que además se pretende crear espacios para la disuasión, control y el combate de los delitos, así como integrar la participación comunitaria, fortalecer la confianza de la población en los entes policiales, fortalecer el hábito de denuncia y prevenir acciones ilícitas en los barrios y colonias del país.
El comisionado de la Policía Hernán Eduardo Sánchez Castillo, director de Asuntos Interinstitucionales y Comunitarios (Daic), habló con LA PRENSA sobre el funcionamiento de las mesas de seguridad y las acciones que ejecutará la Policía Nacional para dar seguridad a la población.
¿Cómo funcionan las mesas de seguridad ciudadana?
Las mesas de seguridad ciudadana son un acercamiento a la comunidad. La Policía Nacional junto con la comunidad hacen relaciones en las cuales hay espacios que interactúan para conocer cuáles son sus problemas, sus necesidades y entre ambos hacen acciones, planes y mantienen una línea estratégica con el fin de buscar la solución a los conflictos locales que se presentan en las diferentes comunidades.
¿Cuántas mesas se han conformado desde que se hizo el lanzamiento del programa?
En este momento tenemos conformadas 665 mesas. Venimos iniciando hace un mes y medio y se estableció a través de la inauguración de la señora presidenta en Santa Bárbara, pero al momento ya se han hecho lanzamientos de diferentes zonas del país. Se tiene planeado tener en todo el territorio una cantidad de aproximadamente 27,000 mesas de seguridad ciudadana que cubran los 298 municipios.
¿En qué zonas están ya conformadas las mesas?
Están en todos los territorios con los lugares intervenidos, en este momento ya tenemos un lanzamiento de las mesas de seguridad ciudadana en los departamentos de Santa Bárbara, Intibucá, Copán y el último en el departamento de Ocotepeque.
¿Cómo ha sido el proceso de conformación?
Primero es la organización comunitaria a través de un voluntariado, lo que conlleva al proceso de capacitación y selección de los actores que integrarán la mesa. La mesa está conformada por 10 personas y hay una gran participación de líderes comunitarios, ya que no solamente es la parte del Gobierno, sino de los particulares, empresa privada, patronatos, juntas de agua, gobiernos locales y otros actores que convergen en estos espacios para en conjunto buscar esquemas de planificación para mejorar las acciones en protección a la vida, así como acciones oportunas para poder reducir el miedo y los factores de riesgo.
Para evitar filtraciones en las mesas ciudadanas, ¿cómo se realiza el proceso de selección de quienes las integrarán?
Hay algunos requisitos, como no tener antecedentes policiales y penales y un punto importante es la idoneidad. A esa persona dentro de los espacios comunitarios la gente lo acepta, ya que lo conocen; además, hay un proceso de certificación a lo interno en el que se desarrolla toda una forma para poder ir haciendo auditorias, para ver si esa persona reúne todas las condiciones propias para pertenecer a la mesa y posteriormente emitirles alguna identificación oficial que lo haga pertenecer no solamente en el ámbito local, sino también en el ámbito nacional que son parte de todo un sistema de integración a la solución de los problemas.
¿Integrarán a más efectivos a la Policía Comunitaria?
En esto estamos toda la Policía, todas las direcciones de la Policía Nacional como un eje transversal estamos cubriendo todo lo que conlleva a tener un espacio de binomio Policía-comunidad, y a través de las mesas de seguridad ciudadana se implementa toda una dinámica en la cual se genera confianza y se tratan temas de confidencialidad. Cada uno de los policías está con la capacidad para poder tener esa conexión y establecer el vínculo Policía- comunidad.
¿Cuáles son los resultados que esperan a través de las mesas de seguridad ciudadana?
Los resultados que se esperan es la participación de la ciudadanía, la generación de acciones preventivas, mejorar la confianza, fortalecer la cultura de la denuncia, el fortalecimiento de la transparencia institucional, pues el policía también tiene que ser responsable para mantener la confianza de la población.
