La motivación de muchos hondureños por superarse y seguir con sus estudios ha sido el motor que mantienen a flote la jornada nocturna en los centros educativos del país.
Durante la pandemia hubo problemas, pero desde este año ya las clases son presenciales.
Esa motivación es la de Dania Gómez, quien a sus 42 años estudia junto con sus hijos en el Instituto Nocturno Polivalente Germania, al sur de la capital.
Para saber
Aunque la jornada se creó para alumnos mayores de 18 años, en la actualidad se aceptan alumnos desde los 14 años que abandonaron sus estudios.
Todos los días, a las 6:00 pm, Dania llega al centro acompañada de sus seis hijos, de los que cuatro estudian en el colegio; los otros dos son los más pequeños que los lleva porque no tiene a alguien que los cuide.
La madre junto con dos de sus hijos (de 22 y 17 años) cursa décimo grado del bachillerato en Informática.Comentó que nunca se imaginó que a su edad continuaría estudiando.
“Comencé en 2019 trayendo a uno de mis hijos que en ese entonces tenía 14 años. Como era muy pequeño me quedaba con él en todas las clases, luego pensé que no había caso solo venir al colegio a cuidarlo y no estudiar, por lo que me matriculé”.
Aunque considera que no ha sido fácil retomar los estudios, la jornada nocturna le ha dado una oportunidad para lograr uno de sus principales sueños, que es ser enfermera, además de enseñarles a sus hijos que cuando se quiere se puede y que con estudios tendrán un mejor futuro. “Mi meta es graduarme y estudiar Enfermería después”, dijo.
" Estamos trabajando en un nuevo currículo para la jornada que facilite el estudio "
Matrícula
En los últimos años, la falta de dinero y la inseguridad han disminuido la matrícula de alumnos en la jornada, que según Educación está lejos de desaparecer, al contrario, buscan fortalecerla.
En todo el país están registrados 301 centros que ofrecen clases de noche, con una matrícula de 10,023 estudiantes. Los horarios son de 6:00 pm a 9:00 pm.
En San Pedro Sula funcionan 15 centros educativos, con 311 estudiantes, en donde imparten clases nocturnas, entre estos el nocturno Cabañas, el instituto Julio Reyes Caballero, la Lily Ayestas de Hernández, Rafael Pineda Ponce, Luz del Saber, Donaldo Sabillón Vásquez y Ramón Amaya Amador. En Cortés hay matriculados 655 estudiantes en 28 escuelas nocturnas.
“La jornada nocturna es un espacio para que muchos jóvenes y adultos que tienen deseos de salir adelante terminen sus estudios”, dijo Maritza Barahona, directora de Currículo y Evaluación de la Secretaría de Educación y maestra desde hace 27 años en la jornada nocturna.
La docente indicó que con el plan de refundación del sistema educativo se fortalecerá la jornada con espacios que sean acordes a las necesidades de los alumnos, que en su mayoría trabajan.
“Estamos trabajando en un currículo flexible con competencias fundamentales de habilidades para la vida, vinculadas al mundo del trabajo, y que no solo sea alfabetización o educación básica, sino que sea vinculante con la educación alternativa no formal”, dijo.
Edwin Hernández, subsecretario de Educación, aseguró que la jornada no cerrará, al contrario, están creando estrategias para incrementar la oferta y dar oportunidades a más jóvenes y adultos que no culminaron estudios.
