Independientemente del partido que gane las elecciones el 30 de noviembre, los precios de los frijoles, maíz, manteca vegetal y todos los productos de la canasta básica no tendrían que dispararse en los próximos doce meses.
La Encuesta de Expectativas de Analistas Macroeconómicos (EEAM) de octubre 2025, publicada por el Banco Central de Honduras (BCH) proyecta que la inflación interanual se mantendrá dentro del rango de tolerancia de durante los próximos doce meses.
“La inflación interanual podría ser 4.61% a diciembre de 2025. Para un horizonte de 12 meses (octubre de 2026) y para el cierre de ese año, (los expertos) estiman que se situaría en 4.56% y 4.55%, respectivamente; y en 24 meses (octubre de 2027) se ubicaría en 4.52%”, indica la encuesta.
Esta encuesta, que no contiene proyecciones oficiales del BCH, es un instrumento generado por esta institución con análisis y opiniones de profesionales calificados en la materia y consultados sobre distintas variables macroeconómicas del país.
Los especialistas coinciden en que la inflación mostrará una tendencia decreciente muy leve, pasando de 4.61% al cierre de este año a 4.56% en octubre 2026 y 4.55% en diciembre 2026, lo que refleja un escenario de baja y estable presión de precios.
Los analistas ubican la proyección dentro del rango meta del BCH y asignan una probabilidad del 79.9% a que la inflación se sitúe entre 4.01% y 5.00% en los próximos 12 meses, mientras que solo 9.5% de los encuestados contempla valores superiores a 5%.
Respecto a la inflación subyacente, la cual excluye alimentos y energía, los expertos estiman 4.94% para diciembre 2025 y 4.92% para octubre 2026, con una probabilidad del 58.7% de permanecer entre 4.01% y 5.00% en el horizonte de 12 meses.
Los encuestados atribuyen esta estabilidad a la aplicación oportuna de medidas de política monetaria y a la reducción de presiones inflacionarias externas, aunque señalan que el alza de algunos bienes importados, materias primas y alimentos podría ejercer cierta presión residual durante 2025, de acuerdo con el documento publicado esta semana.
El BCH utiliza la inflación subyacente para medir presiones de demanda agregada que pueden ser modificadas por la acción de la política monetaria y su indicador excluye 37 bienes y servicios, entre alimentos perecederos no industrializados (excepto carnes), tarifas de energía y combustible.
A menos de 10 días de las elecciones generales, el precio de una carga (200 libras) de maíz blanco fluctuaba entre L1,140 y L1,160 en el mercado Medina Concepción de San Pedro Sula, la carga de frijoles rojos L3,700, de acuerdo con el Sistema de Información de Mercados de Productos Agrícolas de Honduras (Simpah).