Honduras
Acceso con registro
En un mundo cada vez más conectado digitalmente, pero paradójicamente aislado, crece una tendencia que preocupa a psicólogos y expertos en seguridad personal: alquilar amigos virtuales para compartir cargas emocionales.
Por medio de TikTok, redes sociales y en plataformas en línea, muchas personas que sufren problemas emocionales contratan a extraños por hora para que escuchen confesiones íntimas, desde rupturas amorosas hasta ansiedades profundas.
Esta práctica, que promete alivio inmediato por un pago, guarda peligros ocultos: las personas con problemas de soledad se convierten en víctimas de una nueva dependencia emocional, exacerban la ansiedad y depresión, exponen la información personal y convierten a los clientes, no en pacientes, sino en posibles blancos de extorsión y secuestro.
Susan Ocampo, presidenta del Colegio de Psicólogos de Honduras (Copsih), capítulo de Cortés, dice que “este es un tema muy relevante en la actualidad” y explica que “si bien estas plataformas y redes sociales pueden ofrecer una sensación inicial de conexión, existen riesgos significativos para una persona que busca a alguien para confiarle sus problemas emocionales, especialmente si esa persona no es un profesional de la salud mental”.
Quienes ofrecen estos servicios en el mundo virtual, según Ocampo, se caracterizan por falta de profesionalidad y competencia, exponen a las personas a riesgos de privacidad y confidencialidad; vulneran y explotan por los “límites inexistentes y falta de marco ético”.
“Recurren a este tipo de personas que no son psicólogos, no tienen la formación o licencia profesional necesaria. Esto puede llevar a que ofrezcan consejos mal informados, simplistas o, peor aún, que exacerben el problema emocional en lugar de ayudar. Podrían intentar ‘diagnosticar’ la situación basándose en información limitada, lo que puede causar confusión, miedo o llevar a la persona a rechazar la ayuda profesional real", advierte.
Para la presidenta regional del Copsih, "las redes sociales no son entornos confidenciales: existe un riesgo real de que la información compartida se filtre, se comparta con terceros o se use fuera de contexto, lo que puede provocar vergüenza, daño a la reputación o consecuencias sociales/laborales”.
"El contenido compartido (mensajes, audios, capturas de pantalla) puede ser fácilmente guardado y utilizado en el futuro, perdiendo la persona todo control sobre su historia. Al compartir una profunda vulnerabilidad, la persona se expone al riesgo de ser manipulada o explotada por individuos con malas intenciones (depredadores, estafadores, o personas que buscan drama)".
"Si encuentran a alguien que parece ayudar, pueden desarrollar una dependencia emocional con una persona que no tiene la estructura para manejarla, en lugar de aprender a desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables e independientes”, dice.
Este fenómeno empezó a ganar notoriedad alrededor de 2012 en Japón, cuando aparecieron las primeras plataformas que ofrecían acompañamiento virtual o presencial a personas solas o con dificultades sociales.
Empresas como Rent-a-Friend o Client Partners popularizaron la idea de pagar por alguien que escuche, comparta una cena o incluso asista a eventos familiares, fingiendo ser un amigo cercano. Lo que parecía una solución temporal para la soledad se transformó en una industria multimillonaria.
Con la expansión de la conectividad y las redes sociales, este modelo pasó al formato digital y hoy existen cientos de sitios web y aplicaciones en Estados Unidos, Europa y América Latina que ofrecen amigos de alquiler por hora. Entre las más conocidas están RentAFriend.com, rentacyberfriend.com. En estas plataformas, los usuarios pagan desde $10 hasta $50 por una conversación telefónica o una videollamada de una hora.
Por ejemplo, en el sitio RentAFriend.com, hay 16 hondureños que ofrecen sus servicios para personas de San Pedro Sula, 23 para clientes de Tegucigalpa. Quienes deseen contactarlos deben pagar con tarjeta de crédito en esos sitios virtuales el plan estandar de $19,99 o el Premium por $99.99 seis meses.
En América Latina, esta tendencia comenzó a tomar fuerza en ciudades como México, Buenos Aires y Santiago. En algunos casos, los servicios han operado a través de redes sociales o por medio de publicidad informal, como está ocurriendo en Honduras, donde algunos usuarios de TikTok anuncian: “Me rento para escuchar tus problemas” a cambio de un pago en lempiras o dólares.
En el país, la Ley Orgánica del Colegio de Psicólogos de Honduras es el marco legal que regula el ejercicio de la profesión de psicólogo; establece las normas, la ética y las responsabilidades, la estructura y funciones de la organización gremial. Sin embargo, no existe una ley que tipifique el delito de intrusismo profesional a personas que realicen labores similares en plataformas digitales.
“Es algo que nos preocupa desde el Colegio de Psicólogos de Honduras, no es solo la usurpación del título, sino la puesta en riesgo de la salud mental de las personas. Los verdaderos profesionales hemos invertido años en formación y supervisión para garantizar una intervención segura y eficaz, las personas que ofrecen servicios terapéuticos en línea sin licencia profesional, no solo está cometiendo un acto ilegal, sino que está vendiendo una ayuda incompleta que puede causar un daño en el paciente por el cual ya iba previamente a terapia”, dice Ocampo.
Las personas que dicen estar dispuestas a escuchar y encontrar problemas lo hacen como amigos virtuales y no expresan que son psicólogos, pero algunos prometen un "trato profesional" al cliente.
"Soy una persona bastante atenta a la cual le gusta escuchar historias y los problemas de los demás, así mismo, me gusta aconsejar de una forma bastante profesional para ayudar en cualquier problema que te encuentres. Me gusta mucho la música, en especial la música clásica, metal sinfónico y pop. Soy un amante de los gatos y me encanta cuidar de los animales en general. Seré tu mejor amigo en todos los ámbitos posibles, mientras tú seas sincero, no habrá ningún problema", así se describe en RentAFriend.com, Day-B, un hondureño que se ofrece como amigo virtual.
La industria de rentar amigos o alquiler de amigos es un nicho emergente dentro de un mercado amplio de servicios de compañía virtual o apoyo emocional digital que gana fuerza en el mundo por diferentes causas, entre ellas, la soledad en la cual se encuentran millones de personas en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó a finales de julio de 2025 el informe De la soledad a la conexión social, el camino hacia sociedades más saludables, en el cual expone que "entre 2014 y 2023, una de cada seis personas del planeta se sentía sola".
"La desconexión social aumenta el riesgo de muerte; de hecho, la soledad provoca 871,000 muertes al año (2014-2019). La desconexión social también puede causar cardiopatías, ictus, depresión y ansiedad. Por tanto, la conexión social es esencial para mantener la salud. Al margen de la salud, la desconexión social puede provocar dificultades en el ámbito escolar, universitario o laboral y descomponer el tejido de las comunidades y las sociedades", dice esa organización.
Para no correr riesgos con desconocidos que no tienen formación académica en la materia, las personas con problemas emocionales pueden acudir a consultorios privados en cualquier parte del país; en San Pedro Sula, al Hospital San Juan de Dios, Hospital Mario Catarino Rivas, Centro de Salud Paz Barahona, macro distritos (Las Palmas, Ribera Hernández, Cofradía), también, llamar al 150, número del Teléfono de la Esperanza. El Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa) atiende a personas con problemas de adicciones de manera ambulatoria.
Desde la pandemia covid-19, psicólogos atienden de manera virtual o presencial, a través de Instagram y Facebook. Estos profesionales cuentan un directorio de salud mental (@directoriomentalhn) en el cual están hay más de 200 psicólogos distintas especialidades que ofrecen sus servicios.