Mientras persiste la falta de reglamentación sobre el voto en el extranjero, el nombre de Zulmit Rivera Zúñiga comenzó a ganar relevancia en relación con la coordinación de dicha actividad clave previo a las elecciones generales en Honduras.
Rivera Zúñiga fue juramentada recientemente como vicecanciller de Asuntos Migratorios y Consulares tras la sorpresiva renuncia de Antonio García.
La funcionaria es esposa del comisionado del Registro Nacional de las Personas (RNP), Óscar Rivera, quien es representante del partido Libertad y Refundación (Libre) en dicha entidad.
Su posible designación genera cuestionamientos porque sería la responsable de coordinar los comicios hondureños en Estados Unidos, pese a que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aún no aprueba el reglamento oficial.
Días atrás, la presidenta del CNE, Cossette López, adelantó que ya se elaboraron borradores de al menos seis reglamentos, entre ellos el del voto en el exterior, pero admitió que el documento definitivo continúa en discusión.
Zúñiga no es una figura desconocida en el ámbito político. Militante activa del Partido Libertad y Refundación (Libre), combina ahora sus funciones en la Cancillería con responsabilidades dentro del Instituto Nacional de la Juventud (Injuve).
Para sectores opositores, esta cercanía partidaria, sumada a su vínculo familiar con un alto funcionario del RNP, representa un riesgo de parcialidad en el proceso electoral.
La diputada nacionalista y candidata a designada presidencial, María Antonieta Mejía, denunció que desde hace meses vienen pidiendo explicaciones sobre más de 450,000 identidades emitidas en Estados Unidos, de las cuales alrededor de 250,000 siguen sin ser entregadas.
“Hoy todo cobra sentido: el control político de las identidades y el padrón en el extranjero está en manos de un combo familiar al servicio del oficialismo. Esto es una amenaza al voto de los hondureños en el exterior”, afirmó.
No es la primera vez que el tema genera polémica. En junio, el presidente de la Fundación 15 de Septiembre, Juan Flores, denunció la retención masiva de documentos en consulados estadounidenses.
En ese momento, el vicecanciller Antonio García reconoció el problema, pero lo atribuyó a la falta de interés de los connacionales por recoger su Documento Nacional de Identificación (DNI).
El candidato liberal Germán Lobo también expresó su preocupación: “Estamos hablando de más de 400,000 hondureños habilitados para votar, y no todos han recibido su identidad. Eso abre la puerta a la manipulación del proceso y podría definir el resultado de las elecciones”.
En medio de las críticas, la directora de Foprideh, Melissa Elvir, llamó a la Cancillería y a las representaciones diplomáticas a garantizar la transparencia del proceso. “Esperemos que se respete la voluntad de la ciudadanía”, enfatizó.
De mantenerse el cronograma electoral, cerca de 400,000 hondureños en Estados Unidos estarían habilitados para votar en las elecciones generales del 30 de noviembre de 2025, una cifra que podría inclinar la balanza en un escenario político tan cerrado como el de Honduras.