El ingreso récord de remesas, que superan los $11,000 millones, impulsó el consumo de bienes y servicios y permitió que la economía de Honduras cierre 2025, con crecimiento superior al de muchos de América Latina.
Con esa inyección de divisas aportadas por más de un millón de connacionales en el exterior, Honduras y tres economías de Centroamérica concluyen el año con un desempeño económico que supera el crecimiento regional, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, publicado a mediados de diciembre por la Cepal, proyecta que Costa Rica cerrará el año con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 4%, Guatemala con 3.9%, Honduras con 3.8% y Panamá con 3.8%. En tanto, El Salvador y Nicaragua registrarán una expansión de 3.5% cada uno.
En contraste, la Cepal estima que el PIB regional de América Latina crecerá 2.4% en 2025 y de 2.3% en 2026, tasas que completarán una secuencia de cuatro años con porcentajes cercanos al 2.3%. Este comportamiento confirma que la región "la región continúa en una trampa de baja capacidad para crecer".
Uno de los principales factores que impulsó la economía hondureña en 2025 es el consumo privado, potenciado por el ingreso sin precedentes de $11,105.7 millones en remesas, procedentes en su mayoría de Estados Unidos.
Según la Cepal, mientras economías como Brasil, México y República Dominicana enfrentaron una desaceleración del consumo privado y de la formación bruta de capital fijo, reflejo del menor dinamismo de la demanda interna, países como Colombia y Honduras mostraron un comportamiento distinto.
En el caso hondureño, "el consumo privado se fortaleció significativamente, apoyado por mayores remesas, incrementos salariales y transferencias públicas, por lo que se convirtió en el principal motor de la aceleración económica", de acuerdo con ese organismo.
La Cepal atribuye parte de este dinamismo al reajuste salarial aplicado en el sector público, que representó un aumento mensual de L1,400 para los empleados del Estado, medida que elevó el poder adquisitivo de miles de hogares.
Cepal también destaca que, junto al consumo interno, el desempeño exportador contribuyó a sostener la expansión económica en Honduras. La venta de bienes manufacturados, café y otros productos agropecuarios permitió apuntalar la actividad productiva.
Al igual que Cepal, el Banco Central de Honduras (BCH) plantea que "durante 2025, la actividad económica hondureña se ha mantenido sólida y resiliente ante choques internos y externos, alcanzando un crecimiento de 4.6% en el primer semestre del año (4.1%, en el mismo periodo de 2024)".
El BCH indica que el consumo privado, más gasto público (principalmente gasto social) e inversión pública y la recuperación de las exportaciones impulsaron la economía.