Un grupo de aproximadamente 100 personas, que se identifican como campesinos, invadió este jueves la Finca Agrícola Blanca, ubicada en la comunidad de El Tumbador, sector Chapagua, municipio de Trujillo, departamento de Colón, en el norte de Honduras.
De acuerdo con información recabada en el lugar, el grupo de ocupantes, integrado por hombres y mujeres, ingresó a los predios, propiedad del empresario y político Óscar Ramón Nájera, portando machetes y palos. Los participantes aseguraron que su acción se sustenta en su presunta afiliación a una plataforma agraria, mediante la cual reclaman derechos sobre las tierras.
La propiedad tiene una extensión aproximada de 656 hectáreas. Hasta esta tarde, los ocupantes se mantenían dentro del perímetro de la finca, mientras agentes policiales vigilaban la zona con el fin de prevenir enfrentamientos o hechos de violencia.
Esta nueva ocupación se suma a los conflictos agrarios que históricamente han afectado al departamento de Colón, donde la tenencia de la tierra continúa siendo un punto crítico de tensión entre grupos campesinos y propietarios privados.
Ya había sido invadida
El hecho no es aislado para los dueños de la propiedad. El 26 de enero de 2022, la Finca Agrícola Blanca fue invadida por integrantes del Movimiento Unificado Campesinos del Aguán (Muca).
Posteriormente, el 17 de enero de 2024, los ocupantes fueron desalojados tras una orden judicial, luego de casi dos años de ocupación, lo que permitió la restitución de la finca a su propietario.
Tras ese desalojo, la zona permaneció bajo un clima de tensión. Reportes locales advertían sobre una posible reocupación, la cual se concretó con la incursión de este nuevo grupo este jueves.
Según información recopilada en el sitio, quienes ahora reclaman la propiedad serían miembros de la Cooperativa 19 de Abril, quienes argumentan que parte de las tierras les pertenece, amparados en una escritura que aseguran tener en su poder.
En un hecho reciente relacionado con conflictos agrarios en Colón, el pasado 8 de diciembre la finca Camarones, ubicada en la aldea Quebrada de Arena, municipio de Tocoa, fue desalojada por la Policía tras una orden judicial. En ese predio permanecían asentadas aproximadamente 200 familias campesinas.
Las familias, que residían en el lugar desde hacía varios años, intentaron resistir el desalojo; sin embargo, tras enfrentamientos con agentes policiales, que dejaron civiles y uniformados heridos, la propiedad fue finalmente liberada.