El Distrito Central es una de las zonas más afectadas de Honduras por las recientes lluvias, con derrumbes, deslizamientos, socavones, viviendas dañadas y caída de árboles.
El último reporte de las autoridades municipales cifraba en aproximadamente 5,000 la cantidad de afectados. Actualmente, la ciudad se encuentra en alerta roja por la saturación de los suelos y las lluvias que persistirán para este fin de semana, según el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).
Las lluvias provocadas por una vaguada en altura, combinada con la humedad proveniente del océano Pacífico y el mar Caribe, han causado graves daños materiales en gran parte de Honduras.
Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (Copeco), hasta el viernes se registraban 28,926 personas afectadas, de las cuales 2,490 fueron damnificadas y 360 evacuadas.
En total, 2,033 viviendas resultaron dañadas y 73 quedaron destruidas. Se reportaron 361 incidencias entre deslizamientos, inundaciones, derrumbes, caída de árboles y colapsos de muros en al menos 70 municipios de 15 departamentos.
Entre el 29 de septiembre y el 17 de octubre, 91 comunidades quedaron incomunicadas, principalmente en Victoria, Yoro, donde hubo 42 barrios y colonias afectados. En Alianza, Valle, 14 zonas resultaron dañadas, con pérdidas totales en viviendas de la comunidad de Los Amates.
La alcaldía Distrito Central informó que la noche del 16 de octubre se registraron incidencias en 12 sectores de la capital. Entre ellos se mencionan Río Abajo, donde se registraron carros y viviendas inundadas; El Reparto Abajo, colonia Smith, La Guillén, La Cantera y colonia Ramón Amaya Amador.
Otros sectores como la Primero de Diciembre, El Durazno, Las Vegas del Country y aldea Guangololo también reportaron inundaciones. Actualmente, hay 1,105 personas albergadas en 25 albergues habilitados por la alcaldía.
Destrucción: capitalinos narran una noche aterradora
“Esto nunca lo habíamos visto antes, ni cuando el huracán Mitch (1998)”, recordó Sendy Valeriano, quien trataba de limpiar, sacando cantidades de lodo acumuladas en los rincones de su casa con baldes.
Los vecinos de la aldea Río Abajo vivieron momentos de angustia y desesperación al ver que sus casas se inundaban por las embravecidas corrientes de la quebrada, sepultando sus pertenencias bajo el lodo en cuestión de minutos y arrastrando todo a su paso.
Valeriano recordó que todo sucedió en un instante, perdiéndolo todo. “Solo me dio tiempo de correr al segundo piso... no salvé nada”, dijo con la voz entrecortada, mientras vaciaba un balde en una de las cunetas, en su afán de limpiar su casa que quedó entre los escombros.“La ropa que ando puesta es lo que tengo, lo perdí todo”, narró la entrevistada con sus ojos llenos de lágrimas.
Sendy solo es un ejemplo de la angustia que vivieron varias familias de al menos 10 viviendas que fueron inundadas en la zona de Río Abajo, ubicada en el kilómetro 11 de la carretera a Olancho, por el desbordamiento de la quebrada que pasa por el sector.
Según testimonios de los afectados, fue un momento difícil de impotencia al ver que las corrientes destruyeron todo. Varios vehículos quedaron amontonados unos sobre otros, luego de ser arrastrados por las corrientes.
Durante la presente semana se han reportado constantes aguaceros en la capital hondureño, pero la noche del jueves se intensificaron, dejando una estela de daños y afectaciones.
Aunque en Río Abajo no se reportan víctimas mortales, los daños materiales son incalculables. Algunos propietarios tratan de sacar sus vehículos entre los escombros y corrientes de agua.
La acción se realizaba con suma urgencia no solo para recuperar los automóviles, sino para dejar libre el cauce de la quebrada. Las tormentas torrenciales del 16 de octubre que dejaron acumulados de hasta 120 milímetros de agua también afectaron a varias viviendas de la colonia Primero de Diciembre, donde habitantes sufrieron pérdidas materiales al subir el agua a más de un metro de altura en las casas.
El alcalde Jorge Aldana informó que las pérdidas económicas superaban los 300 millones de lempiras, aunque faltaban por contabilizar las afectaciones del jueves y viernes pasado.
Los daños se concentran principalmente en infraestructura vial, viviendas, caída de árboles y rupturas de tuberías en distintos sectores de la capital. Carlos Bonilla, vocero del Cuerpo de Bomberos de Honduras, informó que se atendieron incidencias en distintos sectores de la capital hondureña.
“Hemos estado atendiendo derrumbes en la colonia La Pradera, Lolo y El Contador, además de inundaciones en la colonia Ramón Amaya Amador, La Smith, Santa Isabel, aldea Cerro Grande, aldea Río Abajo y El Carrizal número dos”, detalló el teniente.
Bonilla reportó árboles caídos en la colonia Ramón Amaya Amador, en la aldea El Chimbo y en el kilómetro 6 hacia La Tigra. Además, se habilitaron vías entre Santa Lucía, Valle de Ángeles y Tegucigalpa para garantizar el paso vehicular.
Por otra parte, en la carretera de Valle de Ángeles hacia Tegucigalpa se formó un socavón en el carril de ingreso a la capital, por lo que Bonilla pidió a los conductores circular con precaución debido al hundimiento y desprendimiento de piedras y tierra.
Cenaos pronosticó que las lluvias continuarán en las regiones centro, sur y occidente de Honduras debido a una vaguada en superficie y la convergencia de vientos del Caribe y el Pacífico.
Para la tarde del sábado se esperan lluvias y chubascos de débiles a moderados, acompañados de actividad eléctrica. Ante esta situación, las autoridades elevaron a alerta roja los municipios del Distrito Central, Choluteca, Marcovia y Alianza, y extendieron la alerta amarilla en varios departamentos, mientras que Copán, Santa Bárbara y Olancho permanecen en alerta verde.
Según el jefe de Cenaos, Francisco Argeñal, las lluvias dejarán entre 20 y 30 milímetros de acumulación. Para el domingo se prevé una disminución, aunque las precipitaciones regresarán la próxima semana.