El vicepresidente del Congreso Nacional y dirigente del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rasel Tomé, reaccionó este martes a los resultados electorales que sitúan a Rixi Moncada en un distante tercer lugar con 359,584 votos, difundiendo una extensa carta dirigida a la militancia de su partido.
En el documento, Tomé reconoció la derrota del Partido Libertad y Refundación (Libre) y aseguró que “los únicos responsables de esta dolorosa derrota son quienes han tenido el honor de dirigir el Partido y el Gobierno”.
En la carta, Tomé también señala que el revés electoral no debe atribuirse a factores externos, sino a errores internos cometidos por la dirigencia. “Se fueron alejando, poco a poco, del sentir de la gente. Dejaron de escuchar el latido de la calle, la preocupación de la madre en el mercado, el reclamo justo de los jóvenes por oportunidades, la exclusión de la base genuina del Partido”, criticó.
Finalmente, Rasel se refirió al nuevo panorama político nacional, asegurando que el triunfo de “las derechas corruptas” no será permanente.
Carta íntegra de Rasel Tomé
Carta Para el Pueblo Hondureño
Tegucigalpa MDC, 02 de diciembre de 2025.
El pueblo es sabio
A mis queridas compañeras y compañeros de lucha, a la valiente militancia del Partido Libre y al noble pueblo de Honduras.
Les escribo hoy con el corazón en la mano, con la humildad de quien acepta la voluntad del pueblo y con la convicción inquebrantable de que nuestro sueño sigue vivo. El pueblo es sabio. Siempre lo hemos dicho y hoy, más que nunca, lo afirmamos con profundo respeto. En un acto de soberanía, Honduras ha hablado a través de las urnas, y su voz, para nosotros, es sagrada. Aceptamos su decisión con todo nuestro amor y con el compromiso de entender el mensaje que nos ha enviado.
No busquemos excusas ni culpables donde no los hay. Seamos valientes para mirar hacia adentro y decir la verdad, aunque duela. Y la verdad es esta: los únicos responsables de esta dolorosa derrota son quienes han tenido el honor de dirigir el Partido y el Gobierno. El pueblo no se equivocó. Quienes se equivocaron fueron ellos. Se fueron alejando, poco a poco, del sentir de la gente. Dejaron de escuchar el latido de la calle, la preocupación de la madre en el mercado, el reclamo justo de los jóvenes por oportunidades, la exclusión de la base genuina del Partido. Dejando olvidada la promesa de refundación que quedó atrapada en los pasillos del poder. Asumir esta responsabilidad es el primer paso, el más difícil, pero el más necesario, para poder levantarnos de nuevo.
A ustedes, heroica militancia, que han sufrido gaseadas, represión, dejando sudor y lágrimas en cada calle, en cada barrio, en cada aldea, les digo: sé lo que sienten. Siento en mi espíritu este brutal golpe que nos ha sacudido a todos y que parece detener, por ahora, nuestro sueño de una patria diferente. Es un dolor profundo, una tristeza que nos oprime el pecho. Permítanse sentirla, permítanse llorar, porque solo quien ama una causa con toda su fuerza puede sentir una derrota de esta manera. Pero que nuestras lágrimas de hoy sirvan para regar la semilla de la victoria de mañana.
Quiero que escuchen bien esto: ¡las derechas corruptas no estarán por siempre en el poder! Su triunfo es temporal, porque su proyecto es el de unos pocos, el del privilegio y el olvido de las mayorías. No tienen la fuerza moral ni el amor del pueblo para sostenerse. Pero no caerán por sí solos. Caerán cuando nosotros, unidos, fuertes y con la sabiduría, nuevamente los derrotemos. Por eso, es tiempo de reunirnos. Es tiempo de que hagamos catarsis juntos, de que nos abracemos, de
que compartamos el dolor para transformarlo en coraje. Y allí estaré con ustedes. Les juro que recorreré cada municipio, cada rincón de nuestra tierra, no para dar discursos, sino para escucharlos. Para mirarlos a los ojos, para comprometernos y hombro a hombro reconstruir la confianza que se ha dañado. Les prometo con mi fidelidad de siempre que volveremos.
La renovación se realiza desde las bases, desde abajo, con liderazgo, que huela a pueblo, consciente de que gobernar es obedecer. Liderazgos que no se mareen con el poder, que no se olviden nunca de que el país le pertenece al pueblo.
Compañeras y compañeros, hermanos y hermanas de lucha: la noche parece oscura, pero no olvides que el amanecer siempre es inevitable. La historia nos ha demostrado que las grandes causas, como la nuestra, siempre enfrentan grandes pruebas. Esta es la nuestra. Les invito a que aceptemos este desafío. Actuaremos como jaguar abrigados con la firmeza de nuestros principios; nuestra bandera estará nuevamente en los más altos sitiales de la nación.