Gráficos: Así se va conformando el Congreso Nacional 2026-2030
El nacionalismo recupera el control legislativo con un Partido Liberal fortalecido y un Libre debilitado, según la última actualización del CNE
- Actualizado: 01 de diciembre de 2025 a las 15:59 /
Los resultados preliminares de las elecciones legislativas están configurando un giro en el poder político del país con el Partido Nacional perfilándose como el gran vencedor del próximo Congreso Nacional.
Con 50 curules aseguradas, los nacionalistas se colocan como la bancada más nutrida y se posicionan como los árbitros del juego político, capaces de decidir —según con quién se alíen— la ruta legislativa, las reformas constitucionales e incluso el destino de las promesas de cambio hechas en 2021.
A este repunte se suma un Partido Liberal revitalizado, que pasa de 22 a 40 diputados, convirtiéndose en la segunda fuerza del hemiciclo y en el aliado natural para una oposición que ahora es mayoría. Entre ambos acumulan 90 votos, siendo 86 la cifra mágica para reformar la Constitución y abrir o cerrar compuertas de poder según convenga.
Libre, en cambio, sufre un retroceso histórico. De haber dominado el Congreso anterior con 50 escaños, cae a 34 diputados, perdiendo 16 posiciones y el liderazgo parlamentario que hasta hace poco parecía consolidado.
En el Congreso Nacional, la aprobación de leyes ordinariaso decisiones internas requieren una mayoría simple de 65 votos.
Aunque parece una meta alcanzable, el sistema electoral hace que ningún partido llegue a ese número por sí solo, debido a la distribución de curules entre varias fuerzas políticas, incluyendo partidos minoritarios como la Democracia Cristiana (DC) y el PINU en este caso.
Para decisiones de mayor impacto, como modificar la Constitución o elegir a altos funcionarios, la ley exige una mayoría calificada de 86 votos.
Esta cifra es aún más difícil de reunir sin acuerdos previos entre las bancadas, por lo que las alianzas y negociaciones se vuelven inevitables dentro del hemiciclo. Sin embargo, esa obligación de pactar choca con la polarización política y la falta de consensos.
El panorama que muestran los resultados preliminares de diputaciones en el CNE, indica que la fuerza oficialista estaría obligada a negociar desde la debilidad, sin control legislativo y con una oposición dispuesta a revertir las transformaciones que promovió desde 2022.
Departamentos
El mapa político del Congreso Nacional 2026-2030 muestra una recomposición del poder territorial, con el Partido Nacional y Liberal como principal beneficiado en departamentos clave y el oficialismo de Libre enfrentando un retroceso marcado incluso en zonas que antes eran consideradas bastiones.
En Cortés, el departamento con mayor peso electoral, los liberales consiguieron 10 de las 20 diputaciones en disputa, mientras que el Partido Nacional obtuvo cinco escaños y Libre solo tres, dejando a la Democracia Cristiana y al PINU con un diputado cada uno.
Un escenario similar se observa en Francisco Morazán, donde el Partido Nacional mantiene nueve diputados, el Partido Liberal avanza hasta siete y Libre se reduce a cinco curules, acompañado también por un diputado de DC y otro del PINU.
La disputa territorial continúa intensa en departamentos históricamente dominados por el oficialismo. En Santa Bárbara, la representación se reparte con cuatro diputados para el Partido Nacional, cuatro para Libre y uno para los liberales, un equilibrio que se replica parcialmente en Choluteca, donde el Partido Nacional se adjudica cuatro curules, el Partido Liberal tres y Libre dos.
En Atlántida se registró un triple empate, ya que se registran tres diputaciones para liberales, tres para nacionalistas y dos para Libre.
El retroceso de Libre se vuelve más claro al observar Colón, Olancho y Yoro, departamentos donde había liderado en elecciones pasadas. En Colón, el Partido Nacional gana dos de los cuatro escaños y el resto se divide entre Liberal y Libre.
En Olancho, Nacional y Liberal empatan con tres diputados cada uno y Libre queda con uno, mientras que en Yoro la representación es equitativa debido a tres curules para cada uno de los tres partidos principales.
En zonas más pequeñas del país también se registran cambios relevantes, pues en Ocotepeque Libre queda fuera de la representación, repartiéndose un escaño entre liberales y nacionalistas.
En Valle se repite la tendencia favorable a la oposición con dos curules para el Partido Nacional y uno para cada uno de los partidos Liberal y Libre.
En Lempira, Libre logra mantenerse con dos diputaciones, pero sin ventaja, pues el Partido Nacional también obtiene dos y el Liberal una. Tanto en La Paz como en Intibucá el reparto es igual, con un diputado por cada partido tradicional.
Los departamentos con menor representación también se alinean con el avance de las fuerzas opositoras. En Gracias a Dios la única diputación fue adjudicada al Partido Liberal y en Islas de la Bahía al Partido Nacional, mientras que en El Paraíso, de seis curules, el Partido Nacional se adjudica tres, Libre dos y el Partido Liberal uno.
El avance del Partido Liberal, combinado con el sostenimiento del Partido Nacional y la caída de Libre en casi todo el país, obliga a un escenario legislativo donde las alianzas serán inevitables, según expertos.
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Con este escenario, el abogado y analista político Germán Licona señaló que ahora existiría una oportunidad para aprobar reformas que garanticen mayor seguridad jurídica y electoral, incluyendo mecanismos que impidan que las cúpulas militares vuelvan a intervenir o poner en duda la transparencia de los procesos electorales.
Entre los cambios más urgentes, Licona mencionó la elección de segundo grado de altos cargos del Estado (como magistrados de la Corte Suprema de Justicia, autoridades del Tribunal Superior de Cuentas y fiscales del Ministerio Público), sectores que, según dijo, deben ser “robustecidos” para frenar la instrumentalización partidaria de las instituciones públicas.
Licona enfatizó que el próximo Congreso tiene la responsabilidad histórica de devolverle estabilidad y confianza al país. “Es obligatorio que ya no caigamos en los errores del pasado. Las reformas se tienen que hacer para respirar una democracia sin extremos y para que quienes gobiernen entiendan que se deben al pueblo, no a los caciques que han debilitado el Estado de Derecho”, expresó.
Rostros
Entre los nacionalistas que vuelven al Legislativo destacan Tomás Zambrano, Marco Midence, Kilvett Bertrand, Arnold Pineda y Lissi Cano, voces duras y experimentadas en el manejo institucional.
En el liberalismo regresan o se consolidan figuras de fuerte presencia pública y nuevas caras como Carlos Umaña, Yuri Sabas, Iroshka Elvir y Oswaldo Ramos Soto (hijo).
Mientras que en Libre, el cociente electoral salva candidaturas con bajo respaldo directo, como el caso de Isis Cuéllar, y se suman conocidos como Hugo Noé Pino y Scherly Arriaga.
Los partidos minoritarios, DC y Pinu, también juegan aportando sus votos (dos cada uno) para completar mayorías especiales.