Generación X, dueña de las alcaldías: qué edades gobernarán los municipios

La generación X —alcaldes de 45 a 60 años— volverá a dominar el mapa municipal 2026-2030, reflejo de un patrón de reelección, mientras la verdadera irrupción juvenil ocurre en el Congreso Nacional

Generación X, dueña de las alcaldías: qué edades gobernarán los municipios
  • Actualizado: 11 de diciembre de 2025 a las 15:11 /
Tegucigalpa, Honduras.

Honduras está a las puertas de iniciar un nuevo ciclo municipal durante el periodo 2026-2030, pero lejos de un relevo generacional, las alcaldías siguen siendo territorio de líderes mayores, con trayectorias largas y alta capacidad de retener poder.

Así lo muestra un análisis de LA PRENSA Premium, donde se evaluaron las edades de los alcaldes que están ganando en 238 municipios del país, (los 26 restantes no se tomaron en cuenta ya que están en márgenes estrechos que una sola acta con inconsistencia podría cambiar ganador).

Según el análisis a partir de los resultados preliminares del Consejo Nacional Electoral (CNE), un total de 159 alcaldes electos pertenecen a la generación X (nacidos entre 1965 a 1980), convirtiéndose en el grupo dominante.

En contraste, apenas 81 alcaldes pertenecen a la generación millennial (nacidos entre 1981 y 1996), solo cuatro son de la generación Z —los más jóvenes del mapa político, nacidos a partir de 1997—, y 28 todavía provienen de la generación baby boomer (1946-1964).

Lo anterior significa que el 67% de los alcaldes que van ganando (omitiendo los 26 pendientes) tienen entre 45 y 60 años, mientras que la segunda generación que lidera es la millennial.

Lo curioso es que en el Congreso Nacional es al revés, el peso de los millenials crece (con 66 diputados) y la segunda que lidera es la generación X (con 46 parlamentarios), hombres y mujeres nacidos entre 1965 y 1980, que hoy tienen entre 44 y 59 años.

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¿A qué se debe?

Para el analista político y experto en desarrollo local Germán Licona, en las elecciones del 30 de noviembre los hondureños enviaron un mensaje contundente sobre la renovación del liderazgo, pero se enfocaron más en el Congreso Nacional que en las alcaldías (aunque hubo excepciones).

"La verdadera disputa se centró en el Congreso Nacional, el único poder de decisión, el primer poder del Estado, donde la juventud buscó desplazar a las oligarquías políticas que se han entronado por décadas", señaló.

Sin embargo, a nivel de municipalidades mencionó el caso de Quintín Soriano, en Choluteca, quien luego de 16 períodos fue desplazado por su contrincante nacionalista Eber Aplícano, de 35 años.

Al analizar los rangos de edad, se encontró que solo 4 alcaldes tienen entre 20 y 29 años, mientras que 49 se ubican entre los 30 y 39 años. Lo grueso se concentra entre los 40 y 49 años (102 alcaldes) y entre los 50 y 59 años (80 alcaldes).

Otros 32 tienen entre 60 y 69 años, y 5 superan los 70.

Según los datos analizados por este medio, el alcalde más joven electo es Abi Merari Martínez Guzmán, de 26 años (generación Z), quien asumirá la alcaldía de San Isidro, en el departamento de Intibucá, tras su primera participación en unas elecciones.

Por otro lado, el alcalde electo de mayor edad es Gustavo Adolfo Delcid Romero, de 79 años, reelecto en el municipio de Magdalena, también en Intibucá.

Para Licona, el comportamiento del electorado demuestra que el país está entrando en un ciclo donde la ciudadanía exige coherencia, integridad y ruptura con los viejos pactos que han marcado la política hondureña.

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Reelección

Aunque Honduras experimenta tensiones políticas crecientes, en el nivel municipal persiste el patrón histórico de la reelección, que continúa siendo una práctica común y poderosa.

Los datos muestran que 184 de los 298 alcaldes lograron su reelección, lo que equivale al 62% de todas las municipalidades del país.

Este comportamiento tampoco es homogéneo entre partidos, pues en el Partido Nacional, aunque en términos porcentuales no es el que tiene mayor tasa de reelección (65%), sí es el que más alcaldías está ganando y el que más alcaldes reelectos colocará para el período 2026-2030.

Según analizó este medio, un total de 88 alcaldes están siendo reelectos y 47 son nuevos. Esto es, en efecto, la maquinaria municipal más fuerte del país.

El Partido Liberal, por su parte, presenta la tasa de reelección más alta, con un 73% de sus alcaldes repitiendo. En el caso del partido Libertad y Refundación (Libre), pese a su fuerza nacional, mantiene una tasa de reelección del 67%, ligeramente por debajo del liberalismo.

En total, 247 alcaldes buscaron la reelección, pero solo 184 (76%) lo están consiguiendo.

Cuando se observa por departamentos, encontramos que zonas como Copán, Atltlántida, Olancho, Comayagua y Cortés presentan altas concentraciones de alcaldes reelectos, muchos de ellos con más de dos o tres períodos consecutivos.

Para el analista político y abogado Rafael Jeréz, la capacidad de los alcaldes para reelegirse en Honduras está vinculada al funcionamiento del sistema electoral y al acceso a recursos institucionales.

Según Jeréz, mientras los diputados compiten principalmente con base en su popularidad y en la estructura de su planilla, los alcaldes cuentan con un “plus” significativo, que son los recursos de la alcaldía y la posibilidad de gestionar proyectos sociales que los posicionan frente a la ciudadanía.

“Cuando un alcalde compite, tiene a su disposición los recursos de la alcaldía para proyectarse con proyectos sociales, incluso la misma estructura institucional”, explicó Jeréz, quien agregó que esto genera una ventaja competitiva que los contrincantes no poseen. A esto se suma el factor de los “caciques”, alcaldes que han permanecido varios periodos y concentran poder en sus municipios.

En contraste, los diputados enfrentan un escenario diferente. Su exposición mediática es mayor en el Congreso, pero no cuentan con la misma plataforma para gestionar recursos que los alcaldes, lo que puede limitar su capacidad de proyectarse localmente.

Jeréz enfatizó que fuera de las principales ciudades, la ciudadanía conoce poco a sus alcaldes, por lo que el acceso a recursos y a proyectos locales se convierte en un factor determinante para la reelección.

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El alcalde ideal

Ambos expertos coincidieron en que el alcalde ideal para un municipio debería ser un hombre o mujer con liderazgo, cercano a la población y con una sólida capacidad de gestión, más allá de su edad.

En pleno siglo XXI, sostienen, el perfil de un edil ya no puede limitarse a la experiencia política o la permanencia en el cargo; hoy se valora la transparencia, la eficiencia y la capacidad de planificación estratégica que permita responder a las necesidades reales de la ciudadanía.

“Hoy se debe seguir un plan estratégico plurianual que permita invertir en localidades y aldeas con carencias básicas y altos índices de pobreza extrema”, explicó Licona, quien subrayó que los alcaldes también deben ser capaces de generar confianza tanto en los ciudadanos como en los inversionistas, para atraer recursos que impulsen el desarrollo local.

Por su parte, Jeréz enfatizó que el alcalde ideal debe conocer profundamente su territorio y la realidad social que enfrenta. Asimismo, debe tener habilidades de gestión de proyectos, capacidad de liderazgo en equipos y conocimiento en mecanismos de transparencia y acceso a la información pública.

"Más allá de los lineamientos que establece la ley que deben cumplir no solo las alcaldías sino todas las instituciones, en el caso de las alcaldías creo que debe haber un mayor compromiso en poder dar a conocer cómo se gasta el dinero de una manera más amigable", expresó.

Jeréz advirtió que los alcaldes que se perpetúan en el poder tienden a debilitar la institucionalidad y a limitar el acceso de nuevos liderazgos, por lo que considera fundamental establecer mecanismos que eviten el uso de la plataforma municipal con fines electorales.

"Cuando un alcalde logra consolidarse bastante tiempo en el poder, eso termina degenerando la capacidad de la alcaldía de funcionar adecuadamente y también la posibilidad de que otros accedan a esos cargos", agregó.

Sus valoraciones indican entonces que la edad no es el factor más importante de los ediles; lo decisivo es la capacidad de gobernar con integridad, eficiencia y cercanía al pueblo, priorizando el bienestar de todas las comunidades y no solo de aquellas cercanas al alcalde o a su partido político.

Aunque Honduras atraviesa un ciclo político marcado por disputas y cambios abruptos en la esfera nacional, las alcaldías permanecen bajo el control casi intacto de las mismas generaciones y, en muchos casos, de los mismos nombres.

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Karol Pavón
Karol Pavón
karol.pavon@laprensa.hn

Periodista de investigación con experiencia en temas de alto impacto. Máster en Márketing Estratégico, formación en análisis de datos, verificación, SEO y estrategias digitales.