¿Por qué Cortés es clave en la lucha por el control del Congreso?
Con más de 1.13 millones de votantes, 20 diputados y varios candidatos tránsfugas, Cortés se convierte en la gran apuesta de los partidos para afianzar y expandir su poder en el próximo Congreso Nacional
- 26 de noviembre de 2025 a las 07:46 /
La zona norte se perfila como un actor decisivo en la conformación del próximo Congreso Nacional, tras quedar vacantes cinco diputaciones que en el periodo pasado pertenecieron a los partidos Salvador de Honduras (PSH) y Anticorrupción (PAC), que hoy no compiten en las generales.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) no inscribió a ambos partidos —junto con otras fuerzas minoritarias— para las elecciones generales del 30 de noviembre, debido a que no cumplieron con los requisitos legales establecidos. Ante ello, los partidos mayoritarios —Libre, Nacional y Liberal— se disputarán ahora esos espacios.
En las elecciones de 2021, el PSH obtuvo 10 curules, que se dividieron así: cuatro en Cortés, cuatro en Francisco Morazán, y las restantes dos en Yoro y Atlántida —con una cada una—. El Pac consiguió su única diputación en Cortés.
En Cortés, los demás escaños se distribuyeron entre nueve diputados de Libre, cuatro del Partido Nacional y dos del Partido Liberal, para un total de 20 diputaciones.
Este departamento ha sido históricamente un bastión electoral, pues actualmente concentra 1.13 millones votantes de los 6.4 millones habilitados a nivel nacional. Por ello, estas vacantes representan un botín estratégico para cualquier fuerza que busque consolidar poder.
Analistas políticos consultados advirtieron que la redistribución de estos curules impactará en la capacidad de los partidos para negociar mayorías en el Congreso y en la aprobación de leyes clave en los próximos cuatro años.
Alianzas
La salida del PSH obligó a sus antiguos diputados a redefinir sus alianzas. Algunos, como Luis Redondo —presidente del Congreso Nacional —, se integraron a Libre; otros, como el doctor Carlos Umaña e Iroshka Elvir —esposa del presidenciable Salvador Nasralla —, se sumaron al Partido Liberal.
Por su parte, Osman Chávez optó por la Democracia Cristiana, mientras que el exsecretario de salud, José Manuel Matheu, y Tomás Ramírez se unieron al Partido Inovación y Unidad Social Democrata (Pinu-Sd).
Congresistas como Fátima Mena, Ligia Ramos y Maribel Espinoza decidieron no participar en este proceso electoral, y la diputada Suyapa Figueroa quedó fuera tras no superar las primarias.
Para algunos expertos, al Pinu le faltó mayor estructura y planificación en este proceso electoral, lo que le impidió tener la oportunidad de atraer a la totalidad (o gran parte) de los diputados que quedaron sin partido tras la salida del PSH y el Pac (11).
Panorama
Con este panorama, Libre, que en el periodo 2022-2026 logró 50 diputados, buscará mantener su dominio en departamentos del occidente y norte como Santa Bárbara, Copán y Colón, según informaron sus propios representantes.
"La expectativa es mantener los nueve diputados que tenemos en Cortés, que es un número aceptable. Cada departamento tiene su propia estrategia y situación, donde nosotros tenemos más fortaleza vamos a compensar en el caso de algunos donde no nos vaya bien", explicó el diputado Obed López.
El parlamentario señaló que Copán es uno de los departamentos más desafiantes para el partido, ya que únicamente cuentan con dos congresistas actuales (Francis Cabrera e Isis Cuéllar) y buscarán retenerlos.
Sin embargo, el entrevistado reconoció que los resultados en este departamento están en incertidumbre por el caso de Cuéllar. "Tenemos la dificultad de la situación de la diputada Isis Cuéllar, que tiene algunos señalamientos", reconoció.
Y es que Cuéllar está bajo investigación tras la filtración de un video en el que conversa con el entonces ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), donde afirma haber utilizado recursos para entregar equipo y materiales a coordinaciones del partido Libre.
A pesar de los señalamientos, la congresista ha continuado con su campaña política, aunque ha perdido apoyo en diferentes zonas de Copán, constató este medio.
Sobre Colón y Santa Bárbara, aseguró que Libre continúa liderando en militancia, por lo que esperan mantener su fuerza territorial, ya que en los últimos meses "han estado trabajando en eso".
López subrayó que el comportamiento electoral en los departamentos se diferencia del de las zonas urbanas. "El voto se mueve diferente, en las ciudades el voto se da a través de la publicidad o los medios de comunicación, pero en los departamentos a través del trato o promesas individuales que hacen los diputados con sus electores", explicó.
"Entonces esperamos lograr tener por lo menos 50 diputados en total y como máximo 65 para tener control en la mayoría simple del Congreso", agregó.
En tanto, el Partido Liberal (que logró 22 congresistas en 2022) ha fortalecido su presencia en Cortés, donde aseguran que hay "una fuerza arrolladora". “En total buscamos tener 50 diputados”, admitió el diputado liberal Marlon Lara.
Por su parte, el Partido Nacional (que sacó 44 diputados) apunta a conservar o sumar diputados en este nuevo Congreso, con la aspiración de alcanzar o superar los 50 curules.
“Nuestra aspiración ahora es mantener los diputados en los mismos departamentos donde ya están electos, además de incrementar el número de escaños en regiones como Francisco Morazán. Actualmente tenemos siete y podríamos subir a entre nueve y once”, explicó el diputado nacionalista Tomás Zambrano.
Detalló que, en Cortés, donde actualmente cuentan con cuatro diputados, buscan aumentar esa cifra a seis en el próximo período.
En Santa Bárbara, donde tienen tres, esperan crecer a cuatro diputaciones. En Yoro, su objetivo es pasar de los tres actuales a cuatro, y en Copán también aspiran a sumar un diputado más.
Expertos consultados por este medio consideran que al partido Libre se le complica ganar más espacio en Cortés, un departamento históricamente sin una fuerza política dominante.
Sin embargo, todo apunta a que en esta contienda el voto se estaría inclinando hacia la bandera rojo-blanco-rojo, tanto a nivel presidencial, como en los diputados.
Expectativa
Para Miguel Cálix, analista político, el próximo Congreso Nacional se perfila como un escenario de reacomodo de fuerzas tradicionales, donde ni las alianzas ni el impulso presidencial serán suficientes para garantizar mayorías estables.
"Las expectativas es que en el Congreso el Partido Nacional estará en primera línea, el partido Liberal en segunda, porque Nasralla atrae votos a nivel presidencial, pero no a nivel de diputados, porque el voto de los diputados depende de otras dinámicas, no exclusivamente del candidato presidencial", explicó.
En el Congreso Nacional de Honduras se requieren 65 votos para alcanzar la mayoría simple, necesaria para aprobar leyes ordinarias o tomar decisiones relacionadas con su funcionamiento interno, como la elección de la junta directiva. Sin embargo, según las proyecciones de las elecciones primarias —y considerando que en las generales ingresan representantes de partidos minoritarios mediante el cociente y residuo electoral— ninguna fuerza política alcanzaría por sí sola esa cifra.
La mayoría calificada, que exige 86 diputados (dos tercios del pleno) para aprobar reformas constitucionales o elegir a determinados funcionarios, queda todavía más lejana. Esto obliga a la formación de alianzas entre partidos.
Esa necesidad de acuerdos, sumada a la limitada capacidad de diálogo y construcción de consensos, ha impedido que Libre, pese a ser la bancada más numerosa, consolide una agenda legislativa.
Respecto a Libre, Cálix considera que su auge respondió principalmente al voto de castigo contra el Partido Nacional. Pero esa etapa está cambiando. "Esa situación ya ha cambiado, y entonces el desafío será distinto”. Libre, según explicó, no ha logrado convertir ese desgaste del adversario en una base política leal y permanente.
Cálix añadió un matiz histórico importante y es que el voto para diputados sigue la proporción del voto del presidente. Sin embargo, esta lógica favorece únicamente a partidos con estructura nacional, algo que Libre todavía no alcanza.
Puso como ejemplo lo ocurrido en 2021, cuando Libre lideró con 1.7 millones de votos presidenciales, pero no obtuvo una mayoría legislativa "porque esos votos no se traducían en candidatos propios en departamentos específicos". De ahí que, una vez más, Nacional y Liberal serían quienes definan la integración del Congreso.
El nacionalismo, en cambio, mantiene una clientela política consolidada o voto duro, lo que lo coloca nuevamente como primera fuerza. “Lo importante es que el mapa aún se está rediseñando, porque los únicos partidos que tienen clientela son el Partido Nacional y el Partido Liberal”, enfatizó.
Por otro lado, el entrevistado explicó que la alianza liberal con Nasralla introduce un nuevo escenario, pero también un riesgo, debido a que el crecimiento de los liberales podría ser engañoso. “El Partido Liberal, al tener una cabeza de fórmula, revive, pero cuidado, que es una resurrección artificial”, advirtió.
A su juicio, el “nasrallismo” —la corriente que sigue a Nasralla— carece de lealtad partidaria y se mueve únicamente por la figura del líder. “Siguen al líder porque él es el líder. Ahora mismo no hay sustituto para ese personaje”.
Si esa base decide separarse después de las elecciones, afirmó que el Partido Liberal volvería a fracturarse y abriría paso al surgimiento de un cuarto partido, algo que hoy aún no existe.