¿Qué definirá las elecciones de 2025: el voto joven, el cruzado o el independiente?

El candidato que asegure el voto duro, conquiste a los indecisos y movilice a los jóvenes tendrá posibilidades reales de ganar en las elecciones de 2025, coinciden analistas

¿Qué definirá las elecciones de 2025: el voto joven, el cruzado o el independiente?
  • Actualizado: 14 de noviembre de 2025 a las 19:36 /
San Pedro Sula, Honduras.-

Los partidos políticos deberán emplear todo su poder territorial, logístico y comunicativo en las próximas elecciones generales para captar y movilizar el voto en todas las dimensiones posibles.

Aunque es amplio el discurso sobre la trascendencia del voto de los jóvenes y de los indecisos para definir al ganador de la elección, no basta con conquistar a este electorado para triunfar en los comicios, pues los candidatos deben ser favorecidos también por otros perfiles de votantes, coinciden varios analistas entrevistados por LA PRENSA Premium.

Según los expertos, los aspirantes deben apelar a una fórmula complicada pero eficaz: asegurar la movilización del voto duro del partido, conquistar a los indecisos y despertar al electorado joven. O, en su defecto, promover marcas cruzadas de otras fuerzas.

Peso del voto joven

De acuerdo al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se consideran jóvenes las personas entre los 18 y 29 años de edad.

Las proyecciones poblacionales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) indican que en el país hay 2.2 millones de jóvenes, lo que representa la tercera parte de la carga electoral, cifrada en 6.5 millones electores.

El Termómetro Electoral, un sondeo realizado por el Instituto de la Justicia, reflejó que el electorado joven tiene un interés bajo por la política, pues apenas un 10% admitió estar "muy interesado" y un 15% estar "algo interesado". En contraste, el 40% dijo estar "nada interesado" y el 33% "poco interesado".

Para el abogado y analista Lester Ramírez, aún es complejo adelantarse a determinar qué tipo de votante prevalecerá en las elecciones.

No obstante, reconoció que los jóvenes son un gran nicho de electores, pero aclaró que una gran parte siente un rechazo a los políticos porque perciben que solo los usan para sumar más votos, pero al llegar al poder los dejan en el olvido al no concretar medidas gubernamentales de beneficio.

"Los jóvenes se sienten indiferentes y desconectados con la política", indicó Ramírez.

El primer corte del Termómetro Electoral lo confirma: al 46% de los jóvenes le genera decepción la política y a un 16% le es indiferente.

El votante joven también se ha caracterizado por su falta de afiliación hacia un partido político, siendo muy independiente.

En el Termómetro Electoral II, el 36% de jóvenes aseveró no simpatizar con algún partido político en estos momentos. También el 31% de jóvenes aseguró que prefieren votar por propuestas antes que un candidato o partido en específico.

" La gente ya no vota por partidos, sino que vota por figuras; una persona que sepa interpretar o representar sus intereses"
Miguel Cálix Martínez, analista

El analista Miguel Cálix Martínez dudó que genuinamente se inclinen por las propuestas. Argumentó que, en lugar de propuestas, prefieren dar su voto a quien les transmita confianza, honestidad, credibilidad y cuyas propuestas sean materializables.

"Los jóvenes lo que andan buscando son discursos convincentes, personas convincentes, personas que puedan demostrar con sus hechos vitales lo que han hecho en su vida, qué están dispuestos a ofrecer y promover", mencionó.

Voto independiente

El voto independiente no es exclusivo de los jóvenes, pues esta tendencia ha crecido en los últimos años indistintamente de la edad, pero se comparte el común denominador de la decepción con la clase política, concuerdan los abogados Ramírez, Cálix y el sociólogo Julio Navarro.

El Termómetro Electoral, en su segundo sondeo, concluye así: 40% de las personas expusieron no sentirse afín a ningún partido político.

Cálix añadió que "la gente ya no vota por partidos, sino que vota por figuras; una persona que sepa interpretar o representar sus intereses".

Navarro atribuyó que la falta de identificación político-partidaria surge porque los electores, jóvenes principalmente, ya no cargan con esa herencia familiar de votar por un partido, destacando que esta tendencia es más notoria en las zonas urbanas.

"El hondureño es más libre para votar, se siente menos arraigado", comentó el también exconsejero del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Efecto del voto cruzado

Una consecuencia relacionada de la masa independiente es el voto cruzado, cuando un votante elige candidatos diferentes en los diferentes niveles electivos (vota por el candidato presidencial del partido A, pero escoge a diputados del partido B).

Sin embargo, el cruce de votos puede traer una bomba oculta. Si las estructuras de los partidos no afianzan sus votos en sus tres niveles puede traer efectos negativos para la institución política y la gobernabilidad.

Cálix ejemplificó el caso del Partido Liberal en las elecciones de 2021: los liberales ganaron 91 de 298 alcaldías, con una suma de más de 800 mil votos, pero su candidato presidencial, Yani Rosenthal, obtuvo en total 335,762.

En esa misma contienda, Libre salió victorioso con Xiomara Castro a nivel presidencial, pero no cosechó la cantidad necesaria de diputados para alcanzar la mayoría simple en el Congreso —65—, al obtener 50 legisladores.

A perspectiva de Ramírez, el voto en plancha no es antidemocrático, sino es comportamiento electoral tradicional que los partidos buscan aprovechar para tener más curules el Congreso Nacional o alcaldías.

Además, recordó que la elección en el caso de los diputados es proporcional y no directa al ser condicionados por el cociente y residuo electoral.

Poder del voto duro

Julio Navarro consideró que no será el voto independiente, ni el voto joven la clave para el partido ganador, sino el voto de su militancia, conocido popularmente como voto duro.

A su criterio, Libertad y Refundación y el Partido Nacional tienen muy consolidado el voto duro y las últimas primarias lo ratificaron. Los nacionalistas obtuvieron 825,215 votos válidos a nivel presidencial, mientras que Libre cifró 727,783 y el Partido Liberal 656,741 votos. Tomando en cuenta estos datos, Navarro opina que el Partido Liberal no cohesionó su voto duro como se esperaba.

"Las nuevas incorporaciones que tuvo el Partido Liberal tanto de Nasrralla (Salvador) como del señor Cálix (Jorge) no se vieron en las elecciones primarias", afirmó.

En las primarias de 2021 los liberales sacaron 678,370 votos válidos, 21,269 marcas más que en los comicios primarios del pasado 9 de marzo.

Respecto al voto joven, recordó que muchos ya están afiliados a algún partido, y el voto independiente lo califica como "flotante" ya que hasta el día de las elecciones se sabrá a quién beneficiará.

"¿Qué va a pesar mucho en ese voto? El nivel de organización que tengan los partidos el día de la elección", subrayó.

Por su parte, Martínez enfatizó que el triunfo se centrará en quien acumule más votantes nuevos, jóvenes e independientes sin descuidar a su militancia.

"El voto que va a ser decisivo va a ser el voto de la gente que no está con ningún partido, pero eso de nada sirve si su base partidaria no vota o le da la espalda al final", manifestó.

Bajo ese escenario, sostuvo que en los partidos recae la responsabilidad de hacer que los electores se movilicen, más allá de solo ganar la atención de estos.

Voto pese a incertidumbre

La crisis a lo largo de este año como el atraso en el cronograma electoral, el altercado en la distribución de las maletas electorales en las elecciones primarias, y la conflictividad entre los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) han causado incertidumbre.

En la primera edición del Termómetro Electoral, el 75% confesó sentir ninguna o poca confianza en el CNE.

En adición, en el Termómetro Electoral II, el 54% piensa que las elecciones se verán afectadas por un fraude, y solo un 12% estima que serán "muy limpias".

Los propios actores políticos se han encargado de acusarse mutuamente de querer perpetrar fraude. Cálix advierte que este discurso genera un ambiente de debilitación en el proceso, mientras Ramírez lo atribuye como un intento para desmovilizar al votante.

Navarro aseveró que los señalamientos de fraude imperan en el discurso de los políticos más que en la presentación de sus propuestas.

"Todas las irregularidades que se han denunciado en este proceso han servido para que los candidatos no digan qué van a hacer", arguyó.

Seguidamente, lamentó que sean los propios aspirantes quienes pronuncien estas acusaciones cuando son quienes se terminan beneficiando con las elecciones. "Ellos son los que la ensucian con todas esas frases. Ellos deberían de generar confianza", reprochó.

A pesar del clima de inestabilidad, el 63% de entrevistados en el Termómetro Electoral II confirmó que están seguros de ir a votar, el 19% dijo que tal vez y el 15% expresó que no lo hará. Los analistas consultados esperan que se dé una votación masiva el 30 de noviembre.

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