Los niños molestan a mi hijo: ¿Debo cambiarlo de escuela?

Ante esta problemática, uno de los dilemas más difíciles para los padres de familia es decidir si cambiar a su hijo de escuela es la mejor solución.

  • 22 de abril de 2025 a las 10:49 -
Los niños molestan a mi hijo: ¿Debo cambiarlo de escuela?
San Pedro Sula, Honduras.

Recientemente, la miniserie “Adolescencia” fue un "boom" en Netflix con más de 66.3 millones de espectadores durante las primeras dos semanas en la plataforma de “streaming”, y es que esta impactante producción narra la historia de Jamie, un adolescente de 13 años acusado de un crimen terrible, y explora cómo el “bullying”, el entorno escolar y las redes sociales influyen en su comportamiento.

Si bien, la ficción creada por Jack Thorne y Stephen Graham no está basada en hechos reales, si está inspirada en las consecuencias negativas de un flagelo que afecta a millones de estudiantes en todo el mundo.

Pero primero, profundicemos bien de qué se trata el “bullying”. El “bullying”, también conocido como acoso escolar, es un problema que se manifiesta en diversas formas, desde insultos verbales y exclusión social hasta agresiones físicas. Esto no solo daña la autoestima de las víctimas, sino que también puede tener consecuencias a largo plazo en su bienestar emocional y académico.

El acoso también se puede dar a través de las redes sociales, como lo representan en la miniserie “Adolescencia”, que mencionamos antes. A esto también se le conoce como “ciberbullying”.

El acoso escolar se manifiesta desde insultos verbales y exclusión social hasta agresiones físicas.

Bullying: señales de alerta

Rosario Murillo, Licenciada en Orientación y Psicopedagoga, dice que los padres de familia tienen que estar atentos a las señales de alerta para descubrir si su hijo está siendo víctima de acoso escolar. Muchas veces los menores prefieren callar ante el maltrato o abuso que sufren, y temen revelar esto a sus familiares, o no sienten la suficiente confianza para contárselos.

“Una de las señales más significativas es que los niños o adolescentes se muestran tristes o ansiosos, y ya no quieren participar en actividades donde hay chicos de su misma edad, se aíslan y se muestran vulnerables. Otra señal pueden ser los cambios de humor repentinos, el miedo al rechazo y definitivamente cuando no quieren ir a la escuela y empiezan a poner excusas para faltar”, indica la experta.

“Hay que observar y tener mucha perspicacia para saber qué está sucediendo”, agrega. Sin embargo, el reconocer los signos de que algo no anda bien con un niño no solo es tarea del padre, también los educadores deben estar pendientes del entorno de su salón.

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María Fernanda Alvarado, Psicóloga con formación en el área educativa y clínica, explica más sobre esto.

“Generalmente los maestros pueden detectar cuando un niño es víctima de este problema porque hay cambios en él. Algunos niños se vuelven más retraídos o irritables. También tenemos que estar muy pendientes de los comentarios de los compañeros en clase, si hay rechazo hacia alguno de ellos. La observación atenta y el vínculo cercano con los alumnos es algo clave para poder detectar el “bullying””, indica Alvarado.

Los menores suelen agreder a otros debido a un patrón de violencia en sus hogares.

Las consecuencias pueden ser trágicas

Muchos niños que viven este sufrimiento a diario en los centros educativos se vuelven inseguros de sí mismos, y terminan creyendo que no valen nada. Esto ha llevado, en muchos casos, a que los menores tomen decisiones fatales.

Un caso reciente es el de Rick, un adolescente ecuatoriano de 16 años que se quitó la vida el pasado 1 de febrero. El jovencito amaba hacer rutinas de "skincare", o cuidado para la piel, y soñaba con ser actor. Su madre asegura que el “bullying”, la discriminación, la homofobia y la violencia de las que Rick fue víctima en el colegio al que asistía, lo llevaron a ese trágico final.

“El bullying afecta profundamente la autoestima. Porque la persona que es víctima de acoso de una forma prolongada tiene un deterioro de su auto imagen y cree que no vale nada. Comienza a verse de la forma despectiva de cómo lo tratan. Va creyendo que se merece el maltrato y es aquí donde debemos tener mucho cuidado”, enfatiza Rosario Murillo.

Asimismo, explica que esto llega a afectar el rendimiento académico del estudiante. “Todo esto impide que el niño se desarrolle de forma integral. Va deteriorando el desarrollo cognitivo del niño en la parte intelectual, e incluso hasta en la parte de lenguaje. Muchos niños empiezan a tartamudear porque también está afectada su autoestima y su parte de expresión”.

Los niños y adolescentes que sufren acoso se vuelven retraídos y apartados.

¿Por qué los niños se convierten en agresores?

Al ver y leer sobre tantos casos de acoso escolar a nivel mundial, surgen muchas dudas y algunas preguntas como: "¿Por qué pasa esto?" O "¿Por qué un niño agrede y quiere hacer sentir mal a otro?". Rosario Murillo dice que para dar una respuesta asertiva a estas interrogantes debemos estudiar bien el contexto y el entorno del menor.

“Esto viene relacionado con el entorno, con las experiencias que ese niño (el acosador) ha tenido, sobre todo en el ámbito familiar. Hay hogares donde quizá no esté constituida la familia como tal, sin embargo, pueden funcionar, así como también hay familias que sí están constituidas, pero no funcionan como tal. Y es muy importante que el niño tenga afecto, que se sienta aceptado en su familia, que reciba amor, que también reciba corrección, y que pueda buscar ayuda, que tenga esa confianza en sus familiares”.

“Un niño que está expuesto en su casa a situaciones de inestabilidad emocional, y que de repente hay conductas agresivas, entonces lo que el niño recibe, eso es lo que da. Recuerde que el menor no se va a comportar como sus padres le digan, sino como ellos actúen”, indica Murillo.

Un entorno familiar violento influye en el comportamiento de los menores.

Estrategias dentro de la escuela

Para prevenir esta situación, los centros de estudios que cuentan con programas anti-bullying sólidos suelen ofrecer recursos como talleres de sensibilización, mediación entre estudiantes y también capacitación para los docentes.

“Desde el salón de clases podemos implementar diferentes estrategias preventivas. La más efectiva es el desarrollo de las habilidades socio emocionales, y ¿a qué me refiero con esto? Hablar de la empatía, hablar de la resolución de conflictos y de la comunicación asertiva. También es importante que fomentemos una cultura de cero tolerancia al acoso escolar y una cultura de respeto. Podemos formar espacio donde los alumnos se sientan libres de expresar sus opiniones, que ellos sientan que su palabra vale mucho, y que pueden hacerlo sin miedo. Como maestros debemos de fomentar esa participación activa de los alumnos donde ellos nos puedan comunicar todo lo que les esté sucediendo o les esté pasando”, expresa, por su parte, María Fernanda Alvarado.

¿Cuándo es necesario un cambio de escuela?

Ante esta problemática, uno de los dilemas más difíciles para los padres de familia es decidir si cambiar a su hijo de escuela es la mejor solución. Pero, ¿qué factores deben considerarse?

El primer paso es identificar la gravedad y la frecuencia del acoso. No todos los casos de “bullying” requieren un cambio de escuela inmediato.

“Cuando se identifica que hay un caso de “bullying” lo primero es intervenir de manera inmediata por el niño que está siendo afectado. En segundo lugar, tenemos que investigar que es lo que está ocurriendo y escuchar de manera objetiva a ambas partes", aconseja Alvarado.

"Al momento de investigar es importante ir documentando todo este proceso, y también incluir a los padres y tutores de los niños, informarles todo, y luego nos toca diseñar un plan de acción, en este podemos incluir acompañamiento psicológico y diferentes medidas, entre ellas medidas disciplinarias si el caso es necesario. Lo importante en la intervención, con el bullying tenemos que hacerlo con un enfoque restaurativo, reparar el daño que está hecho y sobre todo prevenir que vuelva a suceder”, recomienda.

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“Es importante que todas las personas se involucren, los maestros, el departamento de orientación, los padres y tutores, e incluso, en algunos casos, hasta los compañeros. Es importante que todos trabajemos en conjunto, la comunicación es clave para que el proceso sea efectivo y podamos prevenir todos estos casos”, añade.

La tristeza y baja autoestima son algunas de las consecuencias del acoso.

Opiniones divididas

Aunque cambiar de escuela puede ser un paso drástico, el bienestar y la seguridad del niño deben ser la prioridad. Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta medida.

"No es una buena vía", dice Benjamín Ballesteros, director de Programas de la Fundación ANAR.

La Fundación ANAR es una organización sin ánimo de lucro que ayuda a niños/as y adolescentes en riesgo, cuyos orígenes se remontan a 1970, y se dedica a la promoción y defensa de los derechos de los niños/as y adolescentes en situación de riesgo y desamparo, mediante el desarrollo de proyectos tanto en España como en Latinoamérica.

De acuerdo con los resultados del III Estudio sobre acoso escolar y ciberbullying muestran que un 14% de los 590 casos contrastados se mudó a otra escuela. No obstante, el final no fue el esperado: de ese porcentaje, en el 80 por ciento fue ineficaz la medida. El acoso escolar y la violencia no cesaron .

"No es una buena vía porque, a través de las “redes sociales”, se puede saber del nuevo alumno allá por donde vaya", insiste Ballesteros. "El ciberacoso no tiene límites , permanece durante 24 horas al día", indica, por otro lado, Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña.

La psicóloga María Fernanda Alvarado enfatiza que siempre "hay que tomar en cuenta la gravedad y la duración del acoso, también cómo se siente el niño con el cambio. Porque hay muchos casos que el cambio es positivo, pero hay otros donde el cambio más bien genera estrés en el pequeño".

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Daniela Ramos
Daniela Ramos
daniela.ramos@laprensa.hn

Periodista multimedia, graduada de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula. Con experiencia en periodismo de entretenimiento.

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