La tarde del domingo se convirtió en una pesadilla para la familia Bautista Guillén, ya que Elvis Eliú, un niño de apenas 11 años, desapareció mientras jugaba junto a su hermanito, un primo y dos amigos cerca de un riachuelo en la residencial Los Arcos de San Pedro Sula.
Lo que comenzó como un juego inocente terminó en desesperación y tragedia. Según relató su madre Keindy Guillén en entrevista con LA PRENSA, los niños habían salido a jugar mientras ella trabajaba, pese a que les había advertido que no se alejaran solos.
"Se me extravió el niño y después me molesté porque no debían andar solos, pero no me hicieron caso", dijo entre sollozos.
El incidente ocurrió alrededor de las 2:00pm, y según la secuencia de los hechos contados por la madre, la corriente del riachuelo se volvió traicionera cuando Eliú y otro niño intentaron recuperar una chancleta que cayó al agua y que pertenecía a su hermanito.
"Se tiraron a sacar la chancleta y la corriente los arrastró. Mi hijo gritaba: '¡Ayuda, ayuda!', relató su madre, visiblemente angustiada.
Uno de los niños, que cayó milagrosamente sobre un palo, del cual se sujetó, fue rescatado y trasladado en ambulancia hacia el hospital Mario Catarino Rivas, de donde ya fue dado de alta.
En el caso de Eliú, desapareció ante la fuerza del agua que lo llevó por en medio junto al inspector Kevin Pérez, subjefe de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (Dnvt), al momento del intento de rescate.
La hermana de la madre llamó apresurada, Keindy pidió permiso en el trabajo y llegó corriendo a la escena.
Cinco niños estaban en el lugar: Elvis Eliú Bautista Guillén (11 años), su hermanito Erick Bautista Guillén (10), el primo Dominic Guillén (12) y los amigos Miguel Umaña (11) y Jefrey Gallardo (8).
Guillén explicó que su otro hijo permanece bajo cuidado y estable, mientras que el niño Miguel sufrió golpes, pero ya está en rehabilitación. "El hermanito está llorando, dice que le hace falta su hermano", añadió la madre, con la voz quebrada.
Keindy Guillén trabaja limpiando edificios, con ello mantiene a sus hijos en San Pedro Sula y vive en la colonia Islas de El Progreso. "Lo que gano me alcanza para pagar luz, cuarto y agua. El papá de mi hijo no está", confesó, describiendo la fragilidad económica de su familia y la dificultad al enfrentar esta tragedia.
El miedo y la incertidumbre se mezclan con la impotencia. "Tengo la esperanza de tan siquiera hallar el cuerpo, no creo que siga vivo después de todo lo que pasó con esta tormenta", expresó, resignada y llorando ante el paso de las horas.
Familiares, policías y bomberos han recorrido distintos sectores buscando a Eliú y al oficial, pero hasta ahora sin éxito el cierre de esta nota informativa.
La madre confesó lo que ningún corazón quiere admitir, la esperanza va cediendo: “Ya no hay otra solución, han pasado muchas horas, ya ha de estar muerto. ¿Cómo van a resistir todo este trayecto con esa agua?”.
Elvis cursa el quinto grado y su hermanito el tercer grado. Su mamá describió a Elvis como un niño humilde, callado, a quien no gustaba mucho de salir, y que lastimosamente, junto a los otros niños, no le hicieron caso a la hermana de 12 años que los cuidaba.
El inspector Pérez Vargas
La tragedia ocurrió en el contexto de los desfiles patrios por el 204 aniversario de la Independencia de Honduras. La Secretaría de Seguridad ha expresado su solidaridad con las familias afectadas y ha reconocido en la acción del inspector Pérez Vargas un ejemplo de entrega, valentía y vocación de servicio hacia la niñez y la sociedad hondureña.
Las autoridades han solicitado a la ciudadanía colaborar con cualquier información a través de la línea de emergencia 911 y unirse en oración por el pronto hallazgo del menor y del inspector de policía.
El caso ha conmocionado a la población, recordando la vulnerabilidad de los niños frente a la naturaleza y la necesidad de reforzar la seguridad en áreas de ríos y quebradas.