El ingreso de la nube o masa de polvo proveniente del desierto del Sahara también afectará a la zona norte de Honduras, incluyendo a San Pedro Sula, según informó el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).
Víctor Ortega, meteorólogo de Cenaos, explicó que este fenómeno suele ocurrir entre mediados de mayo y agosto, debido al fortalecimiento de los vientos alisios que transportan las partículas desde el norte de África hasta los países de la región como Honduras.
El experto indicó que muchas veces el ingreso de polvo del Sahara pasa desapercibido, pero en ocasiones se registran concentraciones importantes de partículas, como ocurre esta semana, que registran valores que entre los 80 y 100 microgramos por metro cúbico.
Ortega detalló que la masa de polvo ingresa por las costas del Atlántico, por lo que los departamentos de la zona norte resultan afectados, aunque en menor medida que las regiones centro, oriente y occidente del país donde las partículas suelen estancarse debido a su orografía.
“San Pedro Sula y sus alrededores no se escapan de los efectos, pues toda la franja costera es la puerta de entrada de este material, y aunque no es donde más se acumula el polvo, sí llega a registrar niveles que podrían ser peligrosos para personas vulnerables”, dijo.
Por su parte, sitios especializados como IQ Air, indican que la calidad del aire en la ciudad es moderada, lo que significa que los niveles de contaminación son aceptables para la mayoría de personas, pero pueden representar un riesgo para grupos sensibles como niños o adultos con enfermedades de base o respiratorias preexistentes.
El reporte detalla que la concentración de PM2.5 o partículas finas en el aire, en San Pedro Sula, es 2.6 veces superior al valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que indica una calidad del aire significativamente deteriorada.
Ante este panorama, médicos y autoridades recomiendan a la población tomar medidas preventivas, especialmente aquellas personas con enfermedades respiratorias.
El neumólogo y exministro de Salud, Carlos Aguilar, señaló que las personas con enfermedades respiratorias preexistentes, como el asma bronquial, rinitis o alergias, son las más expuestas.
El especialista expresó que el polvo del Sahara puede agravar los síntomas en niños con enfermedades respiratorias, pacientes alérgicos o con conjuntivitis y dermatitis alérgicas, ya que son más vulnerables y corren riesgo de desarrollar complicaciones.
También dijo que históricamente, en los años en que se ha registrado mayor concentración de polvo, se ha observado un incremento de hasta un 30% en los casos de enfermedades respiratorias en algunas regiones del país, debido a que las partículas suspendidas en el aire actúan como irritantes del sistema respiratorio.
Tanto Ortega como Aguilar recomiendan a la población evitar la exposición prolongada al aire libre durante los días de mayor concentración, utilizar mascarillas si se pertenece a un grupo de riesgo, cerrar puertas, ventanas y usar purificadores de aire.