A sus 71 años monseñor Miguel Lenihan se convierte en el primer arzobispo de la nueva provincia eclesiástica o arquidiócesis de San Pedro Sula por mandato del papa Francisco.
Es uno de los nuevos nombramientos en la Iglesia Católica dados a conocer ayer y que representa más cambios, sobre todo en la organización de la hasta ayer diócesis de San Pedro Sula.
El franciscano, que está al frente de la diócesis de La Ceiba, no tendrá una ordenación episcopal, pues ya es obispo, se hará una toma de posesión de la que todavía no se define fecha.
Ángel Garachana Pérez, que por 28 años estuvo al frente de la diócesis, pasará a ser administrador apostólico de la arquidiócesis de SPS y obispo emérito.
Alegría
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) recibieron con alegría y agradecieron al santo padre y al nuncio apostólico Mons. Gábor Pintér, la creación de la nueva arquidiócesis de San Pedro Sula, así como el nombramiento de Lenihan.
Al mismo tiempo, el papa Francisco nombró al padre José Vicente Nácher Tatay, párroco de la San Vicente de Paúl, como VI arzobispo de la arquidiócesis de Tegucigalpa, y a monseñor Teodoro Gómez, como obispo de la diócesis de Choluteca.
“Queremos dar la más cordial bienvenida a nuestros hermanos en el episcopado, en esta nueva labor pastoral encomendada a sus muy dignas personas”, dijo la Conferencia Episcopal.
También agradecen al cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga (SDB) y a los obispos Guido Charbonneau y Ángel Garachana Pérez, por el amor a Dios y a la Iglesia que han testimoniado en su ministerio pastoral, con ejemplar entrega y generosidad.
“Gracias por su valioso aporte en la construcción del Reino de Dios y en bien del pueblo hondureño, inspirados en los valores del Evangelio”.
Las renuncias de los obispos fueron aceptadas por la Santa Sede, pues según el derecho canónico tienen que presentarlas al cumplir los 75 años de edad y la Santa Sede determina si la acepta o no.
Novedad
El mayor cambio se dio en San Pedro Sula. Hasta ayer era una diócesis a cargo del obispo Ángel Garachana y de ella dependían los 12 municipios del departamento de Cortés con 36 parroquias y 81 sacerdotes.
Pero desde ayer que fue creada como arquidiócesis, la organización cambia al dividir la provincia eclesiástica de Tegucigalpa que dirigía el cardenal y arzobispo Óscar Andrés Rodríguez, pero que una vez sea ordenado como obispo asumirá el cargo el padre José Vicente Nácher, el presbítero español párroco de la San Vicente de Paúl .
La ordenación episcopal de Nácher está programada para el 25 de marzo en Tegucigalpa.
Organización
La nueva provincia eclesiástica de San Pedro Sula incluirá las diócesis sufragáneas o dependientes de Yoro, antes dependía de la arquidiócesis de Tegucigalpa.Actualmente su obispo es monseñor Héctor David García Osorio. La diócesis fue creada en 2005.
La diócesis de Trujillo actualmente tiene como obispo a monseñor Luis Solé, de 77 años de edad, quien presentó su renuncia como lo manda el derecho canónico, pero aún no hay repuesta. Los departamentos de Colón y Gracias a Dios dependían de esta diócesis.
También pasa a formar parte de la arquidiócesis de SPS la diócesis de La Ceiba, que fue erigida en 2012 y está conformada por los departamentos de Atlántida e Islas de la Bahía, con 13 parroquias a cargo de monseñor Miguel Lenihan hoy primer arzobispo de SPS.
La diócesis de Santa Rosa de Copán conformada por Santa Bárbara, Copán y Ocotepeque se integran a SPS. Monseñor Darwin Andino es el encargado de este territorio eclesiástico.
La última diócesis erigida en Honduras por el santo padre Francisco es la de Gracias en el departamento de Lempira conformada con territorios desmembrados de la diócesis de Santa Rosa de Copán y haciéndola sufragánea de la metropolitana de Tegucigalpa.
Hoy pasa a formar parte de la arquidiócesis de San Pedro Sula. Monseñor Walter Guillén Soto es hasta ahora el titular y su sede es Gracias, de ahí dependían los departamentos de Intibucá y Lempira.
“Les pido sus oraciones por este humilde servidor y por la iglesia arquidiocesana”
San pedro Sula. José Vicente Nácher, el sacerdote español que fue nombrado arzobispo de Tegucigalpa, tiene 58 años y es un sacerdote con olor a oveja, así lo catalogan los feligreses. Su primera reacción fue de agradecimiento a Dios y al papa Francisco, también a la feligresía por su acompañamiento.
“Soy consciente de que nuestras fuerzas, aunque fueran muchas, no bastarían para tantos desafíos que nos esperan. Pero no estamos solos, el Espíritu del Señor está con nosotros. Les pido sus oraciones por este humilde servidor y por toda la iglesia arquidiocesana” dijo.
