Imagínese estudiar casi 10 años en la universidad para alcanzar su sueño de ser doctor y cuando al fin obtiene su título es imposible conseguir un trabajo permanente.
Esa situación es la que está viviendo el cirujano Jorge Arturo Ruíz Castillo, quien durante la etapa más dura de la pandemia fue uno de los ‘héroes’ sin capa que arriesgó su vida para salvar a los hondureños.
Hoy por hoy, a falta de empleo en su profesión, se dedica al oficio de la albañilería y los ingresos que recibe apenas alcanzan para sustentar a su familia.
“No sé como he sobrevivido. El primer día que fui a trabajar, regresé a mi casa totalmente cansado y me puse a llorar”, narró a Estrella TV el joven que reside en el barrio La Concepción, La Paz, La Paz
El doctor Jorge Ruíz Castillo trabajó en uno de los muchos triajes que se instalaron a nivel nacional, pero cuando la cantidad de pacientes disminuyó, él se quedó sin empleo.
En ese momento decidió buscar trabajo, “pero nunca encontré”.
Entonces, sin más alternativas, el médico cirujano soltó el bisturí y agarró una pala, en vez de suturar se puso a pegar bloques y en lugar de trabajar en un hospital, ahora sería capaz hasta de construir uno.
Pero hay hay dos cosas que, a pesar de las dificultades, el doctor no ha perdido: la esperanza y su vocación. En sus ratos libres ayuda a los vecinos que tenga alguna emergencia médica y cree que pronto volverá a las filas del personal sanitario.
