San Pedro Sula, Honduras
Cortar dos árboles para construir un puesto de madera y láminas entre la primera calle y la primera avenida parece una acción sencilla y sin consecuencias para algunos nuevos vendedores en San Pedro Sula.
Esto ha sido denunciado por dirigentes de vendedores, quienes afirman que en los últimos años han surgido más de 3,000 vendedores informales en la ciudad.
A diario surgen más comerciantes informales que instalan sus estructuras en calles, avenidas y bulevares principales para ofrecer todo tipo de productos, ante la vista y tolerancia de las autoridades, quienes, al parecer, han perdido el control de la situación.
La falta de empleo, el alto costo de vida y las cargas tributarias han llevado a muchos hondureños a vender al margen de la legalidad. A esta realidad se suman compatriotas deportados desde Estados Unidos o México que regresan sin oportunidades laborales, así como ciudadanos venezolanos y nicaragüenses que venden dulces, frutas y verduras para subsistir.
Más de tres mil nuevos vendedores solo en las calles del centro
Claudia Pineda, dirigente de vendedores informales, declaró que la falta de empleo está haciendo crecer la informalidad y la delincuencia. "Están apareciendo nuevos puestos de vendedores, pero vemos que hay negligencia por parte de las autoridades".
Hasta 2021, las organizaciones registraban unos 11,500 vendedores informales; aunque no se han hecho nuevos censos, las dirigencias estiman que han surgido más de tres mil nuevos vendedores en las calles del centro de la ciudad. Esto sin contar los que están en los barrios, colonias y a las orillas de los bulevares.
La mayoría de estos nuevos puestos o ventas ambulantes son de frutas y alimentos. "El desempleo surge ante la inestabilidad política que hay en el país. Hay empresas que estaban contratando jóvenes y han cerrado, se han ido para otros países como El Salvador, Guatemala o Nicaragua. Eso ha causado el crecimiento de la economía informal".
El cierre y despidos en industrias como la maquila han afectado las ventas en los últimos cuatro años. La oferta crece, pero la demanda disminuye. "La delincuencia ha empeorado, hasta viejitos andan robando. Solo hoy han agarrado a dos personas de la tercera edad robando celulares. Se acercan a las mesas, aprovechan un descuido. Es la misma necesidad, no hay empleo", lamentó Pineda.
La dirigente contó que venezolanos y nicaragüenses también están vendiendo en las calles. Además, dijo que muchos vendedores que se habían ido del país han retornado a ocupar las calles nuevamente.
Apenas un 30% de las empresas en Honduras son formales
En Honduras operan 1,200,000 (un millón doscientos mil) empresas, la mayoría micros y pequeñas, de las cuales menos del 30 % son formales. Hasta 2024, estimaciones de autoridades indican que en los últimos cuatro años más de 300 mil negocios han surgido desde la informalidad en el país.
Datos del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) señalan que la informalidad abarca un significativo 44 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Traducido a dinero, esto representa alrededor de 300 mil millones de lempiras que se generan al margen de la economía formal.
El Estado deja de percibir al menos 50 mil millones de lempiras al año, dinero que podría ser invertido en infraestructura, salud, educación y otros programas sociales vitales para el desarrollo y el bienestar de la población.
Made with Visme Infographic Maker
Las mipymes formales se están pasando a la informalidad
Javier Pineda, presidente de la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria de Honduras (Anmpih), manifestó su preocupación por los nuevos emprendedores informales en las calles a nivel nacional y porque cada vez más mipymes que estaban en la formalidad pasan a la informalidad para no pagar impuestos.
"Están abandonando sus locales, incluso en los centros comerciales, y empiezan a vender desde sus casas, en línea o en oficinas. Gente que declaró cierre, pero no es que han cerrado, es que cambian de modalidad", dijo.
Pineda agregó que lo preocupante es que no parecen surgir nuevas fuentes de empleo porque los inversionistas han decidido frenar sus inversiones por la inestabilidad e incertidumbre política en el país. "La inversión va para fuera, esa incertidumbre política hace que el inversionista pare sus inversiones".
Confirmó que, aunque ya es un rubro saturado, los alimentos siguen siendo el más escogido por los nuevos emprendedores.
El apoyo a la mipyme debe demostrarse con acceso a financiamiento, simplificación de trámites, programas de capacitación y tecnificación, capital semilla y una nueva ley que permita contratar personal por hora, sostiene Pineda.
En seis meses se han registrado 3,593 nuevas empresas
Datos de la oficina de Registro Mercantil que funciona en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) detallan que de enero a junio de este año se han registrado 3,593 nuevas empresas, unas 119 más que las registradas en el mismo periodo de 2024.
Es importante destacar que la mayoría de estas empresas son micro y se registran con un capital mínimo de unos cinco mil lempiras.
Karim Qubain, presidente de la CCIC, declaró que el crecimiento de la informalidad es una realidad que no se puede ignorar. "La informalidad en Honduras ha crecido por múltiples factores: la falta de oportunidades laborales formales, la alta migración y deportaciones, y la falta de condiciones propicias para emprender dentro del marco legal.
Es entendible que muchas personas busquen alternativas para sobrevivir, pero lo preocupante es que esto se está volviendo la norma y no la excepción. Como empresarios, lo vemos con preocupación, pero también con responsabilidad: el país necesita generar condiciones reales que hagan más atractivo formalizarse".
La Cámara de Comercio propone una amnistía tributaria y aduanera
Como CCIC, están presentando al Congreso Nacional una propuesta para beneficiar a las micro y pequeñas empresas con una amnistía tributaria y aduanera, porque con la pandemia, tormentas y el aumento de las tasas bancarias no han logrado recuperarse ni ponerse al día. "Si no se les da un alivio, esto los empujará a cerrar o ir a la informalidad. Necesitamos un alivio para las mipymes para que puedan cumplir con sus compromisos", compartió Qubain.
Para generar empleo en Honduras, es necesario contar con leyes que estimulen la inversión, la generación de empleo y la competitividad.
En segundo lugar, describe que urge una simplificación real del proceso de formalización. "Hoy en día, emprender legalmente es complicado, lento y costoso. Eso debe cambiar".
Y por último, deben existir incentivos claros para quienes deciden formalizarse: acceso a crédito, asistencia técnica, beneficios fiscales temporales y vinculación con cadenas de valor formales.
Honduras es el segundo país con más empleo informal
La informalidad crea una competencia desleal, afecta la recaudación tributaria y desincentiva a nuevos emprendedores a formalizarse. Además, impide que los trabajadores informales accedan a derechos fundamentales como pagos de salarios según la ley, seguridad social y estabilidad laboral.
Con un 82.6%, Honduras ocupa el segundo lugar entre los países de la región centroamericana, sumando a República Dominicana, con la tasa de empleo informal más alta. El primer lugar lo ocupa Guatemala con un 83.2%, de acuerdo con el boletín competitivo regional de julio de 2025.
"En nuestra región, la informalidad laboral sigue siendo uno de los principales frenos para el desarrollo de la productividad. No solo es un número, son millones de personas sin acceso a derechos, a seguridad y a futuro", señaló Alejandro Kaffati, oficial de política económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
En países como Honduras y Guatemala, ocho de cada diez trabajadores están dentro de la informalidad y no sucede por elección, sino por la falta de oportunidades reales. "Y cambiar esta realidad debe ser una prioridad en nuestras políticas públicas", aseveró Kaffati.
