En Honduras operan 1,200,000 (un millón doscientos mil) empresas, la mayoría micros y pequeñas, de las cuales, menos del 30% son formales.
Estimaciones de autoridades indican que en los últimos cuatro años más de 300 mil negocios han surgido desde la informalidad en el país.
Datos del Cohep señalan que la informalidad abarca un significativo 44% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Traducido a dinero, estamos hablando de alrededor de 300 mil millones de lempiras que se generan al margen de la economía formal.
El Estado deja de percibir al menos 50 mil millones de lempiras al año, dinero que podría ser invertido en infraestructura, salud, educación y otros programas sociales vitales para el desarrollo y el bienestar de la población.
Aunque el desempleo ha causado un crecimiento exponencial de la informalidad, esta problemática parece no ser una prioridad por resolver de las autoridades, ya que no existen en la actualidad incentivos para la legalización de estas empresas.
Mi Empresa en Línea
Una de las grandes iniciativas gubernamentales reconocida por la empresa privada, es la creación de la plataforma Mi Empresa en Línea, lanzada en 2018 y activa hasta la fecha.
Esta herramienta libera del pago de un abogado para el registro de una nueva empresa y reduciendo los tiempos de espera, sin embargo, para motivar a los emprendedores a formalizarse se necesitan otros factores como acceso a capital de trabajo, incentivos fiscales y simplificación de los procesos, señalan los expertos.
Datos de Senprende detallan que en 2022 se registraron 4,198 empresas mercantiles a través de Mi Empresa en Línea, en 2023 se registraron 4,063 empresas y hasta junio de este año, unas 1,667 empresas.
Para empresarios e inversionistas, comenzar un negocio y obtener los debidos permisos continúa siendo un proceso engorroso, incluso en el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos 2024 sobre el clima de inversión en Honduras refiere que aunque el Gobierno ha hecho esfuerzos por agilizar los trámites “los inversionistas informan que la burocracia procesal y/o la solicitud de sobornos para obtener la aprobación gubernamental para actividades de inversión siguen siendo comunes, especialmente a nivel local”.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), en su boletín económico de julio detalla que hay una reducción del 6% (equivalente a 441 empresas) en la inscripción de nuevas empresas este año versus el mismo periodo de 2023.
En lo que va de este año, se han registrado 7,577 empresas, de las cuales 4,103 son de Tegucigalpa, en donde hubo una reducción de inscripciones del 10% versus 2023.
En San Pedro Sula se han registrado 3,474 empresas teniendo un aumento de apenas el 1%.
Procesos engorrosos
Arles Mejía, gerente de desarrollo empresarial de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), manifestó que el “cuello de botella” sucede en algunas instituciones que piden una serie de requisitos que un emprendedor no puede cumplir.
“Cada una (institución), tiene su nivel de complejidad, unas más que otras”, dijo Mejía.
Una ley con incentivos fiscales, que haya una categorización que beneficie a la micro empresa, son necesarias para incentivar la formalidad en Honduras, enfatizó Mejía.
Rolando Alvarenga, presidente de la Fedecámara, declaró que sin duda comenzar una empresa formal conlleva a un proceso engorroso, muestra de ello es que apenas unas 300 mil empresas en el país están en la formalidad del 1.2 millones de empresas que existen en Honduras, la mayoría micros y pequeñas. Es decir unas 870,000 empresas son informales.
Alvarenga contó que como Fedecámara presentaron tres manuales para simplificar los trámites que incluye el pago de los impuestos, pero no han tenido respuesta.
Algunas de las trabas por parte de las alcaldías limita la formalización, que afecta en la recaudación de impuestos al Estado. Incentivos fiscales, prestamos blandos y simplificación administrativa, son claves para incentivar la legalización de las empresas, explica Alvarenga.
“La mayoría de empresas son de subsistencia, y son muchas las cargas a las que se enfrentan, no ven incentivos para formalizarse, y por otra parte los que llevan la carga tributaria son los que están en la legalidad, que son pocos”, indicó Javier Pineda, presidente de la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria de Honduras (Anmpih).
Bajas ventas, altos costos de producción, altos costos de alquileres, energía eléctrica por las “nubes” y falta de acceso a créditos blandos, son solo algunos de los retos a los que se enfrentan los mipymes en Honduras.
“Los procesos son tremendamente engorrosos, hay algunas colonias donde es prohíbido tener un negocio y no le dan el permiso de operación, pero si el negocio lo tienen en su casa y es ahí donde producen que puede hacer la persona, el SAR ha mejorado los procesos, lo más complicado es en las alcaldías”, señaló.
Pineda indicó que los permisos para exportar son aún más difíciles, porque tienen que ir a diversas instituciones. “Es como que nadie sabe el proceso, todos saben como importar pero nadie como exportar, entonces no lo asesoran a uno y tiene que ir de una oficina a otra, las certificaciones sanitarias con Senasa son otro problema, se tardan demasiado”, agregó el líder de mipymes.
Pasos para abrir un negocio formal en Honduras
Registro Mercantil
Registro de Cámara de Comercio
Solicitud de RTN en el SAR
Solicitud de permiso de operación en las municipalidades
Autorización de libros contables y de actas
Afiliación en el IHSS
Inscripción en el Infop
Regimén de aportaciones privadas
Cada uno de estos pasos conlleva otra serie de requisitos