El ambiente en la municipalidad sampedrana está al rojo vivo. Primero, seis regidores se le rebelaron al alcalde Roberto Contreras por inconformidad con las decisiones que está tomando en algunos temas.
El cisma no es sólo en la Corporación Municipal, sino también en las distintas gerencias municipales de la alcaldía sampedrana.
Hace unas horas se registraron dos despidos de gerentes claves en la municipalidad y movimientos al interno de la comuna. Se despidió al gerente financiero, Fernando Ruiz, supuestamente porque entregó información al Tribunal Superior de Cuentas que le fue solicitada para elaborar el famoso informe que los tiene de correr. También al gerente de Seguridad y Movilidad Urbana, German Palma. Ambos desempeñando una importante labor en la municipalidad.
Con Ruiz y Palma suman ya cuatro gerentes que han sido despedidos en las últimas semanas. El exgerente de tecnología Otoniel Sánchez y Edwin Gómez encargado de la Dirección de Servicios Especializados, Dirsse.
El alcalde Roberto Contreras viajó a Roatán informaron sus allegados y antes de viajar dijo haber llegado a una negociación con Sulambiente en lo referente a mayores costos, pero la versión fue desmentida pues no han sostenido ninguna reunión y lo que recibieron fueron las facturas de parte de la empresa a petición del alcalde.
Según Contreras de una factura de L130 millones se redujo a L60 millones. “Este día estaré dando la orden para el pago de lo que es esas 10 facturas y la ciudad se va a ahorrar un promedio de unos 60 millones de lempiras en estos 10 pagos, y más o menos, 100 millones de lempiras al año al no aplicársele costos mayores”, manifestó el edil sampedrano.
Pero lo que ocurrió fue que la empresa Sulambiente envió al alcalde las facturas y una carta firmada de recibida por la encargada del despacho edilicio. “Si bien es cierto recibieron solicitud de remisión de las facturas derivadas de la prestación del servicio de barrido sin la inclusión del componente de “mayores costos”; eso no significa que renuncian al derecho de percibir dichos valores, pues el reclamo administrativo ya se encuentra en la municipalidad”. En resumen, no hay negociación.
