El colegial José Ángel Serrano volvió a sonreír después de estar 33 días debatiéndose entre la vida y la muerte por las graves lesiones que sufrió en un accidente cuando hacía una práctica de campo de sus clases en un poste de tendido eléctrico.
En el incidente, que ocurrió el 3 de julio en la comunidad de Cañaveral, en San Francisco de Yojoa, murió su compañero de colegio, Daniel Alejandro Caleros Galdámez.
Los dos estudiantes del último año de la carrera de bachillerato técnico en Electricidad estaban subidos en el poste, el cual de repente se quebró.
A Daniel Alejandro le cayó todo el peso del poste y del transformador instalado en el mástil, muriendo casi de inmediato. A José Ángel, uno de los tornillos del transformador que pasa el poste, se le incrustó en el abdomen y se lo abrió.
El estudiante de 17 años fue trasladado al Hospital Quirúrgico Barandillas de San Pedro Sula con remotas posibilidades de vida porque sufrió lesiones graves en el estómago, duodeno, riñón derecho y en el páncreas.
“Es un milagro de Dios”, fue la primera expresión de su padre Juan José Serrano, irradiando felicidad en su rostro ayer al ser informado de que su hijo había sido dado de alta en el Hospital Quirúrgico Barandillas.
Serrano detalló que su vástago estuvo 25 días en cuidados intensivos y ocho días en sala de recuperación. “Han sido 33 días de sufrimiento para nosotros. Es un milagro que mi hijo esté vivo gracias a Dios, al hospital y al personal médico que se portaron a la altura”, expresó el padre del colegial.
Solidaridad con la familia de José Ángel
Don Juan José recordó que en ciertos momentos pensaron que su hijo se iba a morir porque estaba grave, al grado que pasó por cuatro cirugías, que se las practicaron en un término de 60 horas cada una de ellas, “pero su evolución ha sido excelente”.
Serrano refirió que “toda la gente de la zona del Lago (de Yojoa sector donde viven) estuvo pendiente de mi hijo y nos han ayudado con oraciones y económicamente”.
“Ellos están en último año de carrera y se encontraban haciendo una práctica de rutina en un terreno que le presta la Enee al colegio. Ellos se subieron al poste con sus cinturones y los ganchos, y como parte de la práctica le estaban instalando cables, crucetas y los otros accesorios”, explicó.
Relató que otros compañeros estaban templando un cable de otro poste al poste en el que se encontraban subidos su hijo José Ángel y Daniel Alejandro Caleros Galdámez.
“En un templón del cable fue que el poste que estaba sin energía se quebró por mitad y les cayó encima con el transformador”, relató Serrano. Dijo que las personas que quieran aportar con la recuperación de su hijo pueden hacer llegar su colaboración económica al colegio Juan Alberto Melgar Castro en Cañaveral, que es donde estudia su hijo.
El cirujano Olvin García dijo que el estudiante, quien aún no puede hablar por las cirugías, ingresó grave con el abdomen abierto y al llegar de inmediato lo operaron.
Le practicaron cuatro operaciones, la primera fue de control de daños y las otras cirugías fueron para reconstruir el abdomen porque tuvo lesiones graves en el estómago, duodeno, riñón derecho y en el páncreas.
“La verdad es que no sé cómo es que está vivo, es un milagro. De los casos que hemos manejado en la clínica es el de mayor desafío en los aspectos técnicos, quirúrgicos y manejo de intensivistas y todo el personal”, expresó el cirujano.