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Voluntarios, héroes que luchan por el bienestar de los demás

  • 23 diciembre 2021 /

Son muchos los compatriotas que inspiran a través de sus acciones en beneficio de los menos favorecidos. En este reportaje conozca la historia de 10 personas que buscan dejar un legado social.

San Pedro Sula

En estos últimos meses de pandemia hemos escuchado esta frase infinidad de veces: “Los verdaderos héroes no llevan capa” y muchos hondureños son un ejemplo de que la premisa escrita por un famoso artista turco, es totalmente verdadera.

A través de sus acciones, muchos compatriotas contribuyen a generar un cambio positivo en la sociedad, la mayoría de manera anónima; pero esforzándose siempre por buscar un entorno justo, pacífico e inclusivo.

Para estas personas, el voluntariado es una actividad gratificante, pues, trabajar por los demás es la acción más generosa y que más dignifica a la condición humana.

Voluntarios, héroes que luchan por el bienestar de los demás

El voluntariado consolida la cohesión social y la confianza entre los seres humanos.

Además, tiene un efecto dominó ya que inspira a otras personas y promueve la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para promover naciones más equitativas en todos los sentidos.

Motivación

José Vicente Nacher, presidente de la Fundación Obras Sociales Vicentinas (Osovi), consideró que las personas con un servicio de voluntariado, son individuos que motivan a todos para decir que es posible actuar de manera desinteresada en favor de los demás.

Voluntarios, héroes que luchan por el bienestar de los demás

“Esta es una motivación para que muchas personas continúen impulsando el voluntariado porque en lo pequeño se va construyendo una realidad nueva y diferente”, dijo el religioso.

Quienes están directamente ligados a causas de voluntariado, manifestaron que debe hacerse sin pedir nada a cambio y sin esperar ningún tipo de rédito.

Hay personas que están en una situación de desventaja que necesitan de otra que dispone de algún tipo de privilegio para que le ayude a alcanzar un nivel de vida favorable.

Coralia de Núñez, Fundadora de Proani.

Motivada por los muchos casos de abandono animal que se registran en Honduras y por la gran cantidad de mascotas que deambulan por las calles de nuestro país con hambre, sed y víctimas de maltrato, Coralia de Nuñez decidió fundar en 2008 Proani, definida como una asociación de protección animal, organismo voluntario, privado y sin fines de lucro que vela por el bienestar y derechos de los animales.

El eje central de la organización es la parte educativa, por lo que crearon el programa “Aprendiendo con patitas”, que enseña estudiantes de escuela, colegios y universidades sobre la tenencia responsable.

“Los animales también sienten, debemos tener empatía y respeto por la vida de todos ellos”, indicó.

Pedro Pineda, voluntario de Bomberos.

Con apenas 21 de edad, Pedro Abraham Pineda es un joven aguerrido que en muchas ocasiones ha puesto en peligro su vida tratando de poner a salvo la de otras personas.

Hace tres años y 11 meses presta su servicio de manera voluntaria en el Cuerpo de Bomberos de San Pedro Sula, un sueño que tuvo desde que era niño.

“Una frase que mencionó en su momento de investidura el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy: “No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país” me motivó a formar parte de la institución, inspirándome a buscar la manera de colaborar con un granito de arena con nuestra bella nación”, expresó el ejemplar muchacho.

Jeanie Barjum, Operación Sonrisa.

Ser la directora de la fundación Operación Sonrisa Honduras (OSH) le ha permitido a Jeanie Barjum mejorar la calidad de vida de miles de niños que nacieron con labio fusilado o conocido también como paladar hendido.

El proyecto llega el país hace cuatro años y ha realizado en este tiempo cerca de 6,000 cirugías en las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choluteca, Comayagua y Santa Rosa de Copán.

Además, ha brindado más de 70,000 consultas en las distintas áreas de especialidades que tiene OSH. Aunque Jeanie es uno de los rostros más conocidos por ser la directora, ella resalta el trabajo que más de 150 voluntarios realizan. Invitó a otros a ser parte del equipo. Puede llamar al número 8991-1774 .

Ángel Herrera, ayuda a niños en riesgo.

Ángel Rafael Herrera Chinchilla es un abogado hondureño originario de Florida, Copán, sin embargo, su labor de voluntariado la ha desempeñado mayormente en San Pedro Sula desde hace 15 años, al ser uno de los principales benefactores de un centro educativo ubicado en la colonia Luisiana de la Capital Industrial.

Gracias a su contribución, el centro pre básico de la institución pasó a tener su nombre desde febrero del 2020.

La visión del profesional del derecho es crear un proceso de formación y aprendizaje que permita a niños en riesgo social y/o con escasos recursos económicos acceder a una educación de calidad inspirada en el Evangelio y basada en el uso de la ciencia, la tecnología y los idiomas.

María Iris Ríos, directora de Amor y Vida.

Haber nacido y crecido en un hogar donde lo tuvo todo no fue excusa para que María Iris Ríos se mostrara indiferente ante el dolor ajeno, es por ello que desde hace década y media está involucrada en proyectos de ayuda social y actualmente es la directora de la fundación Amor y Vida, que brinda apoyo a menores que padecen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

“La experiencia que me ha dejado esta labor es darme cuenta una vez más que cuando peleas por una causa justa ahí esta Dios respaldándote , y luego ver la cara de estos jóvenes disfrutar de los derechos que les pertenece, verlos cumpliendo sus sueños aún en aquello que parecía tan lejano por su situación de VIH positivo”, dijo Ríos.

Aurora Martínez, Fundación Azalea.

Aurora Martínez (de 42 años) es originaria de Yoro, Yoro, y en 2020 creó la Fundación Azalea y sus Amigos (Fundazalea) para ayudar a personas con discapacidad y a sus familias. La institución lleva el nombre de su hija, quien nació en 2016 con una alteración genética llamada trisomía 21, conocida también como síndrome de Down.

Aurora se dio cuenta de que su ciudad de residencia carecía de especialistas, exámenes y terapias especializadas para abordar a personas con algún tipo de discapacidad, es por eso que motivó a sus amigos, familias y voluntarios a que se unieran para formar una fundación que tuviera como objetivo la creación de un centro de desarrollo integral para personas con discapacidad.

Joshua Rodríguez, un ángel de la medicina.

El doctor Joshua Rodríguez se ha convertido en el ángel de decenas de personas que por no contar con recursos económicos no pueden asistir a un centro asistencial a recibir consulta.

El médico aprovechó la llegada de la emergencia sanitaria para comenzar a dar atenciones gratuitas dentro y fuera de San Pedro Sula, acción que, según su testimonio, lo llena de satisfacción y orgullo.

“Me motiva la tanta necesidad que hay en el país de una salud de calidad, porque los hospitales estatales no tienen la capacidad”, reflexionó Rodríguez. Explicó que cuando las personas están dentro de la ciudad él se moviliza, pero cuando son de municipios aledaños es por videollamada. Pueden llamarlo al 9920-1872.

Magda Aguilar, brigadas mádicas.

Magda Aguilar es la heroína detrás del proyecto “Lazos de amor”, iniciativa dirigida a dar asistencia y servicios médicos a la ciudadanía necesitada.

Además, brindan asesoría legal y capacitaciones de talleres técnicos. Dentro del proyecto está el componente “Pan de vida y amor” que ofrece orientación cristiana a las personas alcanzadas por la fundación. Desde su creación en 2017 ha coordinado más de 40 brigadas médicas beneficiando a más de 700 pacientes por jornada.

“Somos una institución sin fines de lucro, tratamos de hacer la diferencia en nuestro país poniendo un granito de arena, llevando salud a las personas donde nos requieran, llevamos sanidad al cuerpo, interna y espiritual”, agregó.

Dina Aguilar, Misioneros de Esperanza.

Misioneros de Esperanza es un grupo de jóvenes en voluntariado, su propósito es llevar la luz de Jesús con una entrega y disposición total al servicio.

Ellos impulsan la misión en la cordillera de El Merendón, adonde trabajan con niños, jóvenes y adultos en la formación académica, humana y cristiana.Cada año realizan entrega de útiles escolares y diferentes actividades con pobladores de las aldeas de la zona.

“Nuestro trabajo de voluntariado se basa en las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, de proveer al necesitado, visitar al enfermo, compartir el Evangelio de Jesús y sobre todo llevar esperanza”, puntualizó Dina Aguilar, directora de los misioneros.

Silvia Heredia, dos décadas de servicio.

Silvia Heredia es una misionera laica que llegó a Honduras hace poco más de 20 años y ahora es la directora del programa “Paso a paso”, organización socioeducativa cuyo fin es ayudar a los niños de la zona de la Rivera Hernández.

Atienden a pequeños de entre 6 y 16 años, que se integran a actividades para que desarrollen sus talentos y habilidades. La ayuda del programa es extendida también a las familias, para el caso, las madres son capacitadas en diferentes talleres con el fin de que puedan generar ingresos con actividades como bordado y repostería.

De su madre aprendió el servicio a la iglesia y de su padre y sus hermanos aprendió el compromiso social, pero sobre todo la importancia de ser feliz y ayudar a otros.