El templo Rosalila, el más representativo del arte y arquitectura de la antigua civilización maya de Copán, continúa amenazado por la humedad y el sobrepeso de la estructura bajo la cual se encuentra enterrado.
Durante este año, gracias a las gestiones de la Asociación Copán, Rosalila fue sometido a una intervención de urgencia que concretó avances importantes para su conservación; sin embargo, los trabajos para el rescate del edificio maya deben ser permanentes y se deben tomar decisiones urgentes para evitar su deterioro.
Ricardo Agurcia Fasquelle, presidente de la asociación, explicó que la intervención que comenzó en 2020 y que se sostuvo este año, fue exitosa.
Explicó que el proyecto denominado Rescate de Rosalila permitió identificar los puntos a los cuales debe brindárseles mantenimiento para conseguir la conservación del templo.
La intervención permitió que se estabilizara el túnel 46.Ahí se consolidaron 40 metros lineales con rellenos y el levantamiento de muros de contención en los costados del túnel, así como la excavación de áreas puntuales y la elaboración de los registros necesarios a través de fotografía digital y dibujo.
Vestigio
Los trabajos en los túneles además permitieron descubrir un vestigio arqueológico considerado por los expertos como un lugar en el que los mayas dejaron artefactos usados en antiguos rituales.
El informe de la Asociación Copán establece que entre esos artefactos de uso ritual, figuran fragmentos de huesos tallados, hojas de obsidiana, así como abundantes muestras de carbón, los cuales fueron limpiados y analizados y ya están en resguardo en el Centro Regional de Arqueología (CRIA) del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
Otro trabajo realizado fue la impermeabilización externa del templo 16; se creó una membrana superficial hidráulica para evacuar las aguas lluvias, al igual que la construcción de 288 metros cuadrados de nuevos pisos de estuco que cubren las zonas de mayor riesgo para la filtración de agua hacia Rosalila.
Tecnología
Con apoyo de la Universidad de Harvard y su Proyecto Santander/Coedmac II y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, la Asociación Copán intervino las fachadas del templo y logró la estabilización de aproximadamente el 70% de las mismas.
Otro trabajo importante es el registro con fotogrametría digital de daños y el levantamiento tridimensional con tecnología Lidar.
Los resultados preliminares de ese trabajo de registro tecnológico permitieron observar con enorme detalle los elementos decorativos de las fachadas del edificio, “incluyendo los colores y los complicados relieves de los mascarones de Rosalila”.
También se hizo un levantamiento tridimensional de la parte externa de la acrópolis y del templo 16, áreas circundantes que incluyen el templo Oropéndola, túneles que comunican con el templo Margarita, trabajo que permitirá un diagnóstico detallado de posibles fallas estructurales en el edificio.
Patrimonio en riesgo
Rosalila se encuentra enterrado bajo la estructura 16, la cual es pesada, ya que fue construida por los mayas con lodo y piedra.
Sobre esta hay frondosos árboles que además de aportar peso y presión sobre la estructura, sus raíces penetran los antiguos edificios mayas soterrados.
“La situación del templo es grave y aún hay problemas muy serios, pero la intervención con el equipo de mexicanos nos hizo pensar que son solucionables”, dijo el presidente de la Asociación Copán.
“Consultamos con los expertos mexicanos si es conveniente cortar los árboles y la experiencia en otros sitios de la cultura maya indican que, aunque se corten, las raíces continúan creciendo, penetrando y dañando.
Además, se crea otro problema cuando esas raíces se secan, ya que dejan espacios vacíos y hay asentamientos de tierra que también representan una amenaza”.
Agurcia Fasquelle aseguró que también se debe considerar volver a enterrar a Rosalila.“Debemos contemplar un plan de reintegración en ciertas áreas donde hay más daños, pero ese es un diálogo que deben tener autoridades nacionales con asesoría de expertos en el tema de conservación”.
Urgen recursos
Agurcia reconoció que aún falta mucho por hacer y consideró que “lo más importante en estos momento es continuar gestionando más recursos que nos permitan seguir ejecutando las labores de mantenimiento y conservación de este icónico monumento y lograr así que Rosalila perviva para el deleite de futuras generaciones”.
El arqueólogo Elisandro Garza dijo que lograron hacer un registro digital que permitirá elaborar estudios y diagnósticos sin entrar a la estructura, “por lo que podría ser enterrada de nuevo si así fuera necesario”.
Gobierno no cumplió. Garza agregó que están próximos a tener un modelo tridimensional del templo Rosalila en todos sus lados, interiores y exteriores, “y vamos a poder verlo en pantalla con un modelo virtual, lo cual va a ser muy útil para el trabajo a futuro.
“Lamentablemente se nos acabó el dinero, en esencia el proyecto nuestro de este año ya finalizó, hicimos este trabajo con la esperanza de que el Gobierno asumiera su responsabilidad porque la conservación del patrimonio es competencia del Estado, el cual no está desembolsando fondos para este menester”, lamentó el arqueólogo.
Los trabajos realizados durante este año requirieron una inversión de 9 millones de lempiras financiados por entes privados, ya que el Gobierno no cumplió con la asignación de un presupuesto de 3 millones para la conservación de Rosalila.
“Hace un mes la ministra de Turismo, Nicole Marder, informó que a finales de este año esa secretaría podrá destinar fondos para proteger a Rosalila, incluso ya hay un convenio firmado.
Estamos haciendo los trámites correspondientes para la asignación de esos recursos y continuar con el trabajo de conservación para el año entrante”, puntualizó Garza.