Poco más de dos meses es lo que tuvo que esperar el expresidente Juan Orlando Hernández para ser extraditado desde que fue capturado el 15 de febrero hasta su entrega a la Administración de Control de Drogas de EUA (DEA).
De los 27 hondureños entregados a las autoridades estadounidenses, Hernández cumplió 65 días encarcelado, lo que ocuparía que la quinta posición de los extraditados más rápidos en la historia de Honduras.
A pesar de los esfuerzos por impedir y retrasar su extradición con recursos de apelación y de amparos por la defensa, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) resolvió el caso en poco tiempo.
Las extradiciones de Carlos Lobo (42), Michael Dixon (46), Juving Suazo (48) y Sixto Argueta (62 días) necesitaron menos tiempo que la de Hernández.
“Su extradición tuvo que ser de las más rápidas por tratarse de un expresidente considerado un cerebro del narcotráfico”, dijo el analista Steven Flores.
“El tiempo pudo ser menor, pero su defensa agotó todas las instancias para dilatar el inminente curso”, añadió.
Un análisis de la Unidad de Datos e Investigación de LA PRENSA muestra una diferencia de 22 días entre la extradición de Hernández con la de Carlos Arnaldo Lobo, el primer extraditado que solo duró 42 días en Honduras.
Los registros establecen que son 110 días en promedio los que se tardan para extraditar a un hondureño desde que es capturado hasta la entrega a las autoridades del país solicitante, en estos casos hacia Estados Unidos.
JOH fue entregado a Estados Unidos 45 días por debajo del promedio que se ha precisado para extraditar a un hondureño.
El estudio de este rotativo es con base desde el 27 de marzo de 2014, cuando se extraditó al primer hondureño en los primeros meses del gobierno de Hernández, aplicado tras la reforma constitucional que dio luz verde a la figura, hasta este 22 de abril de 2022, que es el más reciente.
