Una pretensión ilegal e indebida

Su posición y argumento, estrictamente apegado a derecho, es compartida por su colega jurista Edmundo Orellana, aclarando que dicha solicitud se encuentra al margen de la ley.

S í es ilegal e indebida la intervención pretendida por el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, en el sentido de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) le proporcione el día de la elección, el 30 de noviembre, copia de las actas de resultados a nivel presidencial, enviadas por las Juntas Receptoras de Votos.

La consejera presidenta del CNE, Ana Paola Hall, le recordó que tal petición es improcedente, por ser facultad exclusiva del ente electoral, y que el artículo constitucional 272 especifica taxativamente las atribuciones que le otorga a las Fuerzas Armadas.

Su posición y argumento, estrictamente apegado a derecho, es compartida por su colega jurista Edmundo Orellana, aclarando que dicha solicitud se encuentra al margen de la ley.

Resultan altamente preocupantes las cada vez más frecuentes injerencias de dicho milite en el proceso electoral, las que se iniciaron a partir de las elecciones internas partidarias y han ido cobrando cada vez más frecuencia e intensidad, revelando el sesgo y favoritismo a favor del partido hoy en el poder y su candidata a la titularidad del Poder Ejecutivo.

Tal intervencionismo ha causado justificado malestar, incluso, al interior del brazo armado del pueblo por parte de la oficialidad no comprometida con el oficialismo, pero sí respetuosa, con honor y lealtad, con la institucionalidad democrática y la estabilidad política.

En un intento por acallar la creciente inquietud se han otorgado bonificaciones e incrementos salariales, de carácter selectivo, a determinados compañeros de armas del general Hernández, en tanto otros han sido destituidos de sus cargos o dados de baja, iniciando investigaciones internas para averiguar las filtraciones de tal malestar colectivo brindadas a los medios de comunicación.

Su accionar parcializado agrega mayores niveles de incertidumbre a los ya existentes, lo que lejos de despejar crecientes dudas respecto a si tendremos elecciones libres, exentas de manipulación, las tendremos amañadas y sesgadas, lo que provocaría niveles de inestabilidad y caos semejantes a los ocurridos en épocas anteriores, algunas muy recientes, caracterizadas por la imposición y represión hacia la oposición.

Basta ya de tales actos claramente de carácter intervencionista, que merecerán el repudio tanto de la comunidad nacional como internacional, además de un descrédito para la imagen y credibilidad de nuestras Fuerzas Armadas.

Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias